(Minghui.org) Soy un practicante de Falun Dafa de 20 años, nacido en enero de 1998. Dentro de mi familia, mis tíos y tías eran practicantes de Falun Dafa mientras que mi madre no lo era. Sin embargo, mi madre apoyaba y creía en la bondad de Dafa. Cuando tenía dos o tres años, me había convertido en un visitante frecuente de la casa de mi tío. Mi tío me preguntaba a menudo: "¿Dónde está el Maestro?". Cada vez que señalaba el cuadro del Maestro colgado en la pared, respondía: "¡El Maestro está aquí!". Me considero afortunado de haber nacido en una familia de cultivadores de Dafa.

Mis padres se separaron cuando yo estaba en la escuela primaria y me dejaron al cuidado de mis abuelos, que no eran practicantes de Dafa. Del cuarto al quinto grado de la escuela primaria, estuve con malas influencias y empecé a participar en peleas de pandillas. Aprendí a intimidar a los débiles y también fui intimidado a su vez. Al mismo tiempo, seguí obteniendo resultados académicos sobresalientes, lo que provocó la envidia y el desprecio de mis compañeros de escuela. Pasé gran parte de este período viviendo con miedo y depresión, hasta que una compañera de clase y su madre nos presentaron a Falun Dafa a mi madre y a mí. Tanto mi madre como yo decidimos finalmente ser practicantes de Dafa, y los cuatro pasamos las tardes estudiando el Fa y practicando los ejercicios.

Esta decisión iba a ser el punto de partida de mi vida. Después de comenzar a cultivar Falun Dafa, comencé a distanciarme de las malas influencias y dejé de participar en actividades de pandillas. Aunque mis calificaciones seguían siendo las mismas, mis maestros y compañeros de clase comenzaron a notar mi comportamiento más tranquilo y gentil. Un excompañero de clase, que más tarde se convirtió en practicante de Dafa, me dijo que al principio todo el mundo se había mostrado reacio a ello. "Esta mentira no durará más que unos días". Pero por último lo hizo, bajo la influencia recta y moral recta de Falun Dafa.

Después de graduarme de la escuela primaria, logré obtener un lugar en una escuela secundaria de renombre. Por lo general, los resultados de mi examen de ingreso a la escuela secundaria me habrían colocado en una clase promedio o por debajo de la media. Sin embargo, debido a circunstancias especiales, la escuela llevó a cabo un examen de calificación adicional poco después de nuestra inscripción. Seríamos segregados en clases de alto y bajo rendimiento en base a estos resultados. La noche anterior a este importante examen, practiqué algunos problemas matemáticos antes de estudiar la Cuarta Lección de Zhuan Falun. Después de que se publicaron los resultados, me di cuenta de que me habían colocado en la clase superior de artes liberales, que solo tenía 40 plazas. Con sus estándares más altos y sus excelentes recursos de aprendizaje, ahora tenía más posibilidades de entrar en una buena universidad. Al recordar, ahora sé que todo esto fue arreglado por el Maestro.

Los estudiantes de mi escuela secundaria eran estrictamente administrados y sujetos a un ambiente de aprendizaje de alta intensidad. Durante esos años difíciles, Dafa se convirtió en mi principal fuente de apoyo y fortaleza. Esto fue especialmente así durante mi primer año de secundaria. Aunque se esperaba que yo estuviera entre los 40 mejores de la escuela, mis calificaciones diarias me colocaron más cerca del percentil 50. Solo pude sacar 60 puntos de un total de 150 en mi peor asignatura, matemáticas. La tensión del difícil trabajo del curso, el horario estricto de la escuela y el ambiente desconocido casi me volvieron loco. Afortunadamente, mi tío me visitaba con frecuencia para darme el apoyo que tanto necesitaba. Él conducía hasta mi escuela con comida casera y me acompañaba durante las pausas del almuerzo. Recuerdo que un día me desmoroné en su coche por el estrés y la dificultad. Mi tío me aconsejó que estudiara el Fa cada vez que me sintiera preocupado.

Como nos enseñó el Maestro:

“El Fa puede revelar todos los apegos, el Fa puede erradicar todas las perversidades, el Fa puede exponer y eliminar todas las mentiras y el Fa puede fortalecer los pensamientos rectos” (Eliminen la interferencia, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).

Esta frase se convirtió en mi verso, fortaleciendo mi fe en Dafa y apoyándome en estos tiempos difíciles.

Tengo una pequeña computadora, que fue comprada con el propósito de estudiar el Fa. Durante mi primer año de bachillerato, destiné 20 minutos de mi pausa del almuerzo para el estudio del Fa. Por la noche, pasaba otros 20 minutos estudiando el Fa después de apagarse las luces. Logré mantener esta rutina durante mis tres años en la escuela secundaria. Dafa abrió mi sabiduría, mientras que yo me adhería a las exigencias del Fa y estudiaba mucho. Al final de mi primer año en la escuela secundaria, me ubicaron en el primer lugar del grupo. Durante nuestros exámenes de prueba de graduación del último año, obtuve el segundo o tercer lugar en toda la clase, para sorpresa tanto de mis maestros como de mis compañeros de clase. Inmerso en Dafa, pasé con facilidad al último año de mi carrera y al plan de estudios más avanzado, a diferencia de mis compañeros y de mis hermanos y hermanas mayores.

Mis niveles de cultivación también mejoraron drásticamente. Siempre que encontraba un conflicto con mis compañeros de clase, buscaba dentro de mí, cultivaba mi habla y evitaba participar en chismes. Una amiga confesó más tarde que mi comportamiento había influido tanto en ella que comenzó a pasar menos tiempo con los chismes y sus pensamientos se volvieron más rectos. Debido a que mi camino de cultivación fue arreglado por el Maestro, solo necesitaba enfocarme en cultivarme bien y cumplir con mis responsabilidades como estudiante. Como tal, me las arreglé para mantener mi actitud optimista y relajada incluso durante mi último año en la escuela secundaria. Esto llamó la atención de otro amigo, quien contó lo despreocupado que me veía a pesar de todo el estrés bajo el que estábamos.

Mi compañera de clase de la escuela secundaria y practicante de Dafa también había entrado en la misma escuela que yo. Bajo el arreglo del Maestro, ella conoció a una profesora en la escuela que también era practicante de Falun Dafa. La profesora nos prestó una llave de la oficina de la escuela, y de esa manera conseguimos encontrar un lugar adecuado para el estudio grupal del Fa y la práctica de ejercicios. Hicimos los ejercicios y estudiamos el Fa juntos por la mañana temprano, por la tarde después de terminar las clases, e incluso durante los períodos de autoestudio vespertino. Mi rápido avance en la cultivación resultó en las correspondientes mejoras en mi rendimiento académico.

Mi compañero de cuarto era un amigo que conocía desde la escuela primaria. Habiendo sido testigo de mis dramásticas mejoras, su curiosidad creció hasta que finalmente tuvo el coraje de preguntarme un día. Se sorprendió cuando atribuí mi cambio a Falun Dafa. Yo le había dicho la verdad sobre la persecución de Dafa una vez durante nuestro primer año en la escuela secundaria, pero en ese momento mi compañero de cuarto no estaba convencido. Esta vez, procedí a aclarar la verdad sobre Dafa y la persecución y vi en sus ojos la luz del entendimiento. Comenzó a expresar su interés en dedicarse a esta práctica. De esta manera, los tres formamos un pequeño grupo de estudio del Fa y nos cultivamos diligentemente a lo largo de nuestros años de escuela secundaria. Compartimos nuestras experiencias y aprendimos unos de otros, elevando nuestros niveles en el proceso. Durante nuestros exámenes de ingreso a la universidad, todos obtuvimos más de 600 puntos y entramos en prestigiosas universidades.

Me avergüenza un poco informar que en el ambiente relativamente relajado de la universidad, me volví menos diligente. Con menos tiempo dedicado al estudio del Fa, mis apegos a las obsesiones de la gente común crecieron. Sin embargo, estoy seguro de que mi propósito en la vida es ser un practicante de Falun Dafa. Estoy decidido a volver y recuperar un estado de cultivación puro, validar el Fa y recorrer el camino trazado por el Maestro.