(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Gong en marzo de 1999. No sólo mejoré mi salud, sino que también me convirtí en una mejor persona.

Hay 17 empleados en mi sección de trabajo y tengo el puesto de guardia de seguridad y recepcionista. Al ser testigos de mis cambios positivos al practicar Falun Gong, mis supervisores y compañeros apoyaron mi práctica de cultivación. Se ofrecieron voluntariamente para las asignaciones al aire libre, y me dijeron que permanezca en el interior y lea los libros de Falun Gong.

Después de que la persecución fue lanzada por Jiang Zemin en julio de 1999, mis colegas se convirtieron en mis protectores. Me recordaron muchas veces que ocultara mis libros de Falun Gong, justo antes de que la policía llegara a nuestra empresa. La policía nunca escuchó nada que pudiera ser usado en mi contra.

Antes de los Juegos Olímpicos de Beijing en 2008, la policía lanzó una campaña de arrestos a gran escala. Un día dejé Zhuan Falun, el libro principal de Falun Gong, sobre mi escritorio. Mi supervisor adjunto lo vio y lo puso en su escritorio. Me regresó el libro al día siguiente y me advirtió que tuviera cuidado en el futuro.

Tres agentes de policía vinieron a nuestra oficina para trabajar en un proyecto. Eran bastante hostiles hacia mí al principio. Los traté como amigos. Sólo me tomó unos días hasta que comprendieron Falun Gong. Nos hicimos amigos, y a menudo me advertían sobre una inminente acción policial contra los practicantes.

Mi supervisor me informó en 2006 que un practicante había sido detenido el día anterior. Inmediatamente fui a mi casa y mudé mis materiales de Falun Gong a un lugar seguro. En cuanto regresé a la oficina, llegaron varios agentes de policía. Me llevaron a mi casa y la saquearon, pero no encontraron nada. Igual nos detuvieron a mi esposa y a mí. Pero, como no pudieron encontrar evidencia incriminatoria tuvieron que liberarnos.

Cuando regresé a la oficina, mis colegas habían estado discutiendo cómo rescatarnos de la detención. Estaban muy contentos de verme de nuevo.