(Minghui.org) Los practicantes de Hamburgo, la segunda ciudad más grande de Alemania, organizaron una “jornada informativa” en el centro de la ciudad el 4 de noviembre. Con carteles y demostraciones de los ejercicios, dieron a conocer la práctica y generaron conciencia sobre la persecución en China.

Demostración de los ejercicios de Falun Dafa durante la “jornada informativa” celebrada en Hamburgo, el 4 de noviembre de 2017.

Alarmados por la crueldad de la persecución, muchas personas se detuvieron para informarse mejor y firmaron peticiones para denunciar tales atrocidades.

Tres mujeres se sintieron atraídas por los movimientos suaves y se detuvieron para conocer más detalles. “Es un tipo de meditación, ¿por qué querría prohibirla el gobierno chino?”, preguntó una de ellas. “Yo medito mucho, porque me ayuda a reducir la tensión”, añadió.

La practicante les describió de qué forma el régimen comunista chino intenta controlar la mente de las personas y reprime a aquellos que piensan de manera independiente. En cuanto mencionó la sustracción forzada de órganos a practicantes vivos en China, las tres mujeres se indignaron. Firmaron la petición y agradecieron a la practicante que las hubiera informado.

Los viandantes escuchan la verdad sobre Falun Dafa de boca de los practicantes.

Un señor dijo que era consciente de estos hechos y de que había estado prestando atención a esta situación a lo largo de años. “Esto es horrible [la persecución]. Desearía poder hacer algo más para ayudarlos”, afirmó mientras firmaba una petición.

Otro hombre de China, que se encontraba en la ciudad en viaje de negocios, habló largo tiempo con los practicantes. Ellos le explicaron de qué forma el partido comunista chino había reemplazado los valores tradicionales con la corrupción, y sobre la importancia de los valores de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, los principios básicos de Falun Dafa. El señor destacó que era injusto que los practicantes fueran maltratados por su creencia.

Los transeúntes firman peticiones que condenan la persecución contra Falun Dafa.

La Sra. Knoth, una anciana de 80 años, dijo a los practicantes, después de hacerles muchas preguntas: “Es muy bueno tenerlos aquí”.

Antes de marcharse, miró de nuevo un cartel donde se ilustraban algunos de los métodos de tortura usados contra los practicantes detenidos. “Esto es realmente espantoso”, concluyó mientras firmaba otra de las peticiones.