(Minghui.org) Durante más de 10 años, un practicante de Falun Dafa llamado Ahlin y yo nos hemos mantenido en contacto a través de una cuenta de correo electrónico de Minghui. Aunque nunca nos hemos conocido y no sé dónde vive, hemos cooperado entre nosotros desde los primeros años en los proyectos de Dafa para validar el Fa.

A principios de 2019, después de un incidente, Ahlin me hizo repetidamente la misma pregunta, y yo respondí cada vez. Como normalmente estamos ocupados, nuestros intercambios de correo electrónico son breves. Sentí que ya había explicado el asunto claramente, pero él seguía haciendo la misma pregunta.

A la tercera vez, me impacienté. Cuando me hizo la misma pregunta por cuarta vez, me sentí muy frustrado y le dije claramente: "Me has preguntado la misma cuestión una y otra vez, lo cual me ha llevado a cuestionarme si te has respondido o no”.

Él respondió enojado: "Tienes demasiados pensamientos negativos".

Sus palabras se me clavaron profundamente en la piel. Le envié un correo electrónico y cité algo que dijo el Maestro:

"Sería bueno si aquellas personas pudieran examinar dentro de sí mismos las cosas que han podido encontrar en otros" (Un diálogo con el tiempo, Escrituras esenciales para mayor avance).

Entonces le pregunté: "¿Eres tú el que tiene demasiados pensamientos negativos?".

Todavía estaba enfadado después de enviar el correo electrónico. Sumé todas las cosas que no hizo bien; pensó que era el mejor, y habló como si fuera mejor que los demás. Ya había tenido suficiente. De lo que sea que habláramos, siempre quiso saber el asunto al dedillo y actuó como un detective. Cuanto más pensaba en ello, más me enfadaba.

Aunque estaba irritado, recordaba las enseñanzas del Maestro,

"Si alguien se opone a tu opinión y te irritas o no te gusta, y si cuando otras personas formulan una opinión opuesta a la tuya basándose en algún problema que tú tienes o discrepan con tu opinión, y no te gusta, y te paras para oponerte y defenderte a ti mismo, y cuando esto lleva a que te salgas del tema y no escuchas a los demás, [en todos esos casos] –aun cuando te estés defendiendo y explicándolo con la mejor de las intenciones– tú estás simplemente validándote a ti mismo. (Aplausos) Eso es porque no has puesto primero a Dafa, y en tal momento lo que no pudiste abandonar era tu propio ego" (Exponiendo el Fa en el Fahui Internacional de Nueva York, 2004).

Intenté reprimir mi rabia y pensé detenidamente en lo que me estaba haciendo enojar tanto. No me gustaba lo que la gente decía de mí. ¿Era resentimiento? ¿Sospecha?

Parecía haber muchos apegos dentro de mí. Intenté enviar pensamientos rectos para deshacerme de ellos, pero no fue efectivo. En la superficie, parecía como si estuviera enviando pensamientos rectos, pero en mi mente, me movía a través de todo tipo de malos pensamientos sobre Ahlin.

Traté de calmarme para poder encontrar la verdadera causa del conflicto. De repente, me di cuenta que el momento en que empecé a enojarme fue cuando Ahlin dijo que yo tenía demasiados pensamientos negativos.

Habiendo descubierto la causa del problema, me dije: Solo acepta lo que Ahlin dijo y deja de lado el apego.

En un par de minutos, todos los malos pensamientos que llenaban mi mente desaparecieron de repente, incluyendo el resentimiento hacia Ahlin. Pude calmarme.

Me di cuenta de que lo que me llevó a la ira fueron mis pensamientos negativos. Como los pensamientos tenían miedo de ser expuestos, me hicieron pensar en todas las cosas desagradables de él. Busqué afuera en lugar de prestar atención a mi propia conducta.

Aunque miré dentro, no vi realmente la raíz de los pensamientos negativos y eliminé la interferencia. Era como tirar ciegamente de las malas hierbas sin eliminar sus raíces.

Este incidente me ayudó a darme cuenta de que debemos tener una mente abierta y aceptar cualquier crítica. Solo cuando admitimos nuestros problemas y estamos decididos a deshacernos de ellos, mejoraremos.

Finalmente admitiendo los errores

Cuando me encuentro con artículos de intercambio de experiencias sobre Minghui que creo que son buenos, normalmente se los envío a Ahlin. Un día, abrí un correo electrónico de él que decía: "Por favor, no me recomiendes más artículos cuando estés demasiado ocupado. Si no estás muy ocupado, por favor envíame un archivo que sea fácil de abrir".

Pensé que su tono no era amistoso y que estaba siendo poco razonable. Me enfadé y no le respondí.

Pasaron diez minutos antes de que me diera cuenta de que el link que le había enviado solo podía abrirse con un software específico. De lo contrario, tenía que ser copiado y pegado en la barra de direcciones del navegador. Ya lo sabía, pero de alguna manera lo había olvidado.

Volví y le respondí a Ahlin con un tono de inocencia. Supuse que una vez que viera mi correo electrónico, entendería que no lo hice a propósito y no se enojaría conmigo. Después de enviar el correo electrónico, me desconecté de mi computadora.

Pasaron varias horas. Cuando estaba leyendo la página web de Minghui, de repente pensé en el incidente de esa mañana. De alguna manera sentí que el tema seguía ahí, que todavía me estaba aferrando a algo. ¿Cuál era el problema?

Me di cuenta de que estaba siendo astuto. ¿Por qué fingí que no había nada malo cuando envié el correo electrónico antes? ¿Estaba tratando de ocultar mis errores? ¿O quería que se sintiera culpable por acusarme de nada?

Este proceso me hizo cuestionarme. Me arrepentí de lo que hice y le envié otro email admitiendo mi error.

Al día siguiente, Ahlin respondió: "¡Gracias! Siento haberte malinterpretado".

¡Fue una experiencia increíble! Cuando miré hacia adentro y no lo culpé o traté de cubrir mis propios errores, Ahlin también reconoció sus errores.

Recordé las palabras del Maestro:

"Mientras te cultivas, considera tus sufrimientos, golpes emocionales, interferencias a tu xinxing y demás, como cosas buenas" (Enseñando el Fa en la Conferencia de Nueva York 2008).

Si realmente pudiéramos mirar dentro, veríamos la existencia de materia podrida en nuestro campo dimensional. Solo siendo humildes y mirando hacia dentro podemos mejorar.

En este incidente particularmente pequeño, me di cuenta de que tenía una mentalidad astuta y que me gustaba encubrir mis propios errores. Realmente sentí la seriedad de mirar hacia adentro y cultivarme.

Enfrentar los apegos de frente

Uno de mis mayores problemas es cuando me critican o no encuentro la raíz de un apego. Es porque no estoy dispuesto a enfrentar mis propios problemas.

Por la lectura de Zhuan Falun, sé que la envidia es algo de lo que tenemos que deshacernos. La odio desde el fondo de mi corazón y no quiero tenerla. La envidia es mala y no debería estar en mi campo dimensional, así que decidí fingir que no estaba ahí y seguí pensando que no estaba apegado a la envidia.

No fue hasta hace varios años cuando trabajé con algunos practicantes en un proyecto de Dafa que me di cuenta de que la envidia todavía estaban dentro de mí. Aunque veía su presencia, no admitía que estaba ahí, ni me enfrenté a ella para eliminarla. Era porque me sentía demasiado avergonzado por tenerla.

Como resultado de la envidia, los conflictos entre los practicantes se hicieron más y más intensos, y llegó un punto en el que ya no podía coordinar con otros practicantes.

Durante mucho tiempo, fui hostil hacia los practicantes que tenían conflictos conmigo. Utilizaba palabras como "odio profundo" para describir mis sentimientos, y no estaba exagerando.

Sabía que no estaba en buen estado y a menudo enviaba pensamientos rectos para eliminarlo. Pero no fue efectivo. La situación duró uno o dos años hasta que una noche envié pensamientos rectos. Me atreví a admitir, "Eso es envidia y odio. No los quiero. No permito que se queden en mi campo".

Mi mente se sentía como si se estuviera limpiando. Continué enviando pensamientos rectos durante mucho tiempo.

Esa noche, tuve un sueño: dos grandes bichos de color rojo sangre del tamaño de un palillo fueron sacados de mí. Fue asqueroso. También expulsé tres tenias (lombrices solitarias) de 30,48 cm (1 pie) de largo y tuve que sacarlas con mis manos. La forma en que se enrollaron alrededor de mi mano se veía terriblemente espantosa.

El sueño fue tan real que cuando desperté al día siguiente, todavía sentía las tenias expulsadas. Fue muy incómodo.

Alrededor de uno o dos años antes de la primera mitad de 2017, pude enfrentarme a mis apegos: primero, admití la existencia del apego, y luego envié pensamientos rectos para eliminarlo. A menudo le pedía al Maestro que me ayudara porque cuando el apego salía a la luz, no era capaz de calmarme y concentrarme.

Durante ese período de tiempo, siempre que encontraba un apego y lo eliminaba, los cambios en mí eran enormes. Los apegos que vi eran criaturas feas en otras dimensiones. Había más de una docena de bichos color rojo sangre, luego vinieron los bichos negros más grandes.

Todos esos eran materia podrida correspondiente que se estaba eliminando en otra dimensión.

Eliminar el apego de ser capaz de recitar Zhuan Falun

Empecé a recitar Zhuan Falun en 2003. Durante todos estos años, aparte de haber sido interrumpido a finales de 2004 por estar detenido, nunca he dejado de recitar Zhuan Falun y otras enseñanzas de Dafa.

Me he beneficiado enormemente de ello y he escrito algunos artículos de intercambio de experiencias en la página web de Minghui. Recitar el Fa me ayudó a crecer en la cultivación y a deshacerme de muchos apegos.

Subconscientemente, sentí que había estudiado bien el Fa y que era mejor que otros. Debido a la mentalidad envidiosa, durante mucho tiempo, cuando leí artículos en Minghui acerca de recitar Zhuan Falun, tuve el pensamiento: "Oh, este practicante lo hace mal. Podría recitar mejor", o, "Comencé a recitar Zhuan Falun hace muchos años".

A veces incluso me preocupaba que algunos practicantes lo recitaran mejor que yo. El pensamiento vino y se fue tan rápido que ni siquiera me di cuenta de su existencia. Por lo tanto, nunca pensé en eliminarlo.

Hace poco tuve algunos conflictos con un compañero practicante cuando me sentí tratado injustamente. De repente me di cuenta de que era envidia, así que empecé a tomar la iniciativa para eliminarla.

Ahora, cuando leo experiencias de cultivación sobre practicantes que pueden recitar Zhuan Falun, me alegro por el practicante de todo corazón y espero sinceramente que todos los practicantes puedan recitar el libro.

Gracias, Maestro, por soportar mis muchos pensamientos y apegos poco compasivos y por salvarme.