(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa en 1996. He vivido muchas dificultades y tribulaciones, y he atravesado muchas pruebas de yeli de enfermedad. Además, he atravesado la prueba de vida o muerte muchas veces. El Maestro ha ampliado mi tiempo de vida y me ha salvado la vida una y otra vez. Durante todo mi camino, he sido testigo de la grandeza del Maestro y de Falun Dafa.

Me gustaría compartir mi experiencia que trata sobre cómo atravesé las pruebas de vida o muerte, y sobre cómo podemos mejorar y elevarnos juntos.

Abandonando el miedo a la muerte

El Maestro dijo:

“Si un cultivador puede permitir que de verdad se vaya [el miedo a] la muerte, entonces esa muerte será para siempre puesta muy lejos de ti”. (Exponiendo el Fa en el Fahui Internacional de Nueva York, 2004)

Aflojé en el estudio del Fa y en la práctica de los ejercicios en septiembre de 2002, y las viejas fuerzas tomaron ventaja de esas deficiencias. El cáncer de pulmón y la artritis reumatoide que padecía antes de practicar, regresaron. Todo mi cuerpo se hinchó, y mi marido me llevó al hospital. El médico nos dijo que padecía un cáncer de pulmón en fase terminal y que no viviría más de tres meses.

Esto sucedió a finales de verano y hacía calor. Sin embargo, tenía que vestir con un abrigo grueso de invierno. Me dolía todo el cuerpo, y sufría picos de fiebre alta. El médico nos sugirió que tomara calmantes cuando no pudiera soportar el dolor. Pero no los tomé en ningún momento.

Le dije a mi marido que solo el Maestro podía salvarme. También le dije que podía mudarse si tenía demasiado miedo. Se mudó, y me quedé sola en casa. No tenía a nadie que me ayudara, y los demás practicantes no venían a compartir conmigo o a enviar pensamientos rectos para mí. Con la protección del Maestro, pude atravesar esta prueba sola.

Como nadie me cocinaba, no tenía nada que comer, así que solo bebí agua del grifo durante tres días. Si sentía demasiado dolor cuando intentaba dormir por las noches, practicaba los ejercicios y estudiaba el Fa.

Le dije al Maestro que no tenía miedo a la muerte, siempre que mi muerte no causara ningún daño al buen nombre de Falun Dafa. Como fui la primera persona que empezó a practicar Falun Dafa en mi región, cualquier cosa que me ocurriera podría causar un gran revuelo.

Decidida a seguir al Maestro hasta mi hogar celestial

Este segundo punto fue también muy importante. Mientras afrontaba las posibles pruebas mortales, estaba decidida a seguir al Maestro de regreso a mi hogar celestial.

Le dije al Maestro: “Definitivamente le seguiré a casa. No quiero quedarme en este mundo, porque nada de este mundo me atrae. No tengo miedo a morir. Pero vine hasta aquí para ayudarle, Maestro, a rectificar el Fa. Todavía no he cumplido mis votos. Los seres conscientes están esperando ser salvados. No puedo morir”.

Nada es casual en nuestros caminos de cultivación. Si no seguimos el camino que el Maestro ha arreglado para nosotros, transitaremos el camino que las viejas fuerzas arreglaron. En este momento crucial, no debemos ser manejados por las viejas fuerzas ni perder nuestros cuerpos humanos como resultado de su interferencia. Esto es de suma importancia. Me di cuenta en ese momento que debía seguir al Maestro y negar los arreglos de las viejas fuerzas. Si perdía mi cuerpo, ¿Cómo seguiría al Maestro de vuelta a casa?

Creer completamente en el Maestro y en el Fa

El Maestro dijo:

“Algunos opinan que las tribulaciones en su práctica de cultivación son muy grandes, pero en realidad no lo son. Mientras más grandes las encuentren, más grandes se harán, y ustedes se harán cada vez más pequeños. Si no les dan importancia y no las fijan en sus pensamientos, con el Maestro y el Fa aquí, ¿a qué le pueden temer? Mientras el verdor de las montañas exista, no debe haber temor por la escasez de leña que quemar. ¡No les hagan caso! Una vez que las hayan abandonado, se darán cuenta que las tribulaciones se han hecho más pequeñas y ustedes se han hecho más grandes. Serán capaces de vencerlas en un solo paso, y las tribulaciones pasarán a ser nada. Les puedo asegurar que es lo que ocurrirá”. (Exponiendo el Fa en Sídney)

Recordé este Fa, y entonces, supe que el Maestro había borrado mi nombre de la lista de los que irán al infierno.

El Maestro señaló: “... si uno oye el Fa por la mañana, puede morir por la tarde”. (Fundiéndose en el Fa de Escrituras esenciales para mayor avance)

Sabía que lo lograría si no temía a la muerte.

El Maestro también dijo:

“Cuando el mal los estaba golpeando, se olvidaron que eran discípulos de Dafa, y no pensaron para sí mismos: “Le pediré al Maestro que me ayude”. Cuando algunos sí le pidieron ayuda al Maestro, cargaban fuertes apegos de miedo. Cuando los estaban golpeando y sentían mucho dolor, muchos de ellos gritaban, “¡Ay! ¡Mamá!”. (Viaje por Norteamérica para exponer el Fa )

Les pregunté a muchos estudiantes sobre sus experiencias cuando fueron golpeados, y muchos me dijeron que lloraban: “¡Ay! ¡Mamá!”, cuando les golpeaban.

Debemos creer en el Maestro completamente cuando nos ponen a prueba. Cuando fui detenida, envié pensamientos rectos y el policía sintió un terrible dolor de cabeza. Cuando intentó darme una patada, se la dio a sí mismo. Le detuve con pensamientos rectos. Recordé el Fa del Maestro, y el milagro ocurrió.

Hago siempre lo que el Maestro nos ha dicho que hagamos. Uso mi salario para hacer materiales de aclaración de la verdad. El Maestro ve mi corazón y me cuida, así que estoy segura de que no moriré.

Cuando padecemos yeli de enfermedad o estamos en medio de una prueba mortal, es el momento de ver si creemos en el Maestro y en el Fa. Si de verdad creemos en el Maestro y en el Fa completamente, podremos atravesar cualquier prueba o tribulación.

Estudiando más el Fa y rectificándome

El Maestro dijo:

“El Fa puede revelar todos los apegos, el Fa puede erradicar todas las perversidades, el Fa puede exponer y eliminar todas las mentiras y el Fa puede fortalecer los pensamientos rectos”. (Eliminen la interferencia' de Escrituras esenciales para mayor avance (II))

Debemos estudiar el Fa diligentemente cuando padecemos yeli de enfermedad o cuando afrontamos una prueba mortal. Así que leía tres lecciones de Zhuan Falun por las mañanas, y cuatro por las tardes. Estudiaba el Fa constantemente. Por eso, cuando practicaba los ejercicios una noche, todos los canales de mi cuerpo se abrieron, y pude sentir como fluía la sangre a través de los vasos sanguíneos. Quince días después estaba totalmente recuperada. La inflamación de mi cuerpo desapareció. Y por primera vez fui capaz de meditar durante 40 minutos seguidos.

El Maestro dijo:

“Como practicante, si todo lo que llena su mente es Dafa, entonces, esta persona seguramente es un cultivador genuino. Por eso, debes tener un entendimiento claro sobre el asunto de estudiar el Fa. Leer y estudiar más los libros es la clave para tu mejoramiento real. Diciéndolo más claramente, siempre que leas Dafa, estás cambiando; siempre que leas Dafa, estás elevándote”. (Fundiéndose en el Fa de Escrituras esenciales para mayor avance)

Puedo recitar completamente Zhuan Falun, Hong Yin, Hong Yin II y Escrituras esenciales para mayor avance. Cuando vienen tribulaciones y dificultades, el Fa del Maestro acude a mi mente automáticamente. Puedo pasar la prueba rápidamente cuando lo recito bien. Deberíamos estudiar más el Fa y memorizarlo más.

He tenido muchas experiencias de cultivación, y el asombroso poder de Falun Dafa me ha acompañado siempre. Muchas veces advertí las maravillas de Falun Dafa y cómo el Maestro me salvaba, pero a veces me resulta difícil describirlo con palabras.

Últimas reflexiones

Escuché que algunos practicantes, y entre ellos algunos ancianos, estaban afrontando y no atravesando pruebas, y que un practicante falleció recientemente. Me sentí muy mal porque la muerte de un practicante es una pérdida enorme. Sé que no dejó ir su apego a la muerte. Si lo hubiera hecho, aún seguiría con vida.

Estoy compartiendo esto sinceramente con los practicantes con la esperanza de que todos miremos dentro, encontremos nuestros apegos y nos rectifiquemos en base al Fa. El tiempo de vida de muchos practicantes ancianos ha sido extendido por el Maestro. Si no se cultivan bien, sus vidas correrán peligro. Cuando afrontemos yeli de enfermedad, tenemos que encontrar dónde fallamos y nos quedamos cortos y entonces rectificarlo en línea con el Fa. Debemos hacer las tres cosas bien. Si tenemos la creencia firme de seguir al Maestro a nuestros hogares originales, atravesaremos cualquier tipo de prueba o tribulación.