(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa en febrero de 2016.

Cómo obtuve el Fa

En 2008, empecé a leer varios tipos de enseñanzas espirituales. Más tarde, en 2013, sentí la urgente necesidad de visitar países asiáticos en busca de un maestro que me guiara.

En ese periodo, un amigo me presentó a un guía espiritual, pero no sentí que fuera el adecuado para mi. Dos o tres días después de conocernos, le pregunté hasta dónde había llegado en su cultivación personal.

En aquel entonces, me sentía como en mitad de una encrucijada sin saber qué camino tomar, así que me quedé con él durante 2 años, antes de abandonarlo para siempre.

Finalmente, me encontré con mi destino en Tailandia, mientras hacía turismo. La ventana de la habitación de mi hotel daba hacia la montaña, donde se podía ver una gran estatura de Fo. Sentí el deseo de visitar aquel sitio y fui cuando me faltaban tan solo tres días para regresar a casa.

Le pedí ayuda a la estatua del Fo. Le expresé mi deseo de romper con todas las cosas mundanas. A pesar de que parecía que mi corazón hubiera empezado a ser pasto de las llamas, me sentí mucho más tranquila de lo habitual cuando emprendí la marcha de regreso al hotel.

Después de regresar a Montenegro, hablé por teléfono con una amiga de Serbia, que había conocido en mis primeros años de búsqueda espiritual, y compartí lo que había experimentado en Tailandia. Ella estaba practicando Falun Dafa en ese momento y me mencionó el libro ‘Falun Gong’. Le pedí el enlace a la página web y empecé a leerlo inmediatamente.

La siguiente vez que conversamos, mencionó el libro Zhuan Falun y me envió un ejemplar por correo. No pude esperar a llegar a casa, así que abrí el paquete y comencé a leerlo en la misma calle.

Estuve leyéndolo durante 9 días consecutivos, absorbiendo cuidadosamente todas y cada una de las palabras. Sentí que, por fin, había encontrado lo que tanto buscaba. El libro me proporcionó las respuestas que tanto había ansiado.

Practicar una sola vía de cultivación

Aunque, desde el comienzo, me sentí una practicante, cometí un error gigantesco cuando solo llevaba tres meses cultivándome.

Conocí a un hombre, que me habló sobre su cultivación personal. Como soy curiosa por naturaleza, lo escuché atentamente. En aquel momento no supe distinguir que al hacer esto estaba aceptando, sin saberlo, las cosas de otra vía de cultivación.

Las consecuencias no se hicieron esperar. Mientras cocinaba con unas amigas, inhalé un poco de humo y de repente empecé a encontrarme muy mal.

Sentía como si, dentro de mí, hubiera dos energías combatiendo. Con mi tercer ojo, vi cómo una columna de gong de baja densidad se elevaba por encima de mi cabeza. Vi varios Falun girando dentro y por encima de mí. Muchas emociones emergieron desde lo más profundo de mi corazón, y vi como mi corazón emitía rayos luminosos. Mi corazón se conectó con el universo y un halo de luz azul rodeó mi cuello. Después, vi cómo porciones de materia gris salían volando de mi cerebro, hacia lo alto. Escuché una voz que me hablaba.

A la mañana siguiente, mi cabeza convulsionaba hasta el punto en que me derrumbaba y caía al suelo. Esto me sucedió en repetidas ocasiones. También padecí mucho sufrimiento corporal.

La mañana del tercer día, me desperté al sentir que algo se estaba moviendo dentro de mi cuerpo. Era como si algo estuviera poseyendo mi cuerpo. En aquel momento me asusté mucho. Sabía que tener miedo no era algo bueno, así que cambié y empecé a pedirle ayuda al Maestro Li. Lo llamé en mi corazón, y declaré ante todo aquel que pudiera escucharme: “Soy una practicante de Dafa y mi único Maestro es Li Hongzhi”.

Al momento, sentí que esa cosa había abandonado mi cuerpo. Aunque describa este episodio con unas pocas frases, el proceso que atravesé fue aterrador. Compañeros cultivadores debemos prestar atención a seguir una sola vía de cultivación. ¡Aténganse a una sola disciplina! Como dijo el Maestro en la Tercera Lección,Zhuan Falun’:

“Decimos que el xiulian tiene que concentrarse en una sola vía; no importa cómo te cultives, no puedes cultivarte embrolladamente, mezclando y agregando otras cosas”.

Pruebas

Cuando era pequeña, me picó una abeja y descubrí que era alérgica.

Después de cumplir los 30, me picó otra. Pensé que ya no era alérgica, así que simplemente observé las reacciones que producía la picadura en mi piel, pero llegado a un punto empecé a respirar con dificultad. Entonces, mis padres me trasladaron rápidamente al hospital. Llegué en estado crítico. Cuando me recuperé, los médicos me dijeron que debía de tener más cuidado, porque la próxima vez la picadura podría resultar letal.

En mayo de este año me volvió a ocurrir. Cuando me dirigía al banco de un centro comercial, para pagar algunas facturas, me pasé la mano por el pelo, y sentí un picotazo, incluso encontré el aguijón en mi dedo. Me asusté. Después de extraer el aguijón, empecé a mirar hacia dentro, prestando atención a lo que pensaba, y mi primer pensamiento fue: “Soy un practicante de Dafa”. Recordé las palabras que dice el Maestro en la Cuarta Lección de ‘Zhuan Falun’: “Decimos que lo bueno o lo malo surgen de un pensamiento de la persona, y la diferencia de este pensamiento también trae distintas consecuencias” Seguí en dirección al banco. Al entrar vi que había cola. Ninguno de los presentes podía imaginar en qué situación me encontraba. Mis malos pensamientos empezaron a surgir, y los combatí. Un pensamiento me sugería que llamara a mis colegas y les pidiera ayuda, aunque sabía que no les daría tiempo a reaccionar y que para cuando llegaran, yo ya habría muerto. También me asustaba pensar que si me desplomaba en algún momento, como nadie sabía lo que me pasaba, los médicos tampoco podrían ayudarme.

Entonces me dije: “No, no, soy una practicante. No llamaré a nadie”. En ese momento, mi conciencia principal era fuerte. Aunque me dolía el dedo y mi cuerpo temblaba, empecé a repetirme: “Soy una practicante. Li Hongzhi es mi Maestro. Zhen-Shan-Ren es bueno. El resultado depende de un solo pensamiento”.

En un momento dado, tuve una visión en la que me veía yo misma pero con un tamaño enorme. Aunque era yo misma, no me parecía en nada a la persona que soy en esta dimensión. Tenía la imagen de un Fo. El cuerpo era totalmente transparente, y solo pude distinguir una pequeña porción de él, la parte humana. Alrededor del cuerpo había un campo, de un metro y medio de ancho aproximadamente. Pude ver que fuera del campo se congregaban toda clase de demonios, dispuestos a devorarme, pero el campo se lo impedía. Como era tan grande, fuerte y firme no podían hacerme nada. No me desmayé mientras esperaba en la cola, ni mi dedo se inflamó mucho. Había pasado la prueba.

Enviando pensamientos rectos

Después de cultivarme durante un año, empecé a enviar pensamientos rectos. Esto limpió, para siempre, mi ye de pensamiento. Pero aún así, como soy una practicante relativamente nueva, a menudo me surgen dudas sobre si los envío correctamente o sobre si realmente tengo poder para eliminar la maldad.

En una ocasión, mientras pensaba así, de repente, recordé las palabras que el Maestro nos dice en la Tercera Lección de ‘Zhuan Falun’: “Los gongneng son dirigidos por la conciencia de uno. Cuando una persona duerme, quizás no pueda contenerse a sí misma y, con un sueño, tal vez a la mañana siguiente el Cielo y la Tierra estén dados vuelta; eso no se permite“.

Después de eso vi que la parte superior de mi cabeza se abría y emanaba gong de alta densidad. Me pareció que mi cuerpo era simplemente una tubería, y mi piel solo un vestido.

Todas estas visiones que mencioné las vi a través de mi tercer ojo que está abierto en un nivel muy limitado. Antes de conocer Dafa, también había tenido algunas visiones, pero desconocía que se trataba de mi tercer ojo.

El Maestro dijo en la Sexta Lección de Zhuan Falun: “Justamente porque no cree, él considera que lo que ve es absoluto y piensa que esto es todo. Eso aún está muy lejos, porque su nivel está simplemente aquí”.

Aclarando la verdad cara a cara

Al principio, no aproveché las muchas oportunidades que me dio el Maestro. Ponía toda clase de excusas para no hablar con la gente, como por ejemplo: que no sabía cómo abordar a la gente o qué decirles. También, a veces juzgaba a las personas por su apariencia, comportamiento, etc.

Pero, después de mirar hacia dentro, encontré varios apegos, y dejé de prestar atención a las cosas superficiales. Desde entonces, cuando hablo sobre Dafa y la persecución, la gente me escucha atentamente. Si cambiamos la situación dentro, cambiamos la situación fuera.

Es como dijo el Maestro en Qué es un Dafa dizi: “En lo que está colocado frente a ti no hay selección, si en la salvación de la gente tú seleccionas, esto es errado. Debes salvar a todos con los que te topas, a todos ellos, no importa qué rango social ni qué clase social, no importa si él es el presidente o un mendigo. A los ojos de los dioses, las vidas están al mismo nivel, las clases sociales son divididas por la sociedad humana”.

Desde el mismo comienzo traté la cultivación con seriedad. En este camino de cultivación, debo ser estricta conmigo y no buscar excusas. Debo elevar los estándares contínuamente. El Maestro enfatiza que la cultivación nos incumbe a nosotros. Las tribulaciones son duras, pero en esos momentos debemos aprender a mirar hacia dentro, porque cuanto más lo hagamos más apegos encontraremos en las diferentes capas. Si creemos que lo que ocurre a nuestro alrededor no va con nosotros, entonces deberíamos preguntarnos si nos estamos cultivando realmente o no.

Por favor, señalen cualquier cosa inapropiada.

¡Gracias Maestro!

¡Gracias compañeros practicantes!

(Presentada en el Fahui de Europa 2017)