(Minghui.org) Han pasado cinco años desde que obtuve Dafa, no sabía en ese momento que había encontrado el Fa supremo del universo y se me daba la enorme oportunidad y el honor de ser una dizi de la rectificación del Fa, bajo la gracia del más compasivo Shifu.

En estos 5 años, poco a poco aprendí que somos responsables por la salvación de la gente del mundo, Fo, Dao y Dioses que descendieron para obtener el Fa, así como por los seres dentro de nuestros universos, nuestro cuerpo es un enorme universo lleno de seres magníficos que debemos salvar.

Y por supuesto, como Shifu nos explicó, xiulian es la clave. Si no se cultivan bien no solo no lograrán salvar a los seres de alto nivel que descendieron aquí, porque no cumplen con el estándar, sino que también arruinarán a sus propios seres y reinos. Esa ha sido mi experiencia, por así decirlo.

La ira puede destruir reinos

En el camino de xiulian, algo a lo que me iluminé, por desgracia tarde, fue que cuando no tienes pensamientos alineados con el principio de Dafa, no debes aceptarlos, aunque parezcan verdaderos y lógicos, hay que eliminarlos rápidamente. Porque si los aceptas y comienzas a “hablarles” en tu mente, se harán más y más fuertes, será más difícil deshacerte de ellos.

“Todos los mensajes, todas las entidades y las células en tu cuerpo están incrementando el gong, entonces por supuesto que el espíritu primordial asistente también aumenta su gong...” (Octava Lección, Zhuan Falun, Quien refina gong es quien obtiene el gong).

En mi limitada comprensión, lo mismo pasa con los pensamientos negativos y con los apegos…si no los eliminas, reciben energía y será más difícil deshacerse de ellos, en particular cuando piensas que son parte de ti. ¿Cómo puede Shifu ayudarte si aceptas estos pensamientos y piensas que son parte de ti?

Hablando de alimentar malos pensamientos, mi peor enemigo en xiulian es el qing, la ira en particular. Aunque sé que los sentimientos juegan el papel de demonios para un cultivador, sabía que la ira es una emoción que un cultivador no debe aceptar, cuando se enfrentan ciertas situaciones pensaba…la ira no es correcta, pero a veces la encontraba justificada. Así, alimenté a un demonio en mi mente.

Trabajo para La Gran Época y siempre he pensado que nuestros artículos deben ser muy buenos, para que la gente pueda apreciarnos y respetarnos, así es más fácil que acepten los artículos de aclaración de la verdad. Por eso, cuando alguien cometía errores en los artículos, me enojaba, porque pensaba que sus errores afectaban o incluso arruinaban nuestro trabajo de salvar seres conscientes. En particular cuando pretendíamos contactar con nuevos grupos de personas. 

Un día, recibí una lección que nunca olvidaré y quiero compartirla con ustedes, tal vez les sea útil. Fui con un colega que estaba a cargo de filmar una protesta lejos de la oficina. La llevaban a cabo un grupo de personas que no habíamos contactado antes. Nos tomó mucho tiempo llegar hasta ahí, hablar con la gente, entrevistarlas, etc. Regresamos a la oficina y escribí el artículo lo mejor posible, para que los manifestantes lo apreciaran. Después de muchos esfuerzos, el artículo estaba listo. Pero el editor/corrector tuvo la idea de reescribir el primer párrafo de una manera tan horrible que sentí que era una vergüenza. En ese momento, no era enojo sino rabia, sentí que la persona había arruinado todo el esfuerzo y el trabajo había sido en vano. No discutí con esa persona (no porque me abstuviera como debía de ser, sino porque ese practicante no estaba allí), pero la ira no me dejó todo el día y me quemaba por dentro. En la noche, cuando llegué a casa, tuve la visión de que aplastaban y destruían niveles tras niveles de mis reinos. No puedo describir con palabras la sensación que tuve. Sabía que todos mis seres en esos reinos no se salvaron por mi indignación.

Shifu dijo:

“Hay personas que no tienen su conciencia principal fuerte, entonces siguen al ye de pensamiento y cometen actos malos; tales personas quedan acabadas y caen. Sin embargo, la mayoría de las personas pueden, a través de pensamientos subjetivos muy fuertes (una fuerte conciencia principal), expulsarlo y oponerse. De esta manera queda claro que esta persona puede ser salvada y que puede distinguir lo bueno de lo malo, es decir que tiene buena cualidad de iluminación; entonces mis Fashen ayudan a eliminar la mayor parte de este tipo de ye de pensamiento. Comparativamente, son más las situaciones de este tipo” (Zhuan Falun, Sexta Lección, La conciencia principal debe ser fuerte).

Es lo que pudo haber ocurrido. Sentí que por la ira, los reinos donde no podía quedarme fueron destruidos. Con suerte, se me dio un adelanto de lo que la cólera puede hacer. Me desesperé, comencé a llorar e imploré ayuda a Shifu, para detener la destrucción de esos mundos y la muerte de los seres ahí, entonces la visión se detuvo.

Por desgracia, aunque recibí una lección tan dura, por dejar que la ira se manifestara en mí todos estos años porque le encontraba justificación, se hizo tan fuerte que no la podía deshacer, y a veces caía de nuevo.

Recientemente, recibí una segunda lección, estaba en un evento donde debía hacer entrevistas. Era tarde en la noche y estaba cansada. En cierto momento, alguien dijo algo que me ofendió y sentí la ira creciendo. Por supuesto, me di cuenta que soy practicante y no debo permitir que se manifieste, es una prueba y necesito mirar a mi interior en lugar de exponerla, pero fue demasiado tarde. Después de unos segundos de enfado, antes de tener tiempo para detenerlo, oí un gran ruido, el panel eléctrico del edificio (el transformador) explotó. Así que nos quedamos sin luz y el evento se canceló.

Fue la segunda vez que Shifu me mostró los efectos destructivos de la ira. No he logrado resolver completamente este problema, pero estoy trabajando mucho en ello. Ya no acepto la idea de que los errores de los demás me den el derecho de enojarme, aunque los errores pueden afectar nuestro trabajo. A veces lo logro, a veces no. Pero espero que con más estudio y con la ayuda de nuestro Venerable Shifu gane la pelea contra este demonio llamado cólera y me gustaría que mis compañeros practicantes sepan lo peligroso que es entregarse a este sentimiento.

El miedo puede matar

La primavera pasada, fui de excursión a las montañas. Al principio, el camino estaba bien, el clima agradable, la verde hierba…hermoso. Más subía la montaña, ya no era tan verde ni agradable, el camino cubierto de nieve. Seguí caminando pensando que no podía ser peor, pero lo fue. En cierto momento, me encontré en un valle muy inclinado. No había camino y pisaba nieve derretida, en un valle con mucha pendiente. Dondequiera que ponía el pie, la nieve no me permitía apoyarme y me resbalaba por el valle. En peligro de caerme. Estaba sola sin nadie que me ayudara. Comencé a sentir miedo.

En ese momento, recordé las palabras de Shifu:

“Este miedo suyo quizás realmente pueda traer problemas. Porque ni bien tienes miedo, esto ya es un corazón de temor, ¿acaso no es eso un corazón de apego? Y una vez que exteriorizas tu corazón de apego, ¿no debe ser eliminado? Cuanto más temes, más se parece a una enfermedad, pues este corazón tuyo definitivamente tiene que ser descartado; se hace que recibas esta lección para que tu corazón de miedo sea eliminado y te eleves” (Zhuang Falun, Sexta Lección).

Así que me negué a aceptar el miedo en mi mente. Seguí avanzando hasta la cima de la montaña. No había forma de volver, porque habría caído. El miedo intentaba a menudo vencerme pero no lo acepté. Cuando llegué a la cima, vi que podía descender por una ruta más accesible, oí claramente una voz: “¡Si hubieras tenido miedo, te habríamos matado!”.

Mirar hacia dentro, no hacia fuera

Desafortunadamente, aunque sabía que un cultivador debe mirar al interior para encontrar sus propios defectos, no lo que hacen los demás, muchas veces me ponía triste que algunos practicantes no hicieran lo suficiente, o no trabajaran bien. Solía criticar mucho, pero Shifu me recordó amablemente que eso no es lo que un practicante debe hacer.

Así que, un día, mientras regresaba a casa, levanté los ojos hacia un edificio y vi, a través de una gran ventana, dos personas inmóviles, sin hacer ningún movimiento. Me detuve y miré intrigada porque parecían estatuas, no se movían ni un poco. Comencé a preguntarme: ¿qué hacen? ¿Están viendo televisión? Si es así, ¿por qué no se hablan de vez en cuando?, etc…estuve unos minutos observándolos. Y me vino una idea: observar lo que otras personas hacen hizo que dejara de caminar. Me iluminé al hecho de que en xiulian debe concentrarse en cómo avanzar firme y vigorosamente, no en lo que los demás hacen. De lo contrario, pierdes tiempo y energía, y retrasas tu camino de xiulian y en cumplir tu misión. Le agradecí a Shifu por esta valiosa lección.

Cometí otro error en xiulian al encontrar interferencia en mi trabajo de rectificación del Fa, al enviar a veces pensamientos rectos sin mirar a mi interior, aunque Shifu dijo que no se permite la interferencia sin una razón. Me sucedió lo siguiente: Todas las noches, al volver a casa del trabajo, los perros callejeros que estaban cerca de mi edificio comenzaban a ladrarme, muy fuerte. Negué tenerles miedo y envié pensamientos rectos. Sucedió algunas noches, una tras otra. Una noche, los perros ladrando casi me alcanzaron y sentí el peligro de una mordida. Estaban cerca de mí. En ese momento pensé: debe haber una razón por la que sucede. Tengo que mirar en mi interior.

En el momento en que tuve este pensamiento recto, miré a los perros: aunque seguían ladrando, sus colas temblaban y me miraban amigablemente. Dejaron de ladrar y se fueron. Nunca me molestaron desde entonces. Comprendí de esta experiencia que cuando encuentre problemas, no debo contentarme con enviar pensamientos rectos para eliminarlos, sino también mirar al interior.

El poder de los pensamientos rectos

Al principio de mi xiulian, cuando entendí que nuestra misión es salvar seres conscientes, lo primero que hice fue repartir volantes de aclaración de la verdad a la gente en la calle. Estaba llena de ideas que me impedían hacerlo bien, mi gong no era lo suficientemente alto para disolver los factores malvados que impedían a la gente llegar a la verdad, y probablemente también los demonios interfirieron, trataron de desanimarme y que me diera por vencida. Por eso, casi todas las personas que encontraba en la calle se negaban a tomar mis volantes. Hasta que un día, me vino una idea: ¿por qué no enviar pensamientos rectos? Así que, comencé a enviar pensamientos rectos y, “sorpresa”, de repente casi toda la gente los tomaba y me daba las gracias.

He visto el poder de los pensamientos rectos muchas veces. El más obvio es cuando nuestros colegas tienen problemas técnicos con la cámara de video en los eventos. Casi siempre, en unos instantes de comenzar a enviar pensamientos rectos, se pudo arreglar el problema.

Un día, estaba en una actividad de aclaración de la verdad con otro practicante, un veterano. Era un poco después del mediodía y solo pasaban unas pocas personas. Menos aún se paraban para hablar con nosotros. De repente, comenzó a llover. Era una lluvia fría y estábamos helados. A pesar del frío nos rehusamos a darnos por vencidos e irnos a casa. Encontramos un refugio bajo un árbol, decididos no irnos. Y sorpresa…la gente en la calle comenzó a detenerse y a hablar con nosotros. Todos recibieron bien la aclaración de la verdad y firmaron la petición que llevábamos.

Comprendí de esa experiencia que cuando haces sacrificios incrementamos nuestro de, elevamos el xinxing, impresionamos a los seres superiores y así se nos permite salvar más seres conscientes.

El año pasado en Munich, tuve otra experiencia impresionante relacionada con el sacrificio y la compasión. Era noviembre, creo un lunes por la mañana, un día después del Fahui en Munich y teníamos una actividad de aclaración de la verdad en el mercado central de la ciudad. Nevaba por la mañana. Cuando llegué había solo unos pocos practicantes refinando. Mi primer pensamiento fue: ¡Vaya! Está nevando mucho, voy a empaparme, no hay lugar para cambiarme de ropa, va a ser difícil…me di cuenta de inmediato que no era un pensamiento recto, lo eliminé y me uní a los compañeros para hacer los ejercicios, 10 o 15 minutos después dejó de nevar.

Todo el día, nos turnamos para hacer los ejercicios, le dimos volantes a la gente y les aclaramos la verdad. Al final de la tarde, después de muchas horas en la calle en un clima tan frío, supongo que los practicantes estaban cansados. Sentí que la actividad llegaba a su fin. Cada vez menos personas hablaban con los practicantes y menos firmaban la petición para detener la sustracción forzada de órganos. De repente, uno de los organizadores pidió hacer el quinto ejercicio. A pesar de que hacía tanto frío y ser un día tan largo, pocos practicantes se quitaron los zapatos y comenzaron a meditar. Poco después, sentí una ola increíble de compasión que llenaba el mercado. No puedo describir con palabras lo maravilloso que era. No fui la única que lo sintió. La gente de alrededor cambió de actitud. De repente, hicieron fila para firmar la petición. Incluso algunas nos dijeron: ¡Dios los bendiga!

No tratar de resolver los problemas, tratar de eliminar los apegos

En el pasado, me era difícil enfrentar el frío. En la oficina tenía una colega que, en invierno, no importaba lo frío que estuviera, abría las ventanas. Aparte de que tenía frío, me disgustaba el hecho de que ella lo hiciera a propósito para molestarme. A pesar de que le pedí muchas veces no hacerlo, lo hacía. Un día, cansada de enfadarme y fallar todas mis pruebas, decidí: Está bien, me encargaré del frío sin enojarme con ella. Fue todo, ya no me molestaré, y fue así.

Pocos minutos después, nuestro coordinador vino y le pidió que se cambiara a otro lugar si insistía en tener la ventana abierta, lo que hizo por un tiempo. Así, el problema terminó solo cuando cambié, no antes…

Para concluir, un día, mientras meditaba, Shifu me ofreció una visión magnífica. Es difícil describirla con palabras. Era como si el cielo “floreciera” frente a mi tianmu, lleno de millones de luminosas estrellas, brillantes y hermosas. Ante una escena tan magnífica, todos los conflictos y fricciones de xinxing que me atormentaban parecían mezquinos y sin sentido. Entiendo ahora que ya no tengo que quejarme de los demás ni tener miedo a las dificultades, sino que debo concentrarme en xiulian, para poder volver a casa, al hermoso y brillante universo al que pertenezco, y no sola, sino con todos los seres conscientes que tengo que salvar y mi misión cumplida. 

(Presentada en el Fahui de Europa 2017)