(Minghui.org) Tuve un aborto espontáneo a finales de 2012. Como resultado, decidí dejar mi trabajo y recuperarme en casa por un tiempo.

Pero mi salud empeoró a partir de ese momento. Empecé a buscar tratamientos por todas partes, pero nada me ayudaba.

Estaba frustrada y, al enfrentarme a tal desesperación, tomé la determinación de practicar verdaderamente Falun Dafa.

En realidad, mis padres comenzaron a practicar Falun Dafa cuando yo cursaba la secundaria. Aunque hice los ejercicios durante varios días con mi mamá, nunca terminé de leer Zhuan Falun.

Sin embargo, Dafa está profundamente arraigada en mi corazón y tampoco cambió en medio de la persecución a los practicantes por parte del partido comunista chino (PCCh); supe entonces, como sé, que Falun Dafa es justo.

En estos años de mi cultivación, parecía ser diligente en hacer las tres cosas y también había memorizado Zhuan Falun varias veces.

Pero, no podía pasar bien las pruebas de xinxing y sentía que estaba atascada en un nivel y no podía mejorar más.

Cuando encontraba conflictos con familiares que no practican, a menudo no podía controlarme y siempre quería tener la razón. Me enojaba con mi hijo de dos años por asuntos triviales y constantemente peleaba con mi esposo.

Más tarde lo lamentaba, pero el ciclo se repetía una y otra vez. ¡Me sentía muy molesta conmigo!

Recientemente, ni siquiera conseguía calmarme lo suficiente para estudiar Dafa, lo hacía como si el estudio fuera una tarea. Aunque recitaba las enseñanzas, no podía ver los principios de Dafa a un nivel más profundo como otros practicantes.

Quería avanzar a grandes pasos, pero no lograba encontrar la causa de mi problema. Pensé que quizás estaba influenciada por la cultura del partido, así que escuché repetidamente la grabación de los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista Chino y la Disolución de la Cultura del PCCh.

Encontré que algunos de mis problemas eran atribuibles a la cultura del partido.

Más tarde, leí un artículo con el título: "Distinguiendo mi verdadero "yo" de mi falso "yo" y cultivándome sólidamente", en el sitio web de Minghui.

Me pregunté: ¿Cuál es mi apego fundamental? Creo que el Maestro Li vio que realmente quería mirar hacia adentro, y me ayudó.

Descubrí que mi apego fundamental es la búsqueda de la felicidad y consuelo en este mundo humano. También entré en Dafa buscando curar mis problemas de salud.

Con la práctica, mi malestar físico desapareció. Así que me olvidé de todo esto.

En realidad, inconscientemente estaba tratando de usar Dafa para obtener beneficios como la buena salud que la gente no podría obtener si no se cultiva. Quería vivir bien en este mundo humano ¡Qué pensamientos tan impuros!

El Maestro dijo:

"Por ejemplo, algunas personas que antes estaban en contra de Dafa o que no creían en Dafa también han venido a aprender para practicar la cultivación en Dafa. Dafa puede salvar a todos los seres. No me opongo a que cualquiera venga a aprenderlo y de hecho he estado enseñando Dafa a todos los seres. El punto clave es que en sus corazones estas personas no me consideran como su maestro genuino. El propósito suyo en aprender Dafa es para usarlo para proteger cosas a las que no pueden renunciar en corazones, cosas en la religión, o dios. Esto es un acto de robar el Fa. La intención de aprovecharse del mismo Dafa es un pecado imperdonable. Sin embargo, para algunos de ellos el lado humano de su mente no está completamente claro; por eso, desde el comienzo he estado observándoles" (Dafa no puede ser utilizado, Escrituras esenciales para mayor avance).

No me había cultivado con la intención de mejorarme o iluminarme. Acababa de entender por qué no tenía la alegría que percibía en los practicantes cuando encontraban Dafa por primera vez. A menudo, los escucho arrepentirse de haber llegado tan tarde a obtener Dafa. Yo, en cambio, ¡entré en Dafa con un corazón tan impuro!

Es peligroso aferrarse a este apego fundamental; Había actuado como una extraña, como alguien que no practica.

Una vez, la policía vino a mi casa para acosarme porque presenté una denuncia contra Jiang Zemin, el exlíder del PCCh, que inició la persecución de Falun Dafa. Mi madre aprovechó la oportunidad para contarles los verdaderos hechos sobre Falun Dafa. Incluso empezó a discutir con uno de los policías que difamaba a Dafa.

Ayudé a mi madre, pero sentí que no era asunto mío. Más tarde me pregunté por qué me sentía así; llegué a la conclusión de que el miedo era la causa del problema.

Normalmente, me defendería si otros me criticaran. La verdadera razón era que, en el fondo, ¡no me consideraba una practicante de Dafa!

El Maestro explicó:

"Cuando otra gente ataca a Dafa, si sientes que no están atacándote, entonces no eres miembro de Dafa" (Exponiendo el Fa en el Fahui de Australia).

¿Por qué mi apego fundamental ha sido escondido tan profundamente y descubierto tan tarde? He estado protegiendo al "falso yo" que buscaba la felicidad humana, aferrándose al mundo humano.

Pensé que era mi verdadero yo.

El Maestro señaló:

"Como cultivador, si meramente dejas las cosas superficialmente, mientras dentro de tu corazón aún te aferras a algo o te aferras a tus propios intereses personales, los cuales no permites que sean dañados, ¡te digo que tu cultivación es una cultivación falsa!" (Exponiendo el Fa en el primer Fahui de Norteamérica).

Antes de practicar la cultivación, siempre estaba muy preocupada por salvar las apariencias. No podía aguantar ser criticada.

Discutía con los demás aunque supiera que tenían razón. Era incapaz de admitir que estaba equivocada. Trataba de hacerlo mejor para ser la mejor. Esto también era así en mi puesto de trabajo.

Trabajaba duro, no porque fuera responsable, sino porque no podía consentir que otros me criticaran. Este apego se había ido formando durante mucho tiempo, y era difícil deshacerse de él.

En realidad, muchos de mis apegos se debían a la protección de este falso "yo". Una vez que descubrí este apego fundamental, fue fácil detectar otros apegos.

Entonces lograba agarrarlos rápidamente y eliminarlos. Estos conflictos siempre resultan ser cosas buenas en la cultivación.

Ahora me siento una de las verdaderas discípulas de mi Maestro. ¡Gracias, Shifu!