(Minghui.org) Una mujer paralizada agradeció a Falun Dafa el haberle permitido volver a caminar, pero fue sometida a constantes acosos, saqueos y detenciones por negarse a abandonar la práctica que había cambiado su vida.

La Sra. Li Daqiong vivió con miedo y falleció el 29 de noviembre de 2018. Tenía unos 70 años.

Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una disciplina espiritual con ejercicios y meditación. Fue introducida al público en mayo de 1992 y se extendió rápidamente por toda China debido a sus beneficios para la salud y sus enseñanzas morales. Se estimó que casi 100 millones de chinos practicaban Falun Dafa cuando el régimen comunista comenzó a perseguirlo en julio de 1999.

La Sra. Li Daqiong

Obteniendo una nueva vida

La Sra. Li, residente de la ciudad de Guanghan en la provincia de Sichuan, fue diagnosticada en 1995 con la enfermedad de Meniere. Ella probó varios medicamentos, pero ninguno fue efectivo. Quedó paralizada en febrero de 1997 y sintió que su vida estaba llegando a su fin.

En agosto de 1998 conoció a Falun Dafa y se recuperó completamente en solo 3 meses.

Vivía bajo los principios de Falun Dafa, "Verdad, Benevolencia, Tolerancia," y dejó ir el resentimiento hacia su suegra, que echó a su familia de su hogar compartido y cortó todos los lazos con ellos porque dio a luz a una niña en vez de a un niño. Ella y su marido, junto con su hija de 1 mes de edad, tuvieron que quedarse en un establo en medio de un invierno amargo.

Después de aprender Falun Dafa, la Sra. Li entendió que todo tenía razones kármicas. Ella tomó la iniciativa de reparar su relación con su suegra y la trató bien.

Su esposo se conmovió por sus cambios y apoyó su práctica de Falun Dafa.

Perseguida por mantener su fe

Con el inicio de la persecución y la propaganda sin parar en la televisión, ella se sintió obligada a hablar en nombre de Falun Dafa y compartir su experiencia personal de esta práctica que cambió su vida.

En diciembre de 2000, fue a Beijing para apelar por el derecho a practicar Falun Dafa. Fue arrestada y la desnudaron para registrarla. Más tarde escapó y se dirigió a la Plaza de Tiananmen para manifestarse, solo para ser capturada de nuevo. La policía la golpeó con picanas eléctricas y le arrancó 2 dientes.

Después de que la llevaron de vuelta a Guanghan, varios policías la golpearon con bastones de bambú y abusaron verbalmente de ella. Se desmayó por el dolor.

Más tarde, la policía la llevó a un centro de lavado de cerebro, donde le dieron una pequeña cantidad de comida, la privaron del sueño y la sometieron a torturas por congelamiento.

A partir de 2001, la policía la acosó repetidamente y registró su casa en busca de libros de Falun Dafa y materiales relacionados. A veces la monitoreaban y la seguían para ver si tenía contactos con practicantes locales o para difundir información sobre su fe.

En 2008, fue detenida 2 veces durante 2 semanas en los Juegos Olímpicos de Beijing. Fue acosada por última vez el 9 de agosto de 2017 por 3 agentes.

El acoso y la persecución a largo plazo le causaron un gran estrés. Su salud se deterioró con los años, y falleció el 29 de noviembre de 2018.

Informe relacionado:

Tres practicantes de Falun Dafa perseguidos en la ciudad de Guanghan, provincia de Sichuan (versión en inglés)