(Minghui.org) Cuando comencé a practicar Falun Dafa, hace veinte años, era una adolescente. En ese tiempo veía series de televisión y leía novelas, por lo que se convirtió en un hábito. Debido a este apego, dejé de cultivarme durante casi dos años y estaba deprimida. Recientemente, he conseguido salir de ese ciclo. Me gustaría compartir cómo cambié mi vida y eliminé mi apego.

No eliminando completamente la fama, el interés personal y el sentimentalismo

Recientemente me di cuenta de que me gustaba ver los programas de televisión coreanos y leer novelas porque todavía tenía muchas nociones humanas. Por ejemplo, me sentía avergonzada de no tener un auto o una casa.

Lo más importante es que no creía que realmente practicar Dafa podría ayudarme alcanzar la perfección.

Me sentía triste porque no se preocupaban por mí y a nadie en mi casa le agradaba. Mis familiares y amigos me menospreciaban y me consideraban incompetente.

Rara vez pensaba en la iluminación o en salvar seres conscientes. Me sentía tan desafortunada, que me olvidé por completo de la cultivación para poder llegar a la perfección o ser la persona más honrada en mi mundo celestial.

Por lo tanto, me dejé enredar con las novelas donde los personajes principales eran atractivos, populares y encantadores para el sexo opuesto. Me sentía como parte de las historias y no quería alejarme de los mundos de fantasía.

Me odiaba debido a mi pobre situación financiera y me sentía mal cuando otros me menospreciaban. Me apegué a las series de televisión o novelas donde el personaje principal se convertía en un oficial de alto rango, un rey, un emperador o se reencarnaba como alguien de alto rango. Todos estos personajes podían vengarse de sus antiguos torturadores.

Eliminando mis apegos

Cerca de dos años leí novelas y no estudié el Fa. Sin embargo, a menudo practicaba el segundo ejercicio por la mañana. Aun así, Shifu siguió fortaleciéndome. A veces pensaba en reanudar la cultivación y eliminar el hábito de leer novelas y mirar televisión, pero no tomé medidas.

Finalmente logré ir al sitio web de Minghui. Después de leer algunos artículos que comparten los practicantes, comencé a darme cuenta de que la lujuria era una prueba seria. También descargué grabaciones de radio Minghui y Minghui Semanal. Escuchaba radio Minghui en el trabajo y transcribía Zhuan Falun por la noche. Poco a poco, mi adicción a las novelas y las series de televisión se volvieron más y más débiles.

Cuando me fui de viaje por negocios, tuve la tentación de ver una serie de televisión. Sin embargo cuando se me cruzó una novela, pasé toda la noche leyéndola. Fue entonces cuando me di cuenta que debía eliminar completamente este apego, estos hábitos se hicieron más fuertes.

De regreso a casa, me surgieron pensamientos de inferioridad, y deseos de leer novelas para expulsar el dolor. Después de comenzar a estudiar el Fa, supe que era el apego a la inferioridad lo que causaba mi problema. Entonces, escribí "¡Eres grandiosa y maravillosa!". Y lo guardé en mi celular. Lo leí muchas veces para alentarme.

Justo cuando el apego estaba desapareciendo, surgió de nuevo cuando sentía aburrimiento los fines de semana.

La primera vez que apareció, casi me arrastraron hacia abajo. Entonces, escribí lo que sucedió en mi diario de cultivación. Mientras escribía, Shifu fortalecía mis pensamientos rectos. Finalmente me iluminé a que, debido a mi apego, me estaba llenando de sentimentalismo y de yeli por leer novelas y ver series de televisión. Esto también significaba que estaba alimentando a esos seres perversos que persiguen también a otros practicantes. Me di cuenta de que debía dejar de leer novelas por completo. Al escribir en mi diario de cultivación, finalmente logré superar este problema.

El apego surgió nuevamente durante otro fin de semana. Sentí que no iba a poder vencerlo y comenzaría a leer novelas o ver televisión. No le di importancia y comencé a escribir en mi diario. Entonces me di cuenta de que el deseo, debería tener algo que ver con el actual congreso del partido comunista chino. Las entidades malvadas en otras dimensiones se estaban reuniendo en China. Querían destruir mi voluntad mediante el fortalecimiento de mis apegos, con el objetivo de hacer que fracase en la cultivación. Al final, llegué a comprender que debía ser firme en mi determinación de eliminar estos factores malvados.

Al mismo tiempo, también me di cuenta que cualquier persona común que estuviera llena de sentimentalismo no podría vencer a las viejas fuerzas. Por lo tanto, tenía que ser tan determinada como un dios. Para lograrlo, tuve que eliminar los apegos a la fama, el interés personal y el sentimentalismo, así como el apego a la fantasía. Al final, pude progresar en mi cultivación.

El apego nunca volvió a aparecer. Cuando me encontré con personas que me contaban sobre novelas o programas de televisión, no me conmovía, ni quería complacerme con ellas. Yo sabía que había logrado eliminar completamente mi deseo de leer novelas y ver televisión.