(Minghui.org) Cuando Shen Mu, practicante de Falun Gong, fue al Parque Xiangshan para unirse a la práctica grupal de Falun Gong en la mañana del 25 de abril de 1999, notó que había menos gente de lo habitual.

Al preguntarle a otro practicante, se enteró de que sus colegas habían ido al ministerio nacional de apelaciones junto al complejo comunista de Beijing para solicitar la liberación de 45 practicantes de Falun Gong que habían sido injustamente arrestados en Tianjin, una ciudad al este de Beijing.

El gobierno de Tianjin informó a los practicantes locales de Falun Gong que el problema solo podía ser resuelto por altos funcionarios del gobierno en Beijing. Así que los practicantes acudieron al ministerio nacional de apelaciones en Beijing.

Shen decidió ir también al ministerio de apelaciones. "Después de escuchar que habían arrestado a otros practicantes, me sentí obligado a hablar por ellos", recordó Shen.

Tomó un autobús y fue a la calle Fuyou, donde vio a muchos practicantes de Falun Gong parados tranquilamente en filas a ambos lados de la calle. Estaba encantado de ver a tanta gente haciendo cola pacíficamente en una zona muy concurrida de Beijing.

Del desconocimiento, a sentirse agradablemente sorprendida

Heidi no asistió al ejercicio grupal esa mañana. Otro practicante le había dicho que los practicantes de Falun Gong en Tianjin habían sido arrestados y que todos debían ir a la oficina de apelaciones.

Se dirigió en bicicleta hacia la oficina de apelaciones. Ella pidió direcciones, ya que no sabía la ubicación exacta de la oficina. Llegó a la calle Fuyou un poco después de las siete de la mañana. Mucha gente hacía cola a lo largo de la calle y llegaba más gente.

"Al principio no sabía que eran practicantes de Falun Gong", dijo Heidi. "No conocía a ninguno de ellos. Me acerqué y miré a mi alrededor. Vi que algunos estaban leyendo Zhuan Falun, el libro principal de Falun Gong. Me dijeron que eran practicantes de Falun Gong".

Se sorprendió gratamente al ver a tantos practicantes. Acababa de graduarse de la universidad y no tenía ni idea si necesitaba hablar con el personal de la oficina de apelaciones.

Más tarde conoció a una practicante local. Se pararon juntas y esperaron en la fila.

Nuevo practicante se beneficia de practicar Falun Gong

Connie era una practicante que voluntariamente coordinaba un sitio de práctica. Ella llevaba un reproductor de casetes para poner la música de los ejercicios y practicar Falun Gong con otros a las 4:00 a. m. En la mañana del 25 de abril, les contó sobre la apelación.

Volvió a casa después de la práctica en grupo, y dejó una nota para su marido y su hija, ya que todavía estaban durmiendo. Luego se dirigió a la oficina de apelaciones.

Connie vio a muchos oficiales de policía parados en la intersección de las calles Fuyou y Changan. Muchos practicantes pidieron indicaciones y la policía los condujo a la calle Fuyou, al oeste del complejo comunista.

Ella llevaba practicado Falun Gong un año en ese momento. Tenía más de 30 años y había sufrido muchas enfermedades antes de empezar a practicar Falun Gong, y solía tener un mal temperamento debido a su mala salud. Se recuperó de la enfermedad poco después de empezar a practicar Falun Gong.

Empezó a ocuparse de su casa y a hacer las tareas que su marido había estado haciendo debido a su mala salud anterior.

Manifestación pacífica

Connie recordó: "Cerca de 10 000 practicantes de Falun Gong estaban tranquilamente parados en la acera. La policía parecía relajada y fumaba y charlaba. Los practicantes más tarde recogieron las colillas de cigarrillos de los policías y las arrojaron a los contenedores de basura".

Shen Mu recordó: "Estuve en una primera fila durante todo un día. Ocasionalmente, un practicante pasaba y nos preguntaba si necesitábamos agua o comida. Si alguien de la primera fila se iba, otros ocupaban ese lugar.

"Cuando la policía andaba por ahí, los practicantes los saludaban. La policía nos entendía".

"Al ver a estos practicantes desconocidos, sentí que el grupo era maravilloso, y me sentí orgullosa de ser uno de ellos", dijo Heidi.

Se pararon en la primera fila y notaron que había gente tomando videos y fotos.

Unos pocos practicantes representantes mantuvieron un diálogo con el gobierno, y la cuestión se resolvió pacíficamente. La policía de Tianjin liberó a los practicantes injustamente arrestados. El gobierno central declaró que el gobierno nunca interfirió con la práctica pública de Falun Gong.

Escuchando las buenas noticias, los practicantes de Falun Gong regresaron a casa.

Testigos presenciales

Un día después de la manifestación del 25 de abril, cada participante en la manifestación enfrentó peligro y presión.

Heidi recordó: "Mi supervisor nos preguntó si habíamos ido a la oficina de apelaciones. Todos sabían quién en la unidad de trabajo practicaba Falun Gong. Aunque los medios de comunicación informaron que no hubo persecución, la presión estaba aumentando”.

"Más y más policías vestidos de civil empezaron a monitorearnos en el lugar de la práctica en grupo. La manifestación pacífica no cambió la decisión del partido comunista de perseguir a Falun Gong". El régimen comunista inició la persecución el 20 de julio.

Shen Mu era estudiante de doctorado en la Academia China de Ciencias. Su participación en la manifestación del 25 de abril se convirtió en una excusa para ser perseguido después del 20 de julio. Aunque defendió su tesis con éxito, la Academia China de Ciencias no le otorgó el título de doctorado, ya que se negó a renunciar a su creencia.

Shen regresó a casa y trabajó en una universidad. Su esposa fue arrestada por enviar por correo materiales informativos de Falun Gong y luego fue torturada hasta la muerte en un campo de trabajos forzados. Shen fue puesto bajo arresto domiciliario durante siete años por explicar qué era Falun Gong a sus estudiantes.

Más tarde emigró a los Estados Unidos. Después de experimentar altibajos, finalmente se mudó a St. Louis, Missouri.

Heidi se fue de China poco después de que comenzara la persecución y prosiguió sus estudios de postgrado. Trabajó en varias ciudades de los Estados Unidos, y finalmente se estableció con su esposo en St. Louis también.

Connie nunca pensó en ir al extranjero y vivió en Beijing después de que comenzara la persecución. Continuó practicando Falun Gong a pesar de que eso significaba arriesgarse a ser arrestada. Cuando distribuyó los materiales informativos de Falun Gong en 2009, la policía la notó. Entonces, se fue de casa para no implicar a su familia.

A su hija no se le permitió inscribirse en la universidad debido a la política de implicación practicada por el partido comunista chino. En vez de eso, estudió en los Estados Unidos y también vino a St. Louis.

Las tres personas no se conocían hace 19 años cuando participaron en la manifestación del 25 de abril, pero se conocieron en St. Louis muchos años después, y desde entonces han trabajado juntas para generar conciencia sobre la persecución de Falun Gong.

Al recordar la manifestación del 25 de abril, se emocionaron.

Shen recordó: "Fue un momento histórico que fue solo una vez en nuestras vidas. En los últimos 19 años hemos trabajado para poner fin a la persecución. Me di cuenta de que la apelación del 25 de abril fue una oportunidad para que el partido comunista chino se alineara correctamente. Pero el régimen depravado eligió perseguir a la gente buena, gente que seguía los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia”.

"Los practicantes de Falun Gong expusieron las mentiras del partido. Desde entonces, más y más gente ha llegado a conocer la naturaleza malvada del partido y la brutalidad de la persecución. El colapso del partido es inminente".