(Minghui.org) Nunca pensé que caería en una trampa de adulación ya que he cultivado Falun Dafa durante 24 años.

En las últimas dos décadas, he sido tratado injustamente en el trabajo. Esto incluye evaluaciones fallidas, denegación de ascensos y el aumento de sueldo más bajo entre mis compañeros, todo ello debido a la persecución a los practicantes de Falun Dafa. Sin embargo, he permanecido pasivo y discreto en el lugar de trabajo.

Este año se incorporó un nuevo supervisor a mi empresa, y esta persona parecía ser muy aguda. Me preocupaba que el nuevo supervisor pudiera perseguirme aún más, así que decidí demostrar mis habilidades para mostrar mi valor en el trabajo.

En los meses siguientes, asumí el papel de líder y consultor en casi todas las iniciativas de trabajo, como la investigación científica, la construcción de infraestructuras, la renovación, la formación, etc. Me convertí en la persona más popular de mi empresa.

Posteriormente, la actitud de mis compañeros cambió y se volvió cálida y cortés. Incluso empezaron a hacerme cumplidos y halagos.

Es el mayor halago que he recibido en los últimos 20 años. Esto me trajo muchos problemas.

Acepté más trabajo que antes, así que pasé mucho tiempo trabajando en la oficina y en casa. Las relaciones interpersonales se complicaron a mi alrededor.

Los compañeros podían ser celosos, aduladores, bromear conmigo y llevar sus propias agendas ocultas. Mi mente estaba hinchada por los apegos a la fama, la ganancia, la ostentación, la vanidad, los celos y el exceso de crítica. Como practicante de Falun Dafa, sabía que la adulación era una prueba.

El Maestro dijo:

“Para un cultivador, todas las frustraciones que él encuentra entre la gente común le son ordalías para atravesar y todos los elogios le son pruebas para pasar” (El cultivador naturalmente es parte de ello, Escrituras esenciales para mayor avance).

Comenté estas cuestiones con un compañero practicante, quien me advirtió que debía tener cuidado porque estos cumplidos eran trampas. La gente común también utilizaba el término "Adular para matar".

Reconocí que los halagos eran una trampa, pero no sabía qué apegos míos provocaban el problema. Miré hacia adentro durante muchos días para encontrar las causas.

Con la guía del Maestro Li (fundador de Dafa) y el Fa, y con la ayuda de otros practicantes, finalmente encontré la causa fundamental: el apego de sentirse capaz.

Me he considerado "muy capaz". Este apego quería presumir, probarme a mí mismo y buscar aprecio y reconocimiento.

Durante un tiempo, este fuerte apego se convirtió en una barrera y preparó el terreno para esta trampa. Además, encontré otros apegos.

Mi resentimiento por el trato injusto en el trabajo provocó mi actitud pasiva, por lo que no quería aportar mis talentos. Con el cambio de supervisor, mi apego a la persecución me instó a tomar la iniciativa y demostrar mis talentos para evitar más persecución.

Además, expuse los apegos al miedo, los celos y la ostentación. Al final, aprendí de estas lecciones para que estos problemas no fueran en vano.

El Maestro dijo:

“… una vez que tomas Dafa, lo que encuentres –sea bueno o malo– es una cosa buena” (Exponiendo el Fa en San Francisco 2005).

Creo que las pruebas de adulación rara vez se ven cuando los compañeros practicantes comparten, así que escribo mi experiencia para que sirva de advertencia a los demás.

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