(Minghui.org) En las últimas semanas, los practicantes de Falun Dafa han llevado a cabo actividades en Norrmalmstorg, una plaza céntrica de Estocolmo, para crear conciencia sobre Falun Dafa (también conocido como Falun Gong) y la persecución a la que están siendo sometidos en China.

A pesar del frío invernal, mucha gente se detuvo para conocer más sobre esta antigua práctica de meditación y firmar las peticiones condenando la persecución.

La gente se detiene para obtener información sobre Falun Dafa en Norrmalmstorg, Estocolmo, el 20 de enero de 2018.

Un hombre de mediana edad dijo que había oído hablar de Falun Dafa en una exposición, el año pasado. Se alegró de volver a encontrar a los practicantes y aprovechó la oportunidad para informarse más en profundidad. Svan, un practicante que había viajado cuatro horas para participar en las actividades, le explicó que la práctica lo había ayudado a mejorar su salud y le había aportado bienestar espiritual. El hombre respondió que leería los libros de Falun Dafa, y antes de marcharse firmó una petición condenando la persecución contra Falun Gong en China.

Horrorizados por la persecución en China, especialmente por la sustracción forzada de órganos a practicantes vivos de Falun Dafa, los transeúntes firman peticiones pidiendo que se ponga fin a estas atrocidades.

Un nutrido grupo de jóvenes que pasaba por la plaza se detuvo y escuchó atentamente a uno de los practicantes, llamado Werner, decir que Falun Dafa se practica en más de 100 países. Luego, les explicó cómo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, habían mejorado sus relaciones familiares, así como sus principios morales.

"Solía pensar que este mundo no tenía futuro, con este caos tan enorme", dijo un joven alto: “¡pero lo que dijiste me devuelve la esperanza! ¡Gracias!”.

Lena Adelsohn Liljeroth, exministra de Cultura y Deportes, fue una de las muchas personas que se detuvo para firmar la petición pidiendo el fin de las atrocidades que se están cometiendo en China. Ella dijo que estaba encantada de conocer a los practicantes y les deseó lo mejor.

Una pareja de Portugal también comentó que ya habían oído hablar de la persecución a Falun Gong, incluso de que a estos presos de conciencia los someten a una sistemática sustracción forzada de órganos. Tomaron algunos materiales y firmaron la petición. "Debemos detener esta brutalidad [la sustracción forzada de órganos]. Tenemos que hacerlo", dijo el marido.