(Minghui.org) Vivo en el noreste de China, y tengo 63 años. Solía aclarar la verdad usando grabaciones automáticas, pero cuando revisé los registros, descubrí que muchas personas querían hablar y seguían haciendo preguntas como: "¿Puedes oírme?" y cuando se daban cuenta de que era una grabación, colgaban. Me lamenté por no haber estado ahí para hablar con ellos y me sentí mal por perder la oportunidad de salvarlos.

Me di cuenta de que debía hablar directamente por teléfono con las personas; otros practicantes me animaron a hacerlo. Pero muchos pensamientos surgieron en mi mente, como, no puedo usar mi propio teléfono, porque mi voz podría ser identificada. Así que no quise intentarlo.

El Maestro dijo: "Los seguidores de Dafa son la única esperanza de la salvación de las multitudes de seres”. (La única esperanza, Hong Yin III)

Cuando me examiné, vi que estaba siendo egoísta. ¿Cómo podría salvar a las personas así? Estaba decidida a romper mis barreras mentales. Después de que otros practicantes me explicaron cómo hacer las llamadas, empecé a aclarar la verdad con mi teléfono celular.

Estaba tan nerviosa la primera vez, que, tan pronto como la otra persona contestó el teléfono, no pude ni respirar. Olvidé lo que había preparado para decir. Esa persona no quiso abandonar el partido comunista chino (PCCh) o sus organizaciones afiliadas.

Después de colgar, no hice inmediatamente la siguiente llamada. Me tranquilicé y le pedí al Maestro que fortaleciera mis pensamientos rectos y mi sabiduría. Entonces hice la segunda y la tercera llamada. Poco a poco me relajé. En ese primer día después de tres horas, hice que seis personas abandonaran el partido y sus organizaciones afiliadas. ¡Sabía que era Shifu que me estaba animando!

Hablar con la gente también es una oportunidad para mejorar en la cultivación. Ahora puedo hablar con extraños como si los conociera desde hace mucho tiempo. Porque sinceramente deseo ayudar a salvarlos, y las personas pueden sentir que tengo muy buenas intenciones.

He hablado con todo tipo de personas. Algunos me agradecen después de comprender la verdad y abandonan el partido, mientras que otros me maldicen o me amenazan con reportarme. Me sentí tranquila, porque sabía que se comportaban así,porque habían sido engañados por el PCCh.

Un día, un hombre de mediana edad levantó el teléfono. Después de escucharme, me preguntó: “¿Por qué te preocupas por otras personas?”.

Le dije: "Amigo mío, si estuviéramos caminando, y si yo supiera que hay una trampa en frente de nosotros, pero que tu no la puedes ver, ¿no debería advertirte sobre ello?”.

Él dijo: "¡Por supuesto que querría que me lo dijeras!”.

Le dije: "Eso es lo que estoy haciendo. Esto es justo como advertirte para que evites una trampa en la que estás a punto de caer, te digo que dejes el partido y sus organizaciones afiliadas, para que no seas acusado cuando las personas asociadas al partido tengan que pagar por los crímenes de este".

Continuamos hablando durante más de 30 minutos. Después de la charla, accedió a abandonar el partido y me agradeció repetidamente.

Desde mi experiencia, siento que cuando hacemos llamadas telefónicas marcando automáticamente, no podemos hablar con las personas y contestar sus preguntas, y es probable que pierdan la oportunidad para ser salvados. ¡Tenemos que hacerlo bien y ayudar a salvar a más personas en el tiempo limitado que nos queda!