(Minghui.org) Sobornar es un mal muy conocido en toda China. La gente lleva regalos y dinero no solo a los funcionarios de gobierno, sino también a maestros y médicos, esperando recibir un mejor tratamiento a sus familiares.

A los maestros de mi jardín les hablo sobre los principios de Falun Dafa, Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y les explico lo que significa aceptar regalos o sobornos. Esto ayudó a que mi jardín sea un ambiente libre de regalos.

Practicando Dafa

Una amiga me visitó y me sugirió que intentara practicar Falun Dafa, y me trajo Zhuan Falun, el libro principal de Dafa. Comencé a leerlo. Cuando estaba leyendo la Lectura Segunda, me quedé sorprendida porque se abrió mi tianmu.

Cuando continué leyendo al día siguiente, me sentí como si estuviera sentada en una nube. No podía sentir mi cuerpo, y leí por tres horas y media sin sentir ningún dolor.

Me dormí mientras leía el libro el tercer día. Escuché algo rotar en mi pecho y me pregunté si era el Falun. Luego sentí un pequeño Falun rotando por todo mi cuerpo. Después de terminar de leer Zhuan Falun dejé de sentir dolores, no más dolores de cabeza, y mis síntomas de reumatismo desaparecieron.

Resistiendo la tentación

Trabajo en un jardín. Los padres de los niños todos quieren dar a los maestros regalos durante las festividades. Después de comenzar mi camino de cultivación, me di cuenta que ya no tenía que aceptar más los regalos.

Una vez estaba comprando frutas con mi hijo, el vendedor me dijo: “La ciruela está muy dulce. ¡Pruébela!” Mi hijo tomó una y la comió.

Esto no estaba bien así que compré una libra de ciruelas y le di una de vuelta al vendedor. El vendedor se sorprendió mucho.

Sin embargo, hubo veces en que era muy difícil rechazar un regalo, especialmente cuando los padres me daban algo que realmente me gustaba.

Una vez una madre me dio un brazalete de oro. Nunca había visto un brazalete tan bello. No podía evitar mirarlo, pero dentro de mi corazón sabía que estaba mal aceptarlo. Así que le escribí una carta explicándole que los practicantes de Falun Dafa no aceptamos regalos. Le envié la carta con el brazalete cuando su hijo fue a la casa después de clase.

Entonces me compró chocolates. Para que no se ponga triste de nuevo, acepté los chocolates y los compartí con las demás maestras. Ella dijo: “¡Puedo confiar completamente en ti!”. Incluso dijo que le gustará abrir un jardín para que yo lo dirija.

Otra vez el director del buró de educación pública provincial, cuyo nieto estaba en nuestro jardín, me regaló un reloj. No quise aceptarlo, pero no pude resistir. Luego tuve un sueño esa noche –el reloj se convertía en una cigarra y tomó mi muñeca. Me costó mucho quitármela.

Al día siguiente le escribí una carta al director diciéndole que era una practicante de Dafa y que no aceptaba regalos. Le aseguré que trataba a todos los niños por igual. Le devolví el reloj.

Con el tiempo mi deseo por las cosas materiales disminuyó y pensé cada vez en las necesidades de otros. Cuando los padres compraban un regalo, no lo aceptaba y decía que ya no era fácil criar un hijo sin tener que dar regalos a los maestros.

Estableciendo un ambiente libre de regalos

En el 2010 me ascendieron a directora del jardín. Expliqué mi visión sobre los regalos a todos los maestros y ellos estuvieron de acuerdo conmigo. Luego les dijimos a los padres que éramos un jardín libre de regalos. Hicimos que todos los padres y maestros firmen una promesa de no traer ni aceptar regalos.

Un padre trajo una canasta de cerezas de su viaje a otra ciudad. Los maestros me trajeron la canasta.

El padre dijo: “Solo quiero mostrarles mi aprecio -mi niño era muy travieso y su maestra es realmente buena con él. Además, con todas estas cerezas, ¿qué voy a hacer si no las comen?

Decidí aceptarlas. Calculé el costo y lo deduje del costo de la matricula del niño. Les dimos las cerezas a los niños por la tarde como aperitivo.

Otro padre trajo tres cajas de pasteles de luna a la maestra de su hijo. La maestra no las aceptó. El padre dijo: “Nunca he visto a alguien que no acepte regalos. ¡Los maestros de este jardín son de calidad superior!”.

Algunos padres agregaban dinero al plan de los teléfonos celulares de los maestros. Les devolvimos el dinero. Algunos padres comenzaron a darles a los maestros sobres rojos (con dinero adentro), el cual usábamos como parte de la matrícula de los niños.

Los padres y maestros entendieron que Falun Dafa me trajo cambios positivos a mí y a mis colegas. Todos quedaron asombrados y muy agradecidos.