(Minghui.org) Tengo cerca de 80 años y fui soldado en la década de los 60. Después de que me despidieron del ejército, trabajé en una organización gubernamental. Me retiré en la década de los 90. Cuando descubrí Falun Dafa en 1996, finalmente sentí que había encontrado el significado de la vida.

Asimilándome a Verdad-Benevolencia-Tolerancia

Mi esposa y yo empezamos a practicar Falun Dafa en junio de 1996. El dolor de hombro, el dolor del nervio ciático y los problemas gastrointestinales desaparecieron poco después. La salud de mi esposa también mejoró. Estaba profundamente agradecido por mi renovada salud y empecé a cultivarme diligentemente.

Salíamos todas las mañanas para hacer los ejercicios y leer el Fa con un grupo cada noche. Viví según los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y me deshice de muchos malos hábitos, como beber y fumar. Mi conductor fue el primero en darse cuenta de que había cambiado. Se fue a casa y le dijo a su esposa, que también estaba impresionada, y ellos y su hijo también comenzaron la práctica.

No solo mejoró mi salud, sino que también aumentó mi energía, y pude ver y resolver problemas interpersonales de manera más comprensiva.

Por ejemplo, debido a los conflictos de gestión en una oficina satelital, las cosas no iban bien. Mi superior me envió a resolver la situación y me dijo que podía tener todo lo que necesitaba para hacerlo bien. Le dije que no necesitaba nada y le agradecí su confianza.

Promoví Falun Dafa y les conté a los trabajadores de la oficina sobre los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Ellos vieron bondad en mis acciones. Aprendieron que Falun Dafa es una antigua escuela de autocultivación, y algunos también comenzaron a practicar. Los que no practicaban, al menos aprendieron a ser mejores personas. La situación en el trabajo cambió rápidamente y a finales de ese año, esa oficina era una de las más avanzadas de la empresa.

Trabajando en el gobierno local, a veces tuvimos que trabajar con compañías y empresas de la comunidad y ayudarles a resolver problemas. Una vez, un gerente de una empresa local nos pidió ayuda. Hice un poco de coordinación y resolví su problema de liquidez, ahorrándole decenas de miles de yuanes. Al final de ese año, me trajo un bono de su compañía.

Lo detuve y le dije: "Me pagan un sueldo. Lo que hice por ti fue parte de mi trabajo. No tomaré tu dinero. Practico Falun Dafa, y nuestro Maestro nos enseña a seguir Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Quedó profundamente impresionado: 'Los cultivadores son diferentes. Si todos los funcionarios del gobierno se comportaran como tú, nuestra nación no estaría en el lío en el que se encuentra ahora'". Me dijo que promocionaría Falun Dafa en su compañía y me prometió que lo practicaría después de jubilarse.

Lo hice bien en el trabajo, y mi superior quería ascenderme, pero se topó con la resistencia de la administración. Se sentía mal por no poder cumplir su promesa. Lo consolé y le dije que, después de aprender Falun Dafa, ya no estaba apegado a la fama y a la ganancia como antes. Le dije que seguiría haciendo un buen trabajo me ascendieran o no. Me agradeció mi consideración. Cuando otras personas en el trabajo oyeron hablar de nuestra conversación, pensaron que era un tonto. Solo sonreí.

Después de retirarme, muchas empresas querían que trabajara para ellas como consultor. Las rechacé a todas. Más tarde, cuando me arrestaron por repartir folletos de Falun Dafa, los directores ejecutivos de varias empresas vinieron a visitarme y respondieron por mi inocencia. Le dijeron al personal del poder judicial que no persiguiera a una buena persona como yo.

Aclarando la verdad a los que han sido engañados

Cuando comenzó la persecución, la oficina 610 ordenó al poder judicial que vigilara a los practicantes de Falun Dafa en su distrito. Yo era su objetivo principal.

Hicieron arreglos para que la gente me siguiera y me vigilara, intervinieron el teléfono de mi casa y el teléfono celular, y revisaron mi correo y mis paquetes.

Seis personas se turnaron para seguirme. Tan pronto como salía, dos personas aparecían detrás de mí. Era muy difícil para ellos seguirme, ya que fui instructor de cómo seguir a alguien cuando estaba en el ejército. Los perdía fácilmente y luego los vi peleando entre ellos cuando no pudieron encontrarme.

Repentinamente aparecí entre ellos y les pregunté por qué estaban peleando. Estaban avergonzados y no sabían cómo responder. Les pregunté por qué me seguían. Dijeron que era porque practicaba Falun Dafa.

Varios días después, aparecieron dos nuevos agentes y hablé con ellos también. Entonces aparecieron dos más, una y otra vez. A lo largo de dos años, hablé con más de 30 personas y nadie volvió a seguirme. Esto enfureció a la oficina 610.

Conociendo mis derechos legales, me niego a firmar

Cuando me arrestaron en diciembre de 2004, agentes vestidos de civil allanaron mi casa. En la estación de policía, dos agentes me interrogaron: "Esto es serio. Será mejor que coopere e informe de todo, de lo contrario...". No le contesté.

Intentaron engañarme: "Su compañero practicante dijo que usted fue quien proporcionó los folletos". "¿En serio?", pregunté. "¿Quién era ese? ¿Hombre o mujer? ¿Cuántos años?". No podían contestar. Así que no obtuvieron nada de mí.

Un oficial estaba furioso y empezó a gritarme: "¡Estás jugando!".

Les recordé sus reglamentos: "El interrogador no debe perder los estribos, volverse irracional o usar la fuerza". Se sorprendieron de que yo lo supiera todo y admitieron que actuaban bajo las órdenes de la oficina 610 y que no se comportarían de esa manera.

Sin embargo, me retuvieron en un centro de detención durante un mes. El día que me liberaron, el oficial que manejó mi caso quería que firmara una garantía que no practicaría más Falun Dafa. Le dije: "No cometí un crimen practicando Falun Dafa. Son ustedes los que violan la ley. La constitución concede a los ciudadanos libertad de creencia". Aparté el documento y me fui.

No me dejaron en paz y siguieron acosándome. Al final, detuvieron a mi hijo en la estación de policía y me dijeron que tenía que ir a firmar un documento para que mi hijo fuera liberado. Cuando llegué, el personal de la oficina 610 ya estaba allí.

El jefe de la oficina 610 dijo sarcásticamente: "¡Es tan difícil invitarte!". Les pregunté por qué no habían venido a mi lugar de trabajo o a mi casa para hablar. "Bueno, pensamos que podría dejar una impresión negativa".

"¿De verdad? ¡Qué considerado eres! Cuando usted allanó mi casa y me llevó lejos, ¿pensó en causar una impresión negativa entonces, también? Cuando me ordenó venir a la comisaría de policía, eso es una citación, según los tribunales. Pero tienes que proporcionar cuatro condiciones para poder llamarme. ¿Podría decirme en cuál de las cuatro condiciones califico?". Se quedaron sin palabras y se fueron.

Poco después de eso, el subsecretario del partido me dijo que el personal de la oficina 610 quería verme. Estuve de acuerdo, pero dije que solo tenía 30 minutos. Llegué 30 minutos antes y hablé con el subsecretario. Le conté información básica sobre Falun Dafa, la persecución que sufrí a manos de la oficina 610, y cómo me beneficié de mi cultivación. Me dijo que yo era un empleado de la empresa y que tenían que respetar a la empresa y que no podían llevarme sin avisar a la empresa.

El personal de oficina 610 llegó casi una hora tarde. Cuando llegaron, mi esposa me había llamado y me dijo que tenía que volver a casa inmediatamente, que era una emergencia. Intentaron detenerme, pero el subsecretario les dijo que me dejaran ir. También les dijo que si querían hablarme de nuevo, tenían que venir a la compañía, no ordenarme ir a la comisaría. ¡Sabía que Shifu me estaba protegiendo!

Aclarando la verdad a los oficiales que vinieron a mi casa

En julio de 2015, presenté una querella contra el exlíder del partido comunista chino Jiang Zemin ante el tribunal popular supremo. Un oficial de la policía local vino a acosarme en casa y me preguntó por qué presenté una denuncia penal contra Jiang Zemin.

Respondí: "Antes que nada, ustedes están violando la ley al hacerme estas preguntas. Presenté el caso ante el tribunal supremo y la procuraduría suprema. No tienes derecho a hacerme esas preguntas. Segundo, la ley protege a los demandantes".

Parecían interesados en saber por qué violaban la ley, así que les dije que era un derecho humano básico de los ciudadanos. Les di algunos conocimientos legales básicos, así como información sobre Falun Dafa, la historia de los años de persecución y el número de vidas perdidas.

Al final, parecían haber aprendido algo y no insistieron en que firmara el documento. Ya no vinieron a acosarme.

Durante la Cumbre del G20 en 2016, un oficial de policía local vino a mi casa y quiso sacarnos sangre a mi esposa y a mi. Le pregunté por qué. Dijo que le dijeron que era para establecer una base de datos nacional. Le pedí documentación. Dijo que era una instrucción telefónica.

Le había aclarado la verdad muchas veces en el pasado, y ya había renunciado al partido. Le dije una vez más que no debía seguir participando en la persecución y que necesitaba pensar en su futuro y el de su familia. Finalmente lo entendió y se fue.

Más tarde, cada vez que pasaba algo parecido, me advertía de antemano para que yo estuviera preparado para aclarar la verdad a los que venían a visitarme.

Todavía tengo que ponerme al día con mis compañeros practicantes. Seguiré a Shifu, me asimilaré al Fa y cumpliré mi misión.

Por favor, sean amables de señalar las fallas.