(Minghui.org) Hablar a otros sobre Falun Dafa era una dificultad para mí. Sabía que se debía al miedo. Había practicado Falun Dafa por veinte años pero no fue hasta 2008 que salí a aclarar los hechos a la gente. Estaba bien cuando les hablaba a las personas individualmente, pero las multitudes me asustaban. El siguiente relato es acerca de cómo vencí este apego al miedo.

Enfrentando la discriminación en el trabajo

En 2013 fui elegido en mi compañía para asistir a la Conferencia del Sindicato Municipal de Trabajadores. Sin embargo mi admisión fue rechazada porque practico Falun Dafa. Me di cuenta que esto era discriminación y también un tipo de persecución.

El Maestro nos alienta a aclarar los hechos siempre que haya un problema. Decidí que debía hablar con los miembros de mi grupo en nuestra próxima reunión matutina. Mi temor provenía de haber sido ilegalmente arrestado muchas veces en el pasado. Luché con hablar a las personas, especialmente en grupos. Y esta era una gran oportunidad para exponer al partido comunista chino (PCCh) y salvar a la gente. ¡Estaba decidido!

A la mañana siguiente me sentí descompuesto, y cuando algunos compañeros no aparecieron, me eché atrás. Para el  día después, mi corazón seguía acelerado, y no sabía cómo enfrentar a mis colegas.

Entonces me dije: “¿Por qué tienes miedo? ¿Es una cuestión de vida o muerte? ¡Este miedo no proviene de mi verdadero yo! ¡Debo dejarlo ir!”.

Me calmé y comencé a explicarles cómo había sido rechazado por practicar Falun Dafa. Mis derechos humanos y el hecho de ser elegido habían sido violados por mis creencias.

Entonces les expliqué cómo el ateísmo había llevado a la decadencia moral y al deterioro a la sociedad. Les manifesté que hay consecuencias para las acciones de las personas, y que todos serán responsables por su maltrato a los practicantes de Falun Dafa. Tomé como ejemplo cómo el Imperio Romano había colapsado porque persiguieron a los cristianos.

Mi audiencia pareció receptiva y comprensiva. No tuve miedo y, después, me sentí relajado. ¡Había hecho un gran avance!

Una hora más tarde, en mi empresa, se anunció una gran reorganización; y cinco miembros de mi grupo serían transferidos. Estaba tan alegre que pude aclararles la verdad antes que partieran.

Un año después tuve otra oportunidad de contar los hechos a un grupo grande. Todos mis compañeros de trabajo conocieron la verdad sobre Falun Dafa. Entendieron la naturaleza del PCCh y también que los ciudadanos comunes eran objeto de persecución. Dejé ir completamente mi apego al miedo, actué de manera recta y justa y salvaguardé la dignidad de Dafa. Mi ambiente de trabajo creció hasta ser muy armonioso.