(Minghui.org) Una agricultora fue sentenciada a tres años de prisión el 4 de diciembre de 2018, por practicar Falun Dafa, una disciplina espiritual para el bienestar de la mente y el cuerpo que ha sido perseguido por el régimen comunista en China desde 1999.

La Sra. Wu Derong estuvo retenida ilegalmente durante 15 meses antes de su sentencia. Durante ese tiempo, su familia no supo que había sido arrestada o dónde estaba. Ninguno sabía lo de su juicio, tampoco. Estaban esperando a que celebrara el Año Nuevo cuando recibieron el aviso de su veredicto.

La noche de su arresto, el 18 de septiembre de 2017, se cortó repentinamente la luz en la casa de la Sra. Wu. Cuando salió a revisar el cableado, varios agentes de policía la agarraron. Sin identificarse ni mostrar una orden de registro, entraron y saquearon su casa. La Sra. Wu fue admitida en el centro de detención del distrito de Naxi la misma noche.

Esta no es la primera vez que la Sra. Wu ha sido atacada por su fe en Falun Dafa. Ella le da crédito a la práctica por haberla salvado del cáncer nasal, pero ha sido arrestada repetidamente por negarse a renunciar a Falun Dafa. Antes de esta última sentencia en prisión, estuvo recluida en un centro de lavado de cerebro durante 32 meses, en un campo de trabajo forzado durante 15 meses y en una prisión durante 3,5 años.

Falun Dafa cura su cáncer nasal en un mes

La Sra. Wu vivía en la ciudad de Luzhou, provincia de Sichuan, y solía sufrir múltiples dolencias antes de conocer a Falun Dafa. Además de un tumor nasal canceroso que le causó sordera, mareos e hinchazón, también tenía dolores de cabeza severos, una enfermedad de la piel y riñones inflamados. Las medicinas solo podían aliviar el dolor.

En junio de 1999 se convirtió en practicante de Falun Dafa y en un mes, el médico le dijo que todas sus enfermedades habían desaparecido. Se puso activa y disfrutó de la vida.

Torturada en el centro de lavado de cerebro durante 32 meses

La policía local secuestró al hijo de la Sra. Wu el 30 de diciembre de 2000 para llegar a ella. Cuando la Sra. Wu llegó a casa, la arrestaron y la detuvieron para "impedir que fuera a Beijing a apelar por Falun Dafa".

Poco después del arresto, las autoridades locales de la comisaría de Xinle llamaron a los empleadores de su marido y los presionaron para que lo despidieran porque su esposa practicaba Falun Dafa. La familia perdió dos ingresos y se encontraba en una situación financiera desesperada.

Cuatro días después de su detención, dos agentes regresaron a la casa de la Sra. Wu y la registraron ilegalmente. Cuando su esposo regresó a casa, descubrió que su dinero y los libros de Falun Dafa habían desaparecido. Cuando fue a la comisaría a preguntar por su esposa, la policía trató de extorsionarlo con 5.000 yuanes (unos US$ 728) a cambio de su liberación. La familia no podía pagarlo, así que la Sra. Wu estuvo detenida en el centro de lavado de cerebro del distrito de Naxi durante 32 meses.

La Sra. Wu y otros practicantes fueron torturados en el centro de lavado de cerebro para forzarlos a renunciar a su fe. El centro fue abolido en agosto de 2003 y fue puesta en libertad.

Torturados en un campo de trabajo forzado y sentenciados ilegalmente

La Sra. Wu fue arrestada de nuevo el 7 de marzo de 2004, solo seis meses después de salir del centro de lavado de cerebro. Fue llevada al campo de trabajo forzado de mujeres de Nanmusi y torturada durante 15 meses. Luego fue sentenciada a tres años y medio de prisión por su creencia.

Al principio el campo de trabajo se negó a admitirla debido a su peligrosamente alta presión arterial. Pero la policía simplemente la dejó allí. En el campamento, la Sra. Wu se vio obligada a permanecer de pie o sentada de 6 a. m. a 2 o 3 a. m. del día siguiente. A menudo se desmayaba de cansancio. Cada vez, en lugar de darle atención médica, el guardia la despertaba y continuaba con el abuso. Como resultado, sus piernas se hincharon mucho. También se vio privada de sueño.

La Sra. Wu tenía que hacer trabajo manual comenzando a las 6 a. m. A menudo tenía que quedarse despierta hasta las 2 o 3 a. m. del día siguiente para terminar con su cuota. Por ejemplo, tenía que separar las cerdas negras de las blancas bajo una luz tenue, lo que debilitó rápidamente su ojo. Tenía que mover objetos muy pesados y apenas tenía tiempo de descansar. No se le permitía ir al baño cuando lo necesitaba. Se vio obligada a correr. Cuando ya no podía moverse, los guardias instigaban a otros prisioneros a arrastrarla y obligarla a seguir corriendo.

La Sra. Wu fue trasladada más tarde al centro de detención de Hejiang. Durante 48 días fue recluida en régimen de aislamiento, donde fue obligada a dormir en el “lecho de muerte”. Los guardias encadenaron sus brazos y piernas a las cuatro patas de la cama, inmovilizados en una posición de águila abierta. La cama y el suelo estaban manchados de sangre, y no se le permitió limpiarse.

Fue condenada a tres años y medio de prisión en el tribunal de Hejiang en 2009.

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