(Minghui.org) Me crucé con Zhuan Falun en una librería en Linjiangmen, Chongqing en la primavera de 1997. Cuando lo abrí, vi una foto del Maestro Li Hongzhi (el fundador de Falun Dafa) vistiendo traje y corbata. Parecía tan familiar y era como si me estuviera sonriendo.

Inmediatamente compré el libro y al llegar a casa lo puse en mi mesa de té. Cuando mi hija vino de jugar afuera, vio el libro y lo tomó con cuidado. Lo miró fijamente, como si estuviera tratando de recordar algo. Después volteó hacia mí y dijo: "Mamá, ¿de dónde sacaste este libro? Lo he estado buscando desde que tenía tres años”.

Me sorprendió lo que dijo. Me dije: "Este debe ser un libro celestial". Luego me embarqué en mi viaje de cultivación en Falun Dafa.

La policía se conmueve por la bondad

Una docena de agentes de seguridad nacional del departamento de policía de Chongqing y personal de la oficina local 610, irrumpieron en mi casa en la noche del 12 de septiembre de 2003. Me negué a abrir la puerta, pero los intrusos la abrieron con una sierra eléctrica.

Con calma le pedí a la jefa de la oficina 610 que me mostrara la autorización. Ella sacó una autorización, pero el nombre que estaba escrito no era el mío. Dije: "Este no es mi nombre. Lo que están haciendo está en contra de la ley”. Se quedó sin palabras.

Después dijo: "Tendremos el documento reeditado con el nombre correcto".

Yo dije: "Pero ustedes ya han violado la ley".

Luego serví vasos de agua, corté algo de fruta y les pedí que se sentaran. Sabía que debía despertar a estas personas mientras eliminamos cualquier interferencia.

Diez años después, escuché que uno de esos oficiales fue a casa y le dijo a su suegra que los practicantes de Falun Dafa eran muy buenos y que, aunque registraron la casa de una de ellas y forzaron su puerta, les dio agua y fruta. Comentó lo bondadosa y pacífica que fui durante el incidente.

Más tarde solicitó ser transferido de la oficina 610 y se convirtió en un oficial de control de tráfico. Fueron las enseñanzas del Maestro Li las que me han enseñado a pensar en los demás incluso cuando nosotros sufrimos.

Los golpes son detenidos en el aire

Fui llevada al centro de detención del distrito de Yuzhong por el incidente de Wei Xingyan. La Sra. Wei Xingyan, una estudiante graduada de la Universidad de Chongqing, fue raptada y el incidente se hizo público. El personal de la oficina 610 me interrogó durante varios días y noches en un intento por obtener información.

Al fracasar, intentaron golpearme muchas veces, pero sus puños se detuvieron en el aire y no hicieron contacto. Sabía que el Maestro Li me estaba protegiendo de ser golpeada y me estaba dando fuerza.

Fracasan en extraerme sangre

Fui sentenciada a 10 años de prisión y transferida desde el centro de detención a una prisión.

En prisión, mi nombre fue incluido en una lista para realizar análisis de sangre. Me concentré en un pensamiento: no serán capaces de extraer mi sangre. Le pedí protección al Maestro. Cuando fue mi turno, tres reclusas observaban mientras la doctora esterilizaba mi brazo derecho y buscaba una vena. Ella dio suaves golpecitos en el dorso de mi mano para localizar la vena pero fue en vano. Aquellos alrededor estaban muy sorprendidos.

Nunca pudieron sacarme sangre durante los 10 años que estuve retenida allí.

Nunca dejé de recitar el Fa

Al darme cuenta cuán precioso era Falun Dafa, memoricé Zhuan Falun. Esto me benefició enormemente mientras estuve encarcelada sin el libro para leer. Sin importar lo malo que fuera el ambiente o que tan cansada estaba, todos los días estudiaba el Fa de las 4 a. m. a las 6 p. m., recitando dos capítulos al día de Zhuan Falun. Tan pronto como daba la hora, comenzaba a recitar el Fa. Incluso cuando me interrogaban día y noche, apagaba al interrogador para estudiar en mi mente.

Para forzar a las Dafa Dizi a renunciar a su creencia, las autoridades tenían un sistema para lavar el cerebro de las practicantes en la prisión de mujeres de Chongqing. Cada interacción con las guardias era una lucha entre el bien y el mal. Sin embargo a través del estudio del Fa diario, me llené de pensamientos rectos, lo que me ayudó a sobrevivir en el ambiente perverso sin perderme. Por lo tanto, durante los 10 años que estuve en prisión permanecí firme en mi creencia.

Guardias conmovidas por la bondad

Durante mi encarcelamiento, pude cancelar los trucos engañosos de las guardias carcelarias con compasión y dignidad. Cuando se cumplió mi tiempo, una guardia me dijo: "De hecho, todas te respetamos". Otra guardia dijo: "Al ver cuán comprometida está usted, pedí prestado un ejemplar de Zhuan Falun". Otra dijo: "Creo en Verdad-Benevolencia-Tolerancia”.

Anulación de la persecución adicional

Fui liberada de prisión y enviada a casa el 11 de septiembre de 2013. El 13 de septiembre, un miembro del personal de la organización comunitaria local, me trajo un documento. Me sorprendió leer que se consideraba que no había sido "transformada" mientras estaba en la cárcel y, por lo tanto se me sometía a tres años más de "transformación", que debían completarse en la comunidad.

Desafié a la mujer a que me mostrara la ley que permitía tal cosa. No pudo proporcionar nada. Cuando le mostré el documento a mi padre, tembló de rabia. “¡Esto es la maldad! No puedo creerlo. Metieron a una persona bondadosa en prisión por 10 años. Y ahora, ¡otros tres años!”.

Pero simplemente ignoré el documento. No fui con los oficiales con quienes debía reportarme, y nunca vinieron a mi casa. Todo esto fue debido a la protección del Maestro para que yo pudiera seguir negando la persecución. El partido comunista chino es perverso más allá de lo imaginable.

Haré mi mejor esfuerzo por hacer las tres cosas y vivir para cumplir mi misión y para la salvación misericordiosa que da el Maestro. No miraré atrás. La santidad, esplendor y dignidad de Dafa, solo pueden manifestarse a través de la cultivación sólida.