(Minghui.org) El 27 de octubre del corriente, siete residentes del condado de Linshui fueron sentenciados a prisión por negarse a renunciar a Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde hace más de 17 años.

Los siente practicantes de Falun Gong fueron arrestados el 25 de julio de 2014, en una redada policial dirigida por la oficina 610 local, una agencia fuera del sistema, con la tarea de erradicar a Falun Gong y con el poder de invalidar el sistema judicial y policial.

Tuvieron dos apariciones en la corte, la primera el 15 de enero de 2015, y luego el 29 de septiembre de 2015. Los siete practicantes testificaron haber recibido abusos por parte de la policía durante el interrogatorio. Los golpearon con botellas de agua y no los dejaron dormir. Una practicante joven recibió un golpe en la cara y no le permitieron cerrar los ojos por varios días seguidos.

Los abogados defensores argumentaron que la evidencia extraída de sus clientes bajo tortura era inadmisible. Enfatizaron que no hay ley en China que criminalice a Falun Gong y que sus clientes nunca tendrían que haber sido procesados por ejercitar su derecho constitucional a la libertad de creencia.

Los abogados demandaron que sus clientes fueran absueltos pero el juez los declaró culpables y entregó la sentencia 13 meses después de la segunda audiencia.

Sus nombres son:

Sr. Luo Xuefang y Sra. Li Kunju: 7 años cada uno

Sra. Zhong Dongsheng: 3 años

Sra. Tang Sulan: 2 años y medio

Sras. Zhang Bila, Wang Zhengfeng y Xu Kaiqiong: 3 años cada una, con sentencias suspendidas

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