(Minghui.org) El Sr. Geng Dong, practicante de Falun Dafa en la ciudad de Tianjin, está cumpliendo cuatro años en la prisión de Binhai por su creencia. Su suegra, la Sra. Zhao Yuqin, quien vive en Nueva York, ha estado solicitando su liberación fuera del consulado chino en días recientes.

El Sr. Geng se encuentra actualmente en la unidad intensificada de la primera división, donde se vio obligado a sentarse en un pequeño taburete sin moverse durante mucho tiempo. Tres reclusos que fueron asignados para verlo a menudo le dieron severas palizas.

El Sr. Geng Dong, practicante de Falun Dafa en Tianjin, cumple una condena de cuatro años de prisión.

La Sra. Zhao Yuqin, suegra de Geng, protesta frente al consulado chino en Nueva York urgiendo su liberación.

Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es un sistema de meditación que consiste en ejercicios suaves y basada en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Desde que el partido comunista chino (PCCh) comenzó a perseguir al grupo en julio de 1999, un gran número de practicantes han sido arrestados, detenidos y torturados.

El Sr. Geng solía trabajar en una empresa extranjera en Tianjin. Después de que comenzó la persecución a Falun Dafa, se vio obligado a renunciar y fue trasladado a otras provincias para evitar la persecución. Más tarde, la policía lo arrestó en más de una ocasión. Fue llevado a un campo de trabajo forzado durante dos años en 2000, seguido de un período de tres años en el campo de trabajo forzado en 2003.

Fue arrestado más recientemente el 7 de diciembre de 2016 y sentenciado a cuatro años de prisión poco después de su audiencia en la corte el 22 de junio de 2018. Su apelación fue rechazada cuatro meses después, y rápidamente fue llevado a la prisión de Binhai.

La familia del Sr. Geng está extremadamente preocupada por su bienestar, citando la importancia que la prisión de Binhai tiene en torturar a los practicantes de Falun Dafa para obligarlos a renunciar a sus creencias.

Abusos a practicantes de Falun Dafa en la prisión de Binhai

Prisión de Binhai en Tianjin

Los guardias a menudo atan a los practicantes fuertemente con múltiples cuerdas o esposan sus manos detrás de sus espaldas. Esto conduce a lesiones graves y, ocasionalmente, discapacidad.

Otros métodos de tortura incluyen encadenar los tobillos y las muñecas de la víctima a un ancla en el piso, arrastrar a los practicantes escaleras arriba y abajo, colgarlos en alto y golpearlos. Además, los guardias a veces ponen insectos en los oídos de los practicantes, escupen esputo en sus alimentos, frotan heces en su boca, y así sucesivamente.

Anclajes de piso

Ilustración de tortura: inmovilización de ambos tobillos mientras se atan las dos muñecas a un tobillo.

Con este método de tortura, los guardias forzan las piernas del practicante separándolas y esposan ambas muñecas a un tobillo encadenado a un ancla de piso, con el otro tobillo encadenado a otro anclaje de piso. Un guardia dijo que ningún recluso puede soportar más de dos días en esta posición. Cuando los practicantes pierden el conocimiento debido al dolor, los guardias a menudo echan agua fría sobre ellos o los pinchan con agujas. Este abuso ha provocado parálisis en algunos practicantes.

Cilindro de metal

Esta forma de tortura también implica el uso de anclas de piso. Un cilindro de metal, abierto en ambos extremos, y un anillo de metal están atornillados al suelo. Primero se hace que la víctima permanezca de pie dentro del cilindro, que tiene un tamaño tal que la parte inferior del cuerpo, desde las caderas hacia abajo, está firmemente sujeta y no hay espacio para que las piernas se muevan. Luego, la víctima se ve obligada a inclinarse para ser esposada al anillo de metal en el suelo. Para evitar causar lesiones graves, los guardias generalmente liberan a la víctima después de dos horas como máximo.

Sin embargo, el Sr. Li Xiwang, otro practicante de Tianjin, fue torturado de esta manera durante más de diez horas. Cuando los guardias finalmente lo revisaron a las 12:00 a.m. el 29 de julio de 2011, ya había muerto. Tenía 49 años.

Arrastrado

Los practicantes se ven obligados a usar cadenas de 24 kilogramos (53 libras) en los pies y luego son arrastrados por las escaleras desde el primer piso hasta el cuarto piso y luego hacia abajo. Esto a menudo causa moretones y sangrado. El guardia Yang Bo dijo que para los practicantes que se negaron a renunciar a sus creencias, una persona se pararía en la cadena de los pies durante la tortura para intensificar el dolor.

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