(Minghui.org) Desde el momento en que terminé de leer el libro Zhuan Falun, por primera vez, me decidí a cultivarme hasta alcanzar el éxito. Puse mucho esfuerzo en practicar y, aparentemente, lo estaba haciendo bien. Sin embargo, a pesar de las apariencias mi xinxing no mejoraba en absoluto. Era como un globo que flota en el aire, sin rumbo, a la deriva. Me desesperaba no poder tomar el control de mi propio camino. Entonces recordé que Shifu siempre hace hincapié en que debemos estudiar el Fa y hacerlo sinceramente.

En el libro Explicando el contenido de Falun Dafa, Shifu habló sobre los practicantes de Falun Dafa de Changchun que memorizaron Zhuan Falun. Pensé que, si quería hacer un progreso real en mi cultivación, más me valdría prestar atención a las palabras de Shifu.

Comencé a memorizar Zhuan Falun en 2003. Tardé cerca de siete meses en terminarlo. A medida que memorizaba las enseñanzas, aprendí a mirar hacia adentro y dejé de sentir que iba a la deriva. Mirar hacia adentro era como un ancla, o una brújula para mí. Dejé de sentirme perdida, porque me sentía sujeta por Shifu y el Fa.

Cuando me di cuenta de lo que era capaz de hacer esta herramienta mágica de mirar hacia adentro, me sentí tan emocionada que inmediatamente fui a visitar a otra practicante y exclamé: "¡He aprendido a mirar hacia adentro!".

Ese fue el momento en que realmente me embarqué en mi viaje de cultivación. Mirar hacia adentro me ha ayudado a atravesar muchas tribulaciones.

Una trágica pérdida revela apegos profundamente ocultos

Pese a que logré eliminar muchos apegos, el corazón de fama permanecía bien oculto. Es más, al interpretar de una manera muy limitada lo que dice Shifu sobre elevarse como un solo cuerpo, juzgaba duramente a los demás practicantes. Trataba de ganar su apoyo imponiéndoles algunos entendimientos que había obtenido del Fa.

De hecho, mi verdadera motivación era ostentar. Los cimientos de cada practicante, su nivel de iluminación, así como su camino de cultivación son diferentes. Aunque algunos de mis entendimientos que compartía podían resultar eficaces, la presión que ejercía sobre los compañeros era enorme.

Debido a que no fui consciente de mi apego a ostentar durante mucho tiempo, las viejas fuerzas lograron aprovecharse de mi debilidad. Primero, apareció un muro entre Annie (alias), una practicante de Dafa que era también mi mejor amiga y yo. Ella siempre estaba ocupada con actividades relacionadas a Dafa, a menudo descuidaba el estudio del Fa y rara vez hacía los ejercicios. Mientras trabajábamos juntas en proyectos, le recordaba con frecuencia que necesitaba cultivarse.

En 2015, un nuevo proyecto ocupaba gran parte de mi tiempo, así que no disponía de mucho tiempo para hablar con ella. Recordando la situación descubro que en aquel entonces era demasiado arrogante para llamarla. Las viejas fuerzas interfirieron otra vez, manipulando a otros practicantes para colmar a Annie con elogios sobre su trabajo en los proyectos de Dafa. Sintió la obligación de trabajar más duro aún, creyendo que eso significaba ser diligente. Al final, se enfocó cada vez más en los proyectos, pasando cada vez menos tiempo estudiando el Fa o haciendo los ejercicios. Eventualmente, se vio afectada por el yeli (karma) de enfermedad.

Volví a ver a Annie dieciséis meses después. Pese a que había perdido mucho peso, todavía persistía en hacer las tres cosas. Sin embargo, noté que había desarrollado un enorme ego y no estaba dispuesta a escuchar a los demás. Peor aún, no miraba hacia adentro y esperaba que Shifu le resolviera sus tribulaciones. Quería que los otros practicantes enviaran pensamientos rectos, para eliminar las interferencias que padecía.

Lo único que quería escuchar era: "Se trata solo de una interferencia. Si siguen enviando pensamientos rectos Shifu la eliminará".

Pasó un mes, pero la condición de Annie no mejoró. Algunos practicantes sugirieron que debería dejar de trabajar en proyectos temporalmente, mirar hacia adentro y estudiar el Fa. Así, Annie se volcó en el estudio del Fa, ignorando completamente las sugerencias de los practicantes, de mirar hacia adentro. Incluso decía: "Déjenme en paz, estoy mejorando".

Empezó a estudiar el Fa con el apego a la búsqueda, así que su condición se deterioró drásticamente, y unos días más tarde la ingresaron en un hospital.

Cuando notamos que otros practicantes se encuentran con problemas, deberíamos examinarnos para ver si hemos contribuido a la situación. Aunque miré varias veces hacia adentro, la condición de Annie no mejoró.

Un día, mientras me preguntaba por qué sucedió todo esto, apareció una escena delante de mí: Annie se había confabulado con aquellos practicantes que sugirieron que debía dejar de trabajar en proyectos de aclaración de la verdad, con el fin de salvarse. Así que las viejas fuerzas no le permitían cultivarse porque sintieron que estaba socavando a Dafa. Con su consentimiento, le golpearon la cabeza y la sangre salpicó por toda la habitación.

La cultivación es un asunto muy sagrado y muy serio. Aquel único error la condujo al camino arreglado por las viejas fuerzas.

Aunque su cuerpo físico estaba todavía con vida, Annie parecía haber perdido la razón. Cuando le leía el Fa, ya no creía en lo que decía Shifu. A veces, se reía y decía: "¡Es muy tonto hacer eso!".

Sentí que la situación de Annie era algo grave y traté de convencer a otro coordinador que reuniera a todos los practicantes para analizar la situación, y encontrar una solución. Pero nadie escuchó mi sugerencia, y al final, Annie falleció cerca del Año Nuevo 2017.

Poco después, me relevaron de mi papel de coordinadora. Había sido coordinadora desde 1998, así que fue un golpe bastante duro.

Una nueva oportunidad de cultivación

Después de ser relevada de mis funciones, me esforcé en mantener la calma y mirar hacia adentro, pero no podía dejar de pensar en lo que había sucedido. Sentía que no había hecho nada malo, y que mi cultivación estaba bien. Sabía cómo mirar hacia adentro y estudiaba el Fa, así que me había quedado perpleja por cómo se habían desarrollado las cosas.

Ahora, que ya no era coordinadora, tenía más tiempo para estudiar y memorizar el Fa. Las viejas fuerzas se dieron cuenta de que no podía ser interferida por ese frente, por lo que manipularon a otros practicantes para que me excluyeran del grupo del estudio del Fa y para que difundieran rumores de que me iba al extremo en mis entendimientos del Fa. Surgieron problemas también en mi casa. Me culpaban de todo y no hacía ni una sola cosa bien. Me sentía completamente abrumada.

Afortunadamente, tenía la herramienta mágica de mirar hacia adentro. Me pregunté: “¿Qué apego me están apuntando?”. Shifu dijo: “...es tan fuerte que ya se ha vuelto natural y uno por sí mismo ni siquiera lo percibe” (Séptima LecciónZhuan Falun).

No había nada más que pudiera hacer que tratar de enfocarme lo más posible en el estudio del Fa. Me llené de resentimiento, pero aún no entendía qué había hecho mal. Shifu dijo:

“Siempre que te aparezca esta u otra clase de interferencia durante el refinamiento de gong, tú mismo tienes que buscar la razón y ver qué cosas tienes que aún no has dejado” (Sexta LecciónZhuan Falun).

Con tal sucesión de eventos, debía haberme desviado de alguna forma de mi camino de cultivación. Aprendiendo de los intercambios de experiencias que escuchaba a mis compañeros practicantes, decidí poner aún más esfuerzo en el estudio del Fa. Pasé de estudiar una lección de Zhuan Falun al día, al estudio de tres lecciones al día. Después de persistir por algunos meses, mis pensamientos se volvieron más claros. Gradualmente, con la guía de Shifu, pude identificar la raíz del problema –era mi prepotencia, arrogancia y, lo más perjudicial de todo, mi apego a la fama.

Identificando finalmente mi apego fundamental

Cuando finalmente lo identifiqué, vi que mi apego a la fama era muy evidente. Me alegraba cuando me decían que tenía buena cualidad de iluminación, y me molestaba si alguien me señalaba que me iba a los extremos.

Mi determinación para alcanzar la Perfección rápidamente era también una manifestación de mi apego a la fama. De hecho, todo lo que había hecho en mi sendero de cultivación en los últimos 21 años fue con el único propósito de alcanzar mi propia Perfección. Shifu dijo: “…la fama es un gran obstáculo para completar la cultivación” (Dafa mantendrá siempre su pureza como diamanteEscrituras esenciales para mayor avance).

Una vez que llegué a este entendimiento, los problemas en mi casa desaparecieron, como si se los hubiera llevado una ráfaga de viento. De repente, todo en este mundo humano se volvió pequeño e insignificante.

Como resultado de esta tribulación, he adquirido un mayor entendimiento de la misericordia sin límites de Shifu y del inmenso poder de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Shifu nos ha instado reiteradamente a que estudiemos más el Fa y que nos cultivemos. Todo lo que ha dicho Shifu es para nuestro propio bien y por el bien de la humanidad.

“Que Dafa esté aquí significa que realmente has puesto tu corazón en aprender este Dafa, solo entonces verdaderamente tienes a Dafa. Si realmente te cultivas hacia adentro, realmente puedes volverte un dizi de verdad —solo entonces tendrás a Dafa y no tendrás nada que temer” (Explicando el Fa en Washington D.C. 2018).

Una vez más, he experimentado la infinita bondad y sabiduría de Shifu. Lo que aparentan ser problemas insuperables, en realidad no son nada si aplicamos las enseñanzas de Shifu. Es realmente como dijo Shifu: “... ¡tras el verde oscuro del sauce, se hallan resplandecientes flores y otra nueva aldea!” (Lección Novena, Zhuan Falun).