(Minghui.org) Estaba desesperada debido a las enfermedades hasta marzo de 1996, cuando encontré Falun Dafa. Pronto recuperé mi salud y, siempre desde entonces, he seguido los principios de Falun Dafa, de Verdad-Benevolencia-Tolerancia en mi vida diaria.

Antes de practicar Falun Dafa, sufría de enfermedad cardíaca, artritis reumatoide, neurastenia y otras dolencias. También tenía un temperamento irascible. He reflexionado mucho y muy a fondo sobre el significado de la vida y sobre cómo tener buena salud. Era médica y en estrecha relación con grandes hospitales y todo tipo de especialistas. Sin embargo, nada me pudo curar hasta que practiqué Falun Dafa.

He sido sana y no he tomado ni una pastilla y tampoco me he aplicado alguna inyección desde 1996. Me impuse requisitos estrictos de pensar primero en los demás y de tomar ligeramente los intereses personales.

En el trabajo me esmeré mucho. Mis colegas y pacientes, decían que me veía más joven después de comenzar a practicar Falun Dafa.

Muchos pacientes me buscaban para tratarlos y estaba muy ocupada. A menudo, había varios pacientes esperando su turno justo antes del almuerzo. Seguía trabajando sin descansar para minimizar su dolor. Los pacientes se conmovían. Algunos me invitaban a cenar, pero los rechazaba. Les decía: "Soy una practicante de Falun Dafa. Shifu me enseña a pensar primero en los demás. No le podría ocasionar problemas a usted".

Tengo una hermana y cuatro hermanos mayores. Me jubilé en 2007 y me negué a solicitar seguir trabajando en el mismo hospital. Mi madre tenía 81 años y vivía sola. Mi hermana y hermanos estaban demasiado ocupados con sus familias y negocios para cuidar a nuestra madre. Pensé que yo la debía cuidar, para que sus últimos años sean felices.

En 2008, me mudé con mi madre para cuidarla. Un día, ella dijo: "Soy vieja. Pienso que debería darles el resto de mis joyas de oro y plata a tus cuatro hermanos. Les di algunas el año pasado, pero no te lo dije. ¿Tienes algún problema con eso?".

"Mamá, soy tu hija", le dije. "Estoy bien. Tomo estas cosas ligeramente porque practico Falun Dafa. Estoy de acuerdo de que debes compartir lo que tienes con mis hermanos".

Mi madre me dijo también que le daría su apartamento de aproximadamente 84 m2 en el centro de la ciudad a mi cuarto hermano mayor. Me preguntó si estaba de acuerdo. Le dije con calma: "Mamá, el apartamento es tuyo. Estás en tu derecho de dárselo a quien elijas. Estoy de acuerdo".

Más adelante, mi hermano y su esposa se enteraron acerca de esto y sugirieron que me quedara con el apartamento por cuidar a mi madre. Les dije: "Cuidar a mi madre es mi elección. Tengo mi propio apartamento. No quiero él de ella".

Un año más tarde, mi madre sufrió atrofia cerebral y quedó paralizada. Ya no podría cuidarse ella misma para nada. Tuve que ayudarle a bañarse, peinar su cabello y alimentarla. Era incontinente y a menudo tenía accidentes. Tenía que limpiarla a ella, y a su cama y entorno con frecuencia.

Mis hermanos y sus esposas me elogiaban a menudo y apreciaban el hecho de que estaba teniendo cuidado de mi madre. Les dije: "Deberían apreciar a mi Shifu. Él me enseña a ser una buena persona." Estuvieron de acuerdo, porque todos saben que Falun Dafa es bueno.

Mi madre falleció en la primavera de 2015. Durante los siete años que cuidé de ella, no les pedí ni un centavo a mis hermanos. Ellos comentaron entre sí y ofrecieron darme la mitad de los ahorros de mi madre, de aproximadamente US$ 29,000 para mostrarme su agradecimiento por mi duro trabajo de cuidar a mi madre sin quejarme.

Les dije: "Yo quería cuidar a mi madre. Fuimos seis hermanos. ¡Vamos a dividir sus ahorros entre nosotros, en proporciones iguales!". Mis hermanos vieron que estaba determinada y estuvieron de acuerdo. Después sugirieron pagarme para que me tomara unas vacaciones. Los rechacé.

Shifu nos enseña a pensar primero en los demás. Después de su funeral, me mudé del apartamento de mi madre, sin avisarles a mis hermanos. Mi cuarto hermano y su esposa se conmovieron hasta las lágrimas y me pidieron quedarme.

No he vacilado nunca en practicar Dafa durante los últimos 20 años, sin importar qué tan difíciles fueron las circunstancias. Las palabras no pueden expresar mi agradecimiento hacia Shifu por sus enseñanzas y protección.