(Minghui.org) La fecha era 22 de marzo de 2017. Nevaba y soplaba mucho viento, y el camino estaba resbaladizo.

Conducía muy rápido, ya que tenía prisa por llegar al trabajo a tiempo. Cuando el semáforo se puso en rojo en la siguiente esquina, ya era demasiado tarde para parar. Pisé el freno, pero el automóvil siguió avanzando.

Me dirigía hacia el este. Un gran camión con un remolque se dirigía hacia el oeste en el tercer carril. Había un taxi y un sedán viajando en el primer y segundo carril, girando también hacia el oeste. Me estaba deslizando hacia ellos y visualicé un terrible choque.

Mi mente se quedó en blanco y no sabía qué hacer. "¡¿Quién puede ayudarme?!". De repente pensé en Shifu y grité: "Shifu, ¿qué puedo hacer? Por favor, ayúdeme. ¡Shifu!".

Las lágrimas cubrieron mi cara. Mi auto pasó junto al taxi y al sedán, que había disminuido la velocidad, me seguía moviendo hacia el este y estaba a punto de chocar contra el remolque. De repente, el camión giró hacia la izquierda y hubo un pequeño espacio. Conduje a través de esa brecha.

Después de cruzar la bocacalle, el camión todavía estaba girando. Era imposible evitar un accidente, pero no hubo ningún accidente. Shifu me había cuidado.

Es verdad que Shifu cuida a sus practicantes y los protege.

Distribución de materiales de clarificación de la verdad exitosa después de eliminar los apegos

Exponer la persecución y aclarar la verdad son parte de la misión de un practicante. Otro practicante y yo estudiamos el Fa cada noche antes de salir a distribuir materiales informativos de Dafa.

Una noche fuimos a un área residencial cerrada, para la cual se necesitaba una tarjeta de residente para ingresar a cualquiera de los edificios.

Podíamos pasar por la entrada principal. Los edificios tenían algunas puertas cerradas con llave, pero otras no. Simplemente seguimos a las personas que entraban o salían del edificio. Distribuimos materiales de puerta en puerta. Las cosas transcurrían suavemente y no nos dimos cuenta de que estábamos desarrollando el apego al fanatismo. "¿Quién dijo que era difícil ingresar a estos edificios? Es muy fácil", dijimos.

Luego, fuimos a un edificio donde la puerta no estaba completamente cerrada, pero no importa cuánto lo intentáramos, no podíamos abrir la puerta. Decidimos dejar ese edificio para el final.

Tras terminar de distribuir los materiales en los otros, regresamos a ese, pero aun no podíamos abrir la puerta. Casi nos damos por vencidos. Me preguntaba por qué no podíamos ingresar a este edificio mientras todos los demás fueron fáciles. Si abandonábamos aquí, es posible que no tuviéramos la oportunidad de regresar, y las personas en él perderían la oportunidad de leer los materiales de clarificación de la verdad.

Miré hacia adentro y me di cuenta  que había desarrollado el apego al fanatismo. Pensé que era mejor que otros, así que podía hacer lo que otros no podían hacer.

Shifu dijo:

“Las viejas fuerzas no se atreven a oponerse a nuestro esclarecimiento de la verdad o a que salvemos a seres conscientes. La clave es no dejarles que se aprovechen de las lagunas en su estado mental cuando hacen cosas”.  (Enseñando el Fa en el Fahui de Boston 2002)

El Fa de Shifu me dijo que Él es quien realmente salva a las personas, y nosotros solo somos los ayudantes.

Cuando encontré mi apego, lo eliminé de inmediato y purifiqué mis pensamientos. Dije en mi mente: "Maestro, por favor, ayúdeme a abrir la puerta. Necesitamos distribuir materiales de aclaración de la verdad a las personas que viven aquí”. Luego oí un clic y se abrió la puerta. Estábamos tan sorprendidos que no pudimos decir una palabra, solo nos miramos el uno al otro.

Shifu dijo: 

"En cuanto se deshagan de la mentalidad humana, el mal naturalmente desaparecerá"

 (No estén tristes, Hong Yin (ll))