(Minghui.org) Desde que se publicaron los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista Chino en 2004, más de 360 millones de personas han renunciado al partido comunista chino (PCCh) y sus organizaciones afiliadas, a saber, la liga juvenil y los jóvenes pioneros. En las últimas semanas, han renunciado a su afiliación al PCCh un promedio de alrededor de 70.000 personas a la semana.

El pueblo chino elige mantenerse alejado del PCCh porque ha comprendido que su naturaleza es perversa. Ya no quiere que se le responsabilice cuando llegue el momento en que lleven al PCCh ante la justicia por todos los crímenes que ha cometido contra personas inocentes. Esto puede verse en los comentarios de Internet que figuran a continuación.

Testimonios de ciudadanos chinos que han abandonado el PCCh

Wu Ziyou dijo que durante los más de diez años que lleva en el PCCh, dejó de apoyar al partido gradualmente. Como policía, se había convertido en "un tornillo de la gigantesca maquinaria de la violencia del régimen". "Anhelaba la libertad, pero mi trabajo y mi vida eran controlados por el régimen autoritario. Incluso mi respiración era pesada y cautelosa".

A continuación, enumeró muchos de los delitos que ha cometido el PCCh, desde la sustracción forzada de órganos a practicantes de Falun Gong hasta la represión de abogados de derechos humanos y disidentes políticos; o desde la detención masiva de uigures en campos de "reeducación" en Xinjiang, hasta el ocultamiento de información sobre la infección por COVID-19 en Wuhan; así como tantas otras.

Un grupo de 156 vecinos de la ciudad de Nanjing, de la provincia de Jiangsu, emitió una declaración conjunta donde decía: "Ser honesto y hablar de hechos es algo peligroso en la China de hoy. Pueden encarcelar a la gente por hacer eso. Debido a que el PCCh es una organización de mafiosos, te atacará si dejas al descubierto sus mentiras o su perversidad. Es un demonio. Nunca va a mejorar, sino que tratará de convertir a la gente en algo tan malvado como él mismo". Anunciaron que querían dejar la "organización diabólica" y librarse de su control.

Luo Yun agradeció que los medios de comunicación fuera de China superaran la censura del PCCh y entregaran noticias sin censura a personas dentro de China, como él mismo. "La frecuencia con que ocurren los desastres naturales es una llamada de atención para todos nosotros. También me ha ayudado a reafirmarme en la decisión de alejarme del PCCh. El pueblo [en China] aspira a la libertad y espero que llegue pronto".

Zheng Li dijo que era una ignorante cuando se unió a los jóvenes pioneros comunistas y a la liga juvenil, siendo una niña. Enumeró muchos crímenes del PCCh desde sus inicios hasta la masacre de la Plaza de Tiananmen de 1989. "Creo que el PCCh tiene un destino marcado, por todas las malas acciones que ha cometido".

El Sr. Hu renunció al PCCh hace varios años. Dijo: "Usé mi verdadero nombre para renunciar al PCCh en 2012. Posteriormente, mis amigos y mi familia también renunciaron al partido usando sus nombres reales. Mucha gente en China, incluyendo a veteranos del partido, saben dentro de sus corazones que el PCCh es malo. Algunos altos funcionarios del PCCh también han perdido su confianza en el partido".

La naturaleza del PCCh

El libro Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista Chino, cuya publicación dio inicio a un movimiento para renunciar al PCCh, señalaba que el régimen del PCCh está repleto de violencia, odio, masacres, guerras, mentiras y amenazas. Los acontecimientos de las últimas décadas han demostrado que el PCCh es antihumano, antinatura, asesino y dictatorial. Destruye la cultura y las normas tradicionales chinas mediante la violencia y el terror. En una serie de movimientos políticos, ha matado a millones de terratenientes, capitalistas, intelectuales y estudiantes, creando una atmósfera de terror.

El PCCh ha secuestrado y silenciado a disidentes, incluidos abogados de derechos humanos, minorías étnicas, creyentes religiosos y practicantes de Falun Gong. Ignora los procedimientos legales, utiliza el aparato controlado por el estado para atacar a aquellas personas que considera una amenaza, las retiene como rehenes y las persigue. Esto es inimaginable en una sociedad civilizada moderna pero, de hecho, está sucediendo en China.

El PCCh ha lavado continuamente el cerebro y ha envenenado al pueblo chino con sus teorías del "ateísmo" y "fuerzas anti-China" (refiriéndose a los Estados Unidos y otros países occidentales para instigar al pueblo chino a rechazar la promoción por parte del mundo libre de los valores universales y el imperio de la ley). Así, mucha gente en China cree falsamente que "para amar al país, hay que amar al partido", y que el partido es su "madre".

Debido al encubrimiento del brote de coronavirus por parte del PCCh, el virus se ha extendido por todo el mundo, resultando en más de 41 millones de casos de infección y más de un millón de muertes. Mientras tanto, el PCCh se benefició vendiendo sus suministros médicos de baja calidad, e incluso defectuosos, a otros países que luchaban por contener el virus. El PCCh también demostró poder militar para expandir sus territorios e influencia sobre otros países, y un general militar del PCCh incluso insinuó la posibilidad de una guerra nuclear contra los Estados Unidos.

El PCCh también intimida a otros países e interfiere directamente en sus asuntos internos. Cuando el Senado de California estaba a punto de discutir una resolución para apoyar a Falun Gong en 2017, el consulado chino envió una carta a cada legislador, exigiendo que retiraran la resolución o China restringiría el comercio y el turismo entre California y China. El Senado de California terminó apartando la resolución.

El libro Cómo el espectro del comunismo rige nuestro mundo (capítulo 18) dice claramente: "El PCCh no es un partido político o un régimen en el sentido normal. No representa al pueblo chino, sino que representa al malvado espíritu comunista en el mundo humano. Asociarse con el PCCh es bailar con el diablo, y ser amigo del PCCh es apaciguar al diablo, ayudar al mal y empujar a la humanidad al borde de la extinción. Por otro lado, luchar contra el PCCh es una batalla entre el bien y el mal. No es solo una lucha por los intereses nacionales, sino por el futuro de la humanidad".

El 23 de julio, el secretario de estado Mike Pompeo llamó al mundo a unirse contra el PCCh. Dejó claro que el PCCh no representa a los 1.400 millones de ciudadanos chinos, aunque este afirme lo contrario. Prometió que los Estados Unidos ya no permitirán que el régimen del PCCh use al pueblo chino en su propio beneficio, y que los Estados Unidos liderarán el Mundo Libre y se mantendrán firmes junto al pueblo chino para derrotar la dictadura y la tiranía del PCCh.

En calidad de segunda entidad económica más grande del mundo, el PCCh ha estado empujando su ideología comunista a otros países mediante incentivos financieros. Mientras lo hacía, tomó al pueblo chino como rehén en su intento de destruir al mundo. La mejor salida para el pueblo chino es cortar las conexiones con el PCCh, para así evitar que le responsabilicen de sus crímenes. Esto salvará tanto a China como al mundo.