(Minghui.org) Una mañana antes de ir a trabajar, salí para clarificar la verdad sobre Falun Dafa. Cuando llegué a mi lugar de trabajo, vi a dos policías a punto de colgar pancartas que calumniaban a Dafa. Inmediatamente pensé: "¡Salvaguardar a Dafa es el deber sagrado de todo practicante!".

Me acerqué a ellos y les dije: "Falun Dafa enseña a las personas a ser buenas. Por favor, no cuelguen esos carteles. Hacer eso solo les traerá cosas malas para ustedes y sus familias”.

Uno de ellos se enojó mucho y dijo: "¡No me importa lo que pienses! Este es mi trabajo". Luego fue a reportarme a su jefe.

Más tarde, ese día, cuando estaba a punto de empezar a hacer los ejercicios de Dafa, alguien me llamó y me dijo que fuera a la comisaría local. Pensé: "Está bien. ¡Me dará la oportunidad de aclararles la verdad sobre Dafa!".

Cuando me estaba preparando para ir a la comisaría, de pronto me sentí asustado. Mi corazón comenzó a latir rápidamente y mis piernas temblaban incontrolablemente. ¡Pero mi mente estaba increíblemente clara! Estaba intentando suprimir mi miedo apretándome las piernas y estaba molesta conmigo misma por la falta de valor. Pensé: "Todos los días digo que voy a practicar firmemente Dafa hasta el final. ¿Por qué estoy tan asustado por esto? ¡Qué apenado debe estar el Maestro de tener semejante discípulo! ¡Tengo que corregir mi estado mental!".

De pie ante la imagen de Shifu, le rogué que me fortaleciera. Poco a poco me calmé y mis piernas dejaron de temblar. Mientras caminaba hacia la estación de policía, pensé: "Tengo a Shifu y al Fa conmigo y no hay nada que temer. ¡De hecho, ese miedo no soy yo!”.

Cuando llegué a la estación, los dos oficiales a cargo de la persecución -el jefe y su adjunto- me estaban esperando. Una atmósfera maligna llenaba toda la oficina. Sorprendentemente esto no me afectó y mi corazón se mantuvo tranquilo y pacífico.

El jefe me increpó, diciendo: "Tú comes la comida proporcionada por el partido comunista y bebes el agua que da el partido. El gobierno no te permite practicar Falun Dafa, así que debes renunciar a él".

Respondí: "No he comido la comida del partido ni bebido su agua. Me gano la vida con el trabajo duro de mi cuerpo saludable. Desde que comencé la práctica de Falun Dafa, no sólo han desaparecido mis enfermedades, sino que he aprendido a ser una buena persona! Nuestro Maestro nunca acepta dinero de sus estudiantes".

El oficial a cargo de la persecución dijo: "El estado prohibió Falun Dafa. Deberías romper con eso y pensar en tu familia”.

Le dije: "Jiang Zemin comenzó la persecución porque mucha gente practicaba Falun Dafa. Inundó los medios con mentiras que calumnian a Dafa. Yo solía sufrir de muchas enfermedades y gasté tanto dinero tratando de encontrar una cura, pero nada me ayudó”.

Cuanto más hablaba, más bondadosa sonaba mi voz. Shifu me dio sabiduría y continué hablando con ellos acerca de la verdad sobre Dafa.

"Sabes lo que le ocurrió a mi esposo a finales de 1996. Él era líder de equipo en el trabajo. Al final del año, los trabajadores estaban ansiosos por volver a casa para el Año Nuevo Chino. Él estaba a cargo de recoger y distribuir los salarios a su equipo. Cuando obtuvo los fondos, puso los salarios para más de diez trabajadores bajo sus sábanas y salió de la habitación para ir a trabajar. Después de su turno, regresó y descubrió que todo el dinero había desaparecido”.

"Si mi marido hubiera estado dispuesto a adular a su líder, esto no habría sido un gran problema, y él no habría tenido que devolver el dinero. Pero mi marido preferiría sufrir un infierno para cuidar su honor. En ese momento, yo estaba sufriendo de muchos problemas físicos, y el incidente me abrumó. ¡Estuve a punto de colapsar!”.

"Fue en marzo de 1997 cuando empecé a practicar Falun Dafa. Poco después, todas mis enfermedades desaparecieron y mi temperamento mejoró. ¡Mi corazón era brillante y claro! En sólo dos años mi familia pudo pagar nuestra deuda de más de diez mil yuanes”.

"Para pagar la deuda tan pronto como fuera posible, mi marido sólo nos dio a mi hijo y a mí ochocientos yuanes en un período de cinco meses. Nuestro hijo estaba en la secundaria”.

En 1998, la parte meridional de China sufrió una gran inundación. Docenas de practicantes de Falun Dafa en nuestro lugar de trabajo donaron dinero a las áreas inundadas. Aunque estábamos en deuda, doné doscientos yuanes.

"Si yo no practicara Falun Dafa, ¿crees que habría hecho eso? ¡Solo Falun Dafa puede guiar a un grupo de personas a ser tan buenas!".

Después de escucharme, los cuatro oficiales dejaron su actitud amenazadora y no tuvieron nada que decir. El oficial a cargo me dijo: "Por favor, vete a casa". Y tampoco volvieron a colgar carteles.

¡Gracias, Shifu, por su compasión y por fortalecerme!