(Minghui.org) Soy practicante de Falun Dafa, tengo 58 años. El invierno en el noreste de China es bastante frío y  en 2012 resultó ser muy extremo en la ciudad donde vivía con temperaturas de hasta -20º C durante el día. Las calles estaban desiertas.

Sin embargo, esto resultó ser muy útil para aclarar la verdad por teléfono celular. Por razones de seguridad, siempre es mejor hacer llamadas telefónicas afuera, caminando y hablando con libertad. Tampoco importaba si alzaba la voz, porque usualmente no se encontraba nadie a mi alrededor.

Mirando hacia adentro

El único inconveniente era que estar en el exterior, provocaba que el apego al miedo surgiera en mí: El miedo al frío.

Todos los días, al mediodía, cuando mi padre regresaba a casa del trabajo, mi hermana menor que también practica Dafa, le preguntaba si hacía frío afuera. Cuando lo escuchaba decir que hacía demasiado frío, todo mi cuerpo se estremecía de frío.

Un día nevó mientras caminaba y conversaba con mi hermana. La nieve golpeaba mi rostro, y como cuchillos cortaba mi piel. No podía soportarlo, miré a mi hermana y le dije: "Dejo de pasear, hace demasiado frío".

Mi hermana, que practica Falun Dafa desde hace seis meses, no sentía el frío. Sabía que algo andaba mal en mi cultivación, porque aunque estaba abrigada hasta las cejas, seguía congelada.

No sabía cuál era mi carencia y eso me hacía ponerme muy ansiosa. Decidí mirarme hacia adentro en el camino de regreso a casa y encontré algunas respuestas. Sin embargo, no eran las que yo esperaba.

Encontré envidia, de que mi hermana no sintiera frío.

El Maestro enseñó:

"Se pueden producir corazones de envidia; cuando a alguien le va bien, los demás no solo no se alegran por él, sino que sus corazones se desequilibran" (Séptima Lección, Zhuan Falun).

También encontré apego a la fama, ya que me sentía ansiosa, e incluso me invadía el desánimo, cuando la gente no quería escucharme o no quería renunciar al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles.

El Maestro explicó:

"Cuando no puedes curar la enfermedad, bajas la cabeza y te sientes abatido, ¿acaso no es esto el efecto de tu corazón de fama y beneficio?" (Segunda Lección, Zhuan Falun).

Pero la raíz de mi problema era el apego al miedo: Miedo al frío.

No lo percibí antes, porque siempre usaba el modo de pensar de la gente común, en lugar de considerarme una cultivadora. Después de encontrar este apego, envié pensamientos rectos durante mucho tiempo hasta eliminarlo.

A partir de entonces, empecé a caminar por calles, parques o ríos, sin importar el frío que hiciera.

Miedo a la persecución

Tras ser perseguida por mis creencias, el miedo a la policía se intensificó. Al salir a hablar con la gente sobre Dafa, estaba asustada e incluso temblaba. Cuando regresaba, me costaba mucho calmarme y sentirme segura, en mi propia casa.

Sin embargo, a pesar del miedo, siempre me mantuve firme para salir a hablarle a la gente sobre Dafa. Aunque poco a poco, mi miedo disminuyó, a veces me afectaba. Cuando apareció mi miedo, recité el poema del Maestro:

"Si tienes miedo, te capturan
Al rectificar los pensamientos, los perversos se derrumban
Cultivadores, conteniendo el Fa
Enviando pensamientos rectos, fantasmas podridos han de explotar
Dioses en el mundo, validen el Fa"

(Por qué temer, Hong Yin (II)).

Después de recitarlo, el miedo desapareció.

Me asusté mucho cuando el PCCh se volvió muy activo en el arresto de los practicantes. Una vez, mientras hacía los ejercicios a las 4:00 a. m. sonó el timbre. Sabía que era una interferencia que trataba de asustarme, así que aumenté el envío de pensamientos rectos por más tiempo y estudié más el Fa, hasta que el miedo desapareció.

El Maestro dijo:

"El miedo puede hacer que uno cometa errores, y el miedo puede hacer que uno pierda una oportunidad predestinada. El miedo es una trampa mortal en el camino de un ser humano hacia la divinidad" (Pasen la prueba mortal, Escrituras esenciales para mayor avance (III)).