(Minghui.org) Tengo 72 años y vivo en una aldea remota. He pasado por muchas tribulaciones en mi vida. Mi familia tenía terrenos antes de que los comunistas tomaran China, y todos eramos bien educados. El partido comunista chino (PCCh) nos quitó los terrenos y otras propiedades. Quedamos sin dinero y vivíamos una vida miserable.

En la escuela, me acosaban porque pertenecía a mi familia. Tenía mala salud, así que dejé la escuela. Sufría muchas enfermedades, incluyendo reumatismo y dolores en las piernas. Tenía los pies torcidos. Tomaba muchas medicinas y sufría mucho.

Mi hermana me pidió que practicara Falun Dafa el 27 de abril de 1998. Un primo que era conocido en nuestra área también practicaba Falun Dafa, así que sabía que era una práctica buena. Todas mis enfermedades desaparecieron luego de practicar por solo 20 días. Por primera vez en mi vida, disfruté de la buena salud.

Pies torcidos se enderezan

Al segundo día luego de comenzar a practicar, sentí una corriente de energía pasar de mi cabeza a mis pies, y me di cuenta que era una señal de que mi cuerpo estaba siendo purificado. Me sentí feliz, pero seguí pensando en que tenía los pies torcidos.

Dos días después seguía pensando en ello. Pensé que la meditación sentada podría ayudar a enderezarlos. Me senté en meditación por media hora y me dolían mucho las piernas. Las bajé, pero los pies todavía estaban torcidos. Pensé que sería genial si mis pies se volvían normales. Al pensarlo, le dije a mis pies: "Por favor, enderésence".

Mi pie derecho se enderezó. Quedé impactada, y no lo hubiera creído si no lo hubiera visto. Mi otro pie se curó después.

¡Es un libro celestial!

Era analfabeta y no podía leer. Cuando Zhuan Falun fue pubicado, compré una copia para mi y para mi familia.

Quería leer el libro, así que le pedí a todos que me enseñaran a leer caracteres chinos. Hasta le preguntaba a gente en la calle cómo leer las palabras. Gradualmente, pude leer las palabras en el libro, y lo leía todos los días. Un día vi que cada palabra en el libro emitía una luz de color plata. Me conmoví hasta las lágrimas.

Familiares saben que Falun Dafa es bueno

Mis familiares fueron testigos del poder de Falun Dafa y vinieron a aprenderlo. Establecí un sitio de práctica en mi casa. Docenas de trabajadores en la fábrica de mi familia sabían que Falun Dafa era bueno, y muchos se beneficiaron gracias a Dafa. Mi prima y su esposo eran bien conocidos en mi área. Una vez que aprendieron Falun Dafa comenzaron a practicarlo. Varios parientes también vinieron a aprenderlo. Todos mis familiares se han beneficiado de Dafa.

Uno de mis primos renunció al PCCh. Hubo un accidente, y su automóvil iba directo a los automóviles estrellados. No pudo girar a tiempo y cerró sus ojos. Cuando los abrió vio que su automóvil estaba bien. Se dio cuenta que Falun Dafa lo había protegido. Le dijo a todos lo bueno que es.

Permaneciendo diligente en la cultivación

Me reportaron a la policía un día en el 2003 y me llevaron a un centro de lavado de cerebro. El policía dijo que me liberaría si les daba información sobre otros practicantes. Claro que no le dije nada. Continuaron preguntándome donde había obtenido mis materiales de Dafa. Les dije que los había recogido en las calles.

Intentaron forzarme a renunciar a Falun Dafa. Me golpearon severamente porque no cooperaba. Un policía me golpeó en la espalda y dejó una profunda huella que duró largo tiempo. Pensé en Shifu Li (el fundador de Falun Dafa) y le pedí ayuda. Luego no sentí dolor cuando me golpearon. Agradecí a Shifu por ayudarme. Me liberaron 13 días después.

Mi hijo quería vengarse de la persona que me había reportado a la policía. Le pidió a sus amigos que lo golpearan. Los detuve y les dije: "Por favor, no tomen venganza. Sino, seran igual que él".

"Soy una practicante de Falun Dafa, y ustedes también deberían seguir los principios de Dafa". "Puede que le haya hecho cosas malas en vidas anteriores, y en esta vida me encontré con él para que me ayudara a resolver esta mala relación. Deberíamos tratar a todos amablemente y no vengarnos". Él y sus amigos me escucharon y no golpearon a la persona.

Dejando ir el miedo

Todos los días salgo a hablar con la gente sobre Falun Dafa. He hablado con muchas personas y he tenido muchas experiencias maravillosas.

Me encontré con un señor de más de 50 años, le di un volante y le deseé un buen futuro. Me dijo: "¿Sabes quien soy? Soy un policía a cargo de arrestar a practicantes de Falun Dafa".

Me detuve y le sonreí. Me amenazó un poco más. Mi corazón no se movió. Le dije: "Merece ustes ser feliz y estar a salvo. Era predestinado que nos encontraramos para que usted pudiera escuchar la verdad sobre Falun Dafa y tuviera la oportunidad de despertarse. Esta es una rara oportunidad que no debería perder. Que nos hayamos encontrado es para su beneficio".

Su actitud cambió, aceptó el volante y me dejó ir.

Me preocupaba que me fuera a seguir, pero me di cuenta inmediatamente que ese no era un pensamiento recto. Sabía que me estaban protegiendo.

Abandonando a través de la cultivación el apego a los intereses personales

Los hermanos de mi esposo nos visitaron en el Año Nuevo Chino. Los tratamos bien y cenamos juntos. Al día siguiente descubrí que un "sobre de la suerte" con 200 yuanes había desaparecido. Sospechaba que la hermana de mi esposo lo había tomado.

Me molesté. No cuidaba de su madre de 86 años de edad, pero se llevaba toda su pensión. Debe de haber sido ella quien tomó el dinero.

Mi esposo se molestó y dijo muchas cosas malas sobre su hermana. Quería enseñarle una lección. Después de un rato, ambos nos dimos cuenta que no era accidental que habíamos experimentado este accidente.

Shifu dijo:

"...nosotros los cultivadores hablamos de seguir el curso natural: si algo te pertenece, no lo pierdes, y si algo no es tuyo, no lo consigues por más que luches" (Zhuan Falun).

Miramos adentro y descubrimos que teníamos apegos a los celos, competir, quejarnos y a intereses personales. Pensábamos sobre cuán egoísta era la hermana de mi esposo porque tomaba el dinero de la pensión de su madre y nos dejaba hacer todas las tareas de la casa. Sentimos injusticia en nuestros corazones.

Nos dimos cuenta de que era una oportunidad para que dejáramaos ir nuestros apegos. En realidad, ella nos estaba ayudando a mejorar nuestro carácter moral. Deberíamos agradecerle desde el fondo de nuestros corazones.