(Minghui) Este año cumplo 77 años. Tenía muchas enfermedades antes de comenzar a practicar Falun Dafa, como la hepatitis, tuberculosis, artritis, enfermedades ginecológicas e insomnio.

Desde 1975 he procurado practicar muchos tipos de qigong, en un intento de librarme de estas enfermedades. Incluso me convertí al budismo en 1990 con la esperanza de que me podría ayudar. Sin embargo, pronto me di cuenta que la mayoría de esos maestros y monjes de qigong no eran verdaderos cultivadores, y justo estaban detrás de mi dinero.

El Maestro dijo:

“En nuestra comunidad del xiulian hay muchas de esta clase de personas que siempre han querido practicar el xiulian hacia niveles altos. Ellos viajan por todos lados buscando el Fa, gastan mucho dinero, dan vueltas por montañas en el sur y océanos en el norte buscando shifu famosos, pero tampoco han encontrado lo que buscaban” (Zhuan Falun).

Siempre que leo esto, las lágrimas fluyen por mis mejillas. Había pasado tantos años esperando y buscando un verdadero método de cultivación. ¡Finalmente, lo he encontrado!

Obtención del Fa

Tuve la oportunidad de leer el libro Falun Gong en 1992, pero no quise practicar la cultivación en ese momento. Ahora estoy muy arrepentida de haber tomado esa decisión.

Había practicado otros métodos de cultivación con la intención errónea de curar mis enfermedades y obtener habilidades sobrenaturales. No fuecon el propósito de ser virtuosa y mejorar mi carácter moral.

Incluso di dinero y regalos muchas veces a maestros de qigong falsos, pensando que eso ayudaría. Quería tener mi ojo celestial abierto, y gasté 30 yuanes (75% de mi salario mensual en ese momento), pero no tuve éxito en la obtención de mi deseo.

Fui llevada a creer que hay algunos maestros de alto nivel en el budismo, pero no los encontré. En cambio, fui testigo de que una budista laica abandonó a su hijo y a su marido, y huyó con uno de los monjes.

Alguien me dijo que las verdaderas escuelas de cultivación, se podían encontrar en las cuatro famosas montañas budistas. Así que, en 1992 visité la Montaña Putuo y la Montaña Jiuhua para rendir culto allí. En el camino, budistas laicos locales me dijeron que dieron 20 yuanes a un monje, pero no estuvieron satisfechos con lo que obtuvieron.

Incluso, en las cuatro montañas budistas famosas, la situación era de esta manera. Parecía que sería difícil encontrar una tierra pura en cualquier parte del país.

Me sentí decepcionada y perdida. Había estado viajando por todas partes buscando algo, pero no encontré nada.

Un día, me encontré con un budista laico que practicaba Falun Gong (también conocido como Falun Dafa), así que le pregunté sobre eso. Mientras charlábamos, de repente sentí  mialgo que se agitaba ferozmente en la parte inferior del abdomen. Me dijeron que el Maestro Li (el fundador de Falun Dafa) estaba haciendo algo por mí y me había proporcionado un Falun. Estaba tan emocionada que grité: "¡El Maestro me ha dado un Falun!".

Nunca he visto al Maestro ni le he dado un solo centavo, pero el Maestro me dio un Falun. Esta era la clase de Maestro que esperaba encontrar. ¡Ahora tengo un Maestro, y debo practicar Dafa hasta el final!

Estudiando diligentemente el Fa

Fui a casa y leí el libro Zhuan Falun durante toda la noche, hasta que lo terminé. Esto sentó una base sólida para mi futuro estudio del Fa.

Los profundos principios del libro me impresionaron profundamente. Todo lo que antes no podía entender, y había estado buscando durante toda mi vida, de repente se hizo claro para mí. Mientras sostenía el libro, estaba llorando. Sentí una alegría celestial porque finalmente sabía cómo cultivarme.

El Maestro dijo:

“Los estudiantes de aquel tiempo daban importancia a meditar sentados con las piernas cruzadas; al sentarse, daban importancia a la postura; al escribir con pincel, prestaban atención al movimiento interno de qi y a la respiración; en todas las profesiones y oficios se daba importancia a purificar el corazón y ajustar la respiración; toda la sociedad se encontraba en un estado así” (Zhuan Falun Lección Séptima).

Toda la gente en la antigua China, hacía todo de una manera muy seria y respetuosa.

En nuestro grupo de estudio del Fa, intentamos estudiar este Fa divino de una manera más seria y respetuosa. Tomo en serio todos los caracteres del libro y trato de pronunciarlo correctamente.

En muchas de las enseñanzas del Fa del Maestro, Él enfatiza la importancia del estudio del Fa. A fin de asegurar el tiempo para estudiar el Fa, reservo un tiempo específico cada día (2:30 p. m. a 5:30 p. m.). Estoy muy enfocada al estudiar el Fa, y soy capaz de concentrarme sin distraerme. Cuando estudio en profundidad, puedo experimentar la belleza del Fa. Todo mi cuerpo y mi mente se funden en Él, y los principios del Fa me son revelados a niveles más profundos.

Porque he desarrollado esta concentración para el estudio del Fa, tan pronto abro el libro, estoy en un estado de meditación. El ruido no puede distraerme. No puedo oír nada, solo me siento maravillosa y muy cómoda. Así que he llegado a amar el estudio del Fa y quiero estudiar más cada vez. No puedo cerrar el libro.

Espero sinceramente, que todo practicante de Dafa, pueda tomar en serio el estudio del Fa. He experimentado la belleza más allá de lo que el lenguaje puede expresar. Siempre me siento tranquila y enriquecida después del estudio del Fa. Por lo tanto, siempre les recuerdo a los practicantes que no estudian suficientemente el Fa, que deben estudiarlo con más frecuencia y con gran atención.

El Maestro dijo:

“Al estudiar el Fa, no sigan una formalidad. Enfoquen sus pensamientos en el estudio del Fa, y estudien verdaderamente¨ (Al Fahui de Australia).

“En China, hay personas que todavía lo están leyendo, después de haberlo leído más de un centenar de veces. Simplemente no pueden dejar de leerlo, porque implica muchos significados. Cuanto más leen el libro, más les queda por leer. Cuanto más lo leen, más lo entienden”. (Exponiendo el Fa en Sidney)

He estudiado el Fa más de 1.200 veces y he recitado el Fa 50 veces. Todos los días dedico una hora a estudiar las enseñanzas del Fa del Maestro dadas en varias conferencias del Fa. Aunque guardo un registro del número de veces que estudio el Fa, no estoy apegada a él. Lo hago solo para animarme a estudiar más y mejor.

Muchos apegos eliminados a través del estudio del Fa

Mi esposo falleció antes de comenzar a practicar Falun Dafa, y planeé casarme de nuevo. Tuve un novio que aprecié mucho. Al conocer a este hombre, quedé verdaderamente impresionada por él. Sin embargo, después de practicar Falun Dafa creí que no debía asumir esta relación, y debía poner la cultivación como mi prioridad.

Decidí separarme de mi novio, pero no podía renunciar a mi afecto hacia él. Cuando pensaba en él, lloraba en silencio. A través de estudiar el Fa consistentemente, este apego pronto desapareció.

Una vez lo vi a distancia en un mercado. Sentí que era un extraño y no tuve ningún sentimiento hacia él como lo tuve antes.

A través del continuo estudio del Fa, poco a poco me liberé del ego, y aprendí que al hacer algo debía considerar primero a los demás. Como mi marido había fallecido y nuestros hijos estaban casados, yo estaba viviendo sola. Tenía un buen estudio del Fa y un ambiente de cultivación, pero no debía disfrutarlo yo sola. Así que en 1998 mi casa se convirtió en un lugar para un grupo de estudio del Fa semanal.

Sin importar cuán grave fue la persecución después de julio de 1999, nuestro grupo de estudio del Fa nunca se detuvo. Si los practicantes querían ponerse en contacto unos con otros, siempre pensaban en venir a mi casa, algo a lo que nunca me opuse. Mientras el propósito sea para el Fa y para salvar a la gente, me gusta hacer todo lo posible para ayudar.

Cuando los practicantes experimentan tribulaciones, a menudo quieren compartir conmigo. Siempre los escucho, los animo y trato de ayudarlos. En circunstancias especiales, algunos practicantes pensaron que no era seguro almacenar materiales de Dafa y libros de Dafa en su casa, así que los traían a mi casa.

Al principio esto no me gustaba, especialmente cuando un practicante trajo muchas cosas a mi casa. Mi miedo se encendió, lo mismo que mis quejas. Estudié el Fa tranquilamente y me di cuenta de que las cosas que me traían eran "herramientas" para salvar a las personas, que no debían ser interferidas por las viejas fuerzas. Mientras mis pensamientos sean rectos, una mente recta puede someter a cien maldades. Cuando surgieron mis pensamientos rectos, el miedo y las quejas desaparecieron sin dejar rastro.

Permitir que la gente sepa sobre Dafa

Fui a Beijing para una petición de Falun Dafa el 25 de abril de 1999. Después de regresar a casa, un policía local vino a verme. Él preguntó: "¿Quién te pidió que fueras a Beijing?".

"Sólo quería ir", dije. Entonces, le conté acerca de la belleza de Falun Dafa y los milagros que me habían sucedido en lo que respecta a estar sano y mantenerse saludable. Cuando terminé, dijo que le gustaría practicar después de su jubilación.

Desde que Jiang Zemin, exlíder del partido comunista chino (PCCh), comenzó la persecución de Falun Gong el 20 de julio de 1999, comencé a publicar cartas para que la gente conociera la verdadera situación de Falun Dafa. Hice todo lo posible por reunir los nombres y las direcciones de los funcionarios gubernamentales y otras personas influyentes, para hacerles saber los hechos acerca de Falun Dafa y para disipar las mentiras y la propaganda expuesta por el PCCh.

Mientras tengamos el deseo de salvar a la gente, el Maestro ayudará a pavimentar el camino.

Ya han transcurrido dieciocho años desde que comenzó la persecución, y he enviado cartas y esperanzas a numerosas personas de muchos sectores de la vida.

Teniendo buen manejo en las relaciones

Me mudé de casa dos veces. Cada vez que me mudaba, me llevaba muy bien con mis vecinos, como si fuéramos una familia. Siempre limpié el pasillo del edificio. Algunos vecinos se conmovieron, y uno de ellos dijo: "Usted es anciana,sin embargo nos ayuda a limpiar el pasillo. Estamos muy agradecidos”.

Yo respondí: "Ustedes están muy ocupados y el tiempo es precioso. Somos vecinos, justo como en una familia. Así que me gusta ayudar".

No había iluminación en la escalera por la noche, así que encendía una vela en mi piso para ayudar a la gente a ver.

Los vecinos estaban muy agradecidos, y siempre me ofrecían algo de comida que habían preparado. En una ocasión ofrecieron ayudarme a instalar un calentador en mi casa.

También me protegieron de la policía. Un vecino me dijo: "Un policía intentó encontrarte. Dijimos que no había una persona con tu nombre por aquí. Todos te protegemos”.

Después que mis hijos se casaron, siempre les dije que fueran amables con sus suegros. A veces, mis hijas se quejaban de sus suegras, pero nunca estuve de parte de ellas.

Les dije: "Nunca hablen mal de su suegra o sus vecinos o colegas. De lo contrario, sería considerado como poco amable. Siendo un ser humano, debemos estar agradecidos con los demás, y pensar en sus lados positivos. Tu suegra es anciana y no está bien educada. Deberías abstenerte de discutir con ella. Todos nosotros seremos viejos algún día. Si no eres bueno con tus suegros, tus hijos no serán amables contigo cuando seas viejo, y esto pasará de generación en generación. Esta es la ley histórica conocida como el principio de la retribución kármica".

Habiendo escuchado mis palabras, mis hijas sonrieron: "Mamá, mi suegra en realidad no es tan mala”.

Pasando la prueba de yeli (karma) de enfermedad

Nunca he tenido que tomar ningún medicamento, ni una sola inyección desde que comencé a practicar Falun Dafa. Siempre que no me sentía bien, nunca lo consideré una enfermedad. Yo era consciente de que el Maestro estaba purificando mi cuerpo. Nunca tomé los síntomas en serio, ni informé a mis hijos.

Hubo dos ocasiones en que la situación se hizo seria. Una vez, me mareé y sentí como el cielo y la tierra giraban alrededor. Tuve que apoyarme contra la pared para estabilizarme. Mis dos hermanas menores vinieron a verme. Estaban muy preocupadas por mí e inmediatamente llamaron a una de mis hijas, que vino a tomar mi presión sanguínea. La lectura era extremadamente alta, y ella quería llevarme al hospital. Le dije que era una practicante y que no era una enfermedad. Yo no iría al hospital. Mi hija estaba muy preocupada, y pidió a mis hermanas menores que cuidaran de mí durante unos días. Inmediatamente me sentí bien otra vez con pensamientos rectos muy fuertes.

En otra ocasión, en 2001, empecé a toser violentamente y vomitaba sangre por la mañana. No me molestó, ni presté mucha atención a ello. El único pensamiento que tuve fue que no era una enfermedad, ya que los practicantes no tienen enfermedades.

Seguí vomitando sangre durante unas dos horas. Mantuve fuertes pensamientos rectos todo el tiempo hasta que se detuvo.

El Maestro nos enseña que, si parece ser una cosa buena o una cosa mala, mientras te cultives en Dafa, todas son positivas. Mis experiencias me han demostrado esta verdad. ¡Estoy agradecida con el Maestro que ha soportado tanto por mí!

Mi fe en el Maestro y el Fa nunca ha vacilado desde que comencé a cultivar hace más de 20 años. Todavía tengo muchos apegos, pero mientras crea verdaderamente en el Maestro y en el Fa, podré mejorar mi cultivación. Mientras yo me asimile al Fa, no habrá pruebas que no pueda pasar, ni apegos a los que no pueda renunciar.

Debo hacer las tres cosas con más diligencia y no defraudar al Maestro. Escribí este intercambio para alentar a otros practicantes y a mí misma.