(Minghui.org) En la Conferencia del Fa de Nueva York en 2007 tuve el privilegio de conocer al Maestro Li en persona, aunque empecé a practicar Falun Dafa en 1996. Fue entonces cuando le prometí a Shifu que memorizaría el Fa.

Sin embargo, cuando empecé a memorizar Zhuan Falun, no podía avanzar más de la primera lección. Me llevó un par de horas recordar un párrafo. Debido al tiempo dedicado a memorizar el Fa, no tuve tiempo de leer el libro de principio a fin. Estaba destrozado y lamentaba haber hecho la promesa.

A fines de 2010, tuve una prueba de ye de enfermedad. Durante la noche, una de mis piernas se hinchó haciéndome imposible caminar o estar de pie. Miré hacia adentro y descubrí que estudiar el Fa se había convertido en una rutina y que a menudo no me concentraba en lo que estaba leyendo. Además, no había cumplido mi promesa de memorizar el Fa. Así que frente al retrato de Shifu, reflexioné sobre mis fallas, en aquello en lo que me estaba quedando corto, prometí rectificar todos mis errores y, por muy difícil que fuera, memorizar el Fa.

Tan pronto como tuve estos pensamientos, escuché una voz diciéndome: “Memoriza el párrafo enunciado por enunciado”. ¿Por qué no había pensado en eso? Podría aprender primero las frases individuales y luego conectarlas todas en el párrafo más adelante. Este método hizo la tarea inmediatamente más fácil.

En 18 meses pude memorizar todo Zhuan Falun. Aunque no memoricé ciertos párrafos en general, aprendí las oraciones individuales.

El proceso de memorizar el Fa eliminó gran parte de mi yeli, sustancias decadentes, y las cosas que interferían con mi voluntad de memorizarlo. Como resultado mi conciencia principal se fortaleció. Inmediatamente empecé a memorizar el libro por segunda vez. Esta vez tenía más confianza y un deseo más fuerte de hacerlo, fue mucho más fácil.

He recorrido un largo camino, desde sentirme obligado a cumplir mi promesa hasta sentir lo preciado que es. A partir de ahí, memorizar el Fa, se convirtió para mí en una forma de estudiar el Fa.

La tercera vez, memoricé Zhuan Falun con mi esposa. Lo bueno era que podíamos ayudarnos mutuamente si alguno de nosotros quedaba atascado. Resultó ser una forma más rápida y pudimos memorizar mejor el Fa. También compartimos experiencias sobre cómo hacerlo. Después de la tercera vez, ya no sentía que fuera difícil memorizar el Fa.

Iluminándome cada vez a nuevos principios de Fa

Lo que me parece sorprendente es que a medida que memorizo el Fa, me ilumino a un nuevo entendimiento de los principios del Fa en diferentes niveles, lo cual es un proceso de cultivación propiamente dicho. A medida que los principios del Fa se hacen más claros, veo mis fallas en el xiulian, lo que me obliga a mirar hacia adentro. No solo miro hacia adentro sino que también miro más profundo hasta encontrar la raíz de un problema o apego. Y esta forma recta de proceder se convirtió en parte de mi verdadera naturaleza.

Cuando no podía concentrarme, era lento o no me iluminaba a los principios del Fa, me detenía, y miraba hacia adentro. A medida que miraba más hacia adentro, me enfocaba más y me permitía seguir memorizando.

Otro aspecto fue que mientras memoricé el Fa, miré constantemente hacia adentro y me asimilé a Dafa. Este proceso eliminó mi yeli y las malas sustancias en mi cuerpo. Me he deshecho de muchas nociones humanas y mi mente se ha purificado. No solo no temo memorizar el Fa, sino que aprovecho al hacerlo y disfruto el proceso.

Mirando hacia adentro

Una vez, al terminar la sesión del estudio grupal, algunos practicantes señalaron que nuestro entorno era bastante negativo. Sugerí que todos miráramos hacia adentro. El coordinador propuso que tomara la iniciativa de hacerlo en la próxima reunión. Estuve de acuerdo, ya que creía que esto sería bueno para el grupo y también sería una oportunidad para mejorarme.

En la siguiente reunión, hablé sobre cómo encontré mi resentimiento, mi miedo y mi tendencia a hablar sobre los defectos de los demás a sus espaldas. No terminé de hablar antes de que finalizara la sesión; por lo que el coordinador dijo que podría continuar en la próxima reunión. Aunque pensé que había encontrado todos mis apegos, me tomé el tiempo para seguir mirándome un poco más hacia dentro.

Cuando no pude encontrar ningún apego más, las palabras de Shifu vinieron a mi mente: “Estos problemas ya son muy graves. Sería bueno si aquellas personas pudieran examinar dentro de sí mismos las cosas que han podido encontrar en otros" (Un diálogo con el tiempo, Escrituras esenciales para mayor avance).

De repente, me di cuenta de lo que debía hacer. Pasé cinco minutos enumerando veinticuatro cosas malas que encontré de los practicantes y luego me comparé con ellas; me di cuenta de que tenía los mismos apegos. Luego miré hacia adentro y descubrí que la raíz de todos mis apegos se originaba en mi egoísmo.

Un corazón claro, limpio y sin expectativas

Cuando memoricé Zhuan Falun por cuarta vez, lo hicimos por Internet, un practicante y yo. Al principio, no podía mantener los ojos abiertos y también me costó mucho quedarme quieto. Entonces, me di cuenta de que si mantenía un corazón en calma, no tendría sueño. Para tener una mente tranquila, necesitaba asimilar el Fa y medirme con él. En una ocasión, ninguno pudo continuar memorizando. Ese día, casi queríamos encontrar una excusa para no memorizar, pero mejor decidimos mirar hacia adentro. Cuanto más miramos, más profundo fuimos. Luego de un largo intercambio, ya no sentimos sueño.

Soy consciente del gong que Shifu nos da al memorizar el Fa y mirar hacia adentro de uno mismo. Un día después de enviar pensamientos rectos y memorizar el Fa, vi una rueda de color rosa volar fuera de mi cuerpo y caer en la mano de un Fo de las viejas fuerzas, que estaba de pie en una montaña cubierta de polvo. Él me dijo: “No funcionan más mis anzuelos y artimañas ahora que puedes memorizar el Fa y mirar hacia adentro al mismo tiempo”.

El propósito de memorizar el Fa no es solo memorizarlo, sino también asimilarse a Él. Aprender el Fa con un corazón claro, limpio y con una mente tranquila y sin expectativas es la mejor manera de tener éxito. A veces, deseo acelerar el proceso y ahí es cuando se convierte en una rutina y me siento inquieto. Aunque soy capaz de leer muchos párrafos, de esta forma no hay ninguna manifestación de los principios del Fa.

Como resultado de memorizar el Fa, el mirar hacia adentro se convirtió en mi ‘segunda naturaleza’; mi conciencia principal y mis pensamientos rectos se han vuelto férreos. Ahora estoy más concentrado y con un corazón y mente más puros.

Trabajo como técnico de computación y, en el pasado, estaría leyendo el Fa mientras resolvía los problemas de la computadora. Este ya no es el caso. Ahora me enfoco solo en la tarea que, diligentemente, tengo entre manos.