(Minghui.org)

Las huellas digitales reaparecen

La doctora Ren, mi compañera de trabajo, es médica especialista, tiene más de 70 años. Ella ha experimentado algunos problemas de salud este año, en particular dolor en las piernas. Se esforzó subiendo las escaleras y tuvo que agarrarse del pasamano para apoyarse.

Para ella lo más vergonzoso fue la desaparición de sus huellas digitales, es decir, sus patrones de huellas digitales no podían ser capturados por el escáner en el trabajo. En la mañana tenemos que escanear nuestras huellas digitales para registrar nuestra asistencia y la hora de entrada para comenzar a trabajar. Un día, la doctora Ren no pudo registrarse. Ella intentó con todos los dedos sin éxito, mientras todos pasaban sin problemas. Afligida, fue a ver al director y le pidió que anotara sus horas de llegada y salida en un cuaderno. Eso alivió un poco su vergüenza.

Un día después del trabajo, la doctora Ren me preguntó si yo era budista practicante o taoísta. Me dijo que había notado los enormes cambios en mí y que no solo parecía más joven sino que siempre parecía feliz, muy diferente de la antigua persona arrogante que solía ser.

Le dije que practicaba Falun Dafa, también conocido como Falun Gong y le expliqué que es una disciplina de cultivación budista que enseña a sus seguidores a ser amables y benevolentes. También le hice saber que el incidente de autoinmolación en la plaza de Tiananmen fue falso y que la práctica ha sido aceptada por personas de más de cien países. Le sugerí que recitar sinceramente "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" la ayudaría con cualquier problema de salud. Entusiasmada dijo, es algo que puedo hacer fácilmente. También le expliqué la importancia de renunciar a sus membresías del partido comunista chino (PCCh), los jóvenes pioneros y la liga juvenil. Estuvo de acuerdo.

Unos días después, me tocó el hombro: "¡El método del que me hablaste realmente funciona! Estos últimos días, he estado recitando las 'frases mágicas' en todo momento: cocinando, lavando o caminando. Mira, mis piernas están mucho mejor ahora". Ella se movía mucho más rápido al subir las escaleras y no tenía que agarrarse del pasamano.

Tenemos un nuevo director en el hospital, insistió en que la doctora Ren escaneara sus huellas digitales. Lo que pasó fue casi increíble. Escaneó todos sus dedos y la máquina tomó todas sus huellas digitales sin dificultad. Cuando me lo contó, me alegré mucho por ella. Y dijo: "¡Dafa es realmente increíble! Pienso en lo liviano que está mi cuerpo al caminar. ¡Me siento más joven! Sin duda seguiré recitando esas 'frases mágicas'. Debo contarle a mi familia sobre Falun Dafa".

Tiene dos nietas, una en sexto grado y otra en secundaria. Cuando les recomendó las publicaciones de aclaración de la verdad de Falun Dafa, la mayor se negó a aceptarlas, la propaganda del partido le había lavado el cerebro. Sin embargo su nieta menor, siempre se tomaba su tiempo para leerlos.

En época de exámenes, la doctora Ren, las animó a recitar: "Falun Dafa es bueno". Como la más joven era consciente de la verdad, lo repetía con frecuencia cuando hacía sus exámenes, mientras que la mayor se negaba a hacerlo. Cuando obtuvieron los resultados del examen, la nieta mayor no lo hizo bien, pero la menor superó todas las expectativas. Fue aceptada por una escuela secundaria local de nivel superior y asignada a clases de aprendizaje acelerado. Todos los que la conocían se asombraron y ahora creen que "Falun Dafa es bueno".

Una médica diferente

Hoy en China, es difícil ser una médica con ética. En nuestro hospital, hay una receta de hierbas medicinales chinas muy efectiva para la inflamación. Por su bajo costo, un poco más de diez yuanes, la mayoría de los médicos no la recetan. El hospital añadió una hierba costosa a la mezcla, subiendo el costo a 40 yuanes. Esto afectó la eficacia de la receta original.

Le expuse este asunto a la farmacéutica del hospital. Me dijo que podía seguir recetando la mezcla de hierbas y que omitiría la hierba recién añadida cuando llenara la receta, pero el costo seguiría siendo de 40 yuanes. De esa forma, todo el mundo sería feliz. Le dije que eso estaría bien si yo no practicara Falun Dafa, ahora no puedo ser falso ya que practicamos Verdad-Benevolencia-Tolerancia. No sabía qué decir al respecto.

Desde entonces, cada vez que uso esa receta, siempre borro la hierba adicional, dejando la mezcla original que solo cuesta diez yuanes. Al principio, los farmacéuticos no estaban muy contentos (porque afectaba a su bonificación), pero después de un tiempo vieron que yo insistía con esto y se acostumbraron a ello.

Como practicante de Falun Dafa, me ocupo de mis pacientes y hago lo posible para que reciban el mejor tratamiento. A menudo me ofrecen dinero extra o regalos y nunca los acepto, así que algunos, en secreto, ponían dinero en mi cuenta de teléfono celular. En general, devuelvo la cantidad de una manera indirecta. Averiguo cuál será el próximo control del paciente y pago por adelantado, guardo el recibo y se lo doy al paciente cuando llega. Todos están muy conmovidos y dicen que los médicos como yo son muy difíciles de encontrar en estos días. Les digo que cualquier practicante de Falun Dafa haría lo mismo porque nuestro Maestro nos enseña a hacer eso.

Hubo momentos en que no me fue bien a la hora de aceptar regalos. Por ejemplo, algunos pacientes me dieron productos de cosecha propia, como miel, frijoles negros y similares. Insistían en que aceptara porque todos ellos eran "caseros y naturales" y "no les costaba nada". Me sentí tentada y a veces acepté los regalos. Me puse muy mal, cuando recordé lo que dijo el Maestro sobre "sin pérdida, no hay ganancia". Para compensar, les daría a cambio cosas como leche o productos de igual valor e insistiría en que los tomaran y no aceptaría un no por respuesta.

Antes de convertirme en practicante de Falun Dafa, una paciente a quien que había atendido muy bien me hizo un regalo de 2.000 yuanes. Luego pensé en ello y me di cuenta de que había perdido mucho "de" (virtud) a cambio del regalo. Intenté llamar a la paciente, pedirle que viniera a verme, pero nunca lo hizo. Devolví el dinero poniéndolo en su cuenta de teléfono celular.

Recuerdo que una paciente me contó un comentario irónico que hizo su marido. Dijo: "En estos tiempos, sería difícil encontrar un médico tan ‘diferente’ que no acepte regalos de los pacientes. Y aún más difíciles de encontrar, son estos pacientes ‘tontos’ que aceptan regalos de sus médicos".