(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 2005. Las siguientes son algunas de mis experiencias aclarando la verdad sobre Falun Dafa a otros y ayudándolos a renunciar al partido comunista.

“He estado buscando ese DVD”

Salí a repartir materiales de Falun Dafa en una zona donde la gente se junta para esperar ser contratada para trabajos temporales en febrero del año pasado. Más de 30 personas estaban allí, hablando, jugando a las cartas o leyendo diarios mientras esperaban por los empleadores. Cuando llegué, alguien me preguntó: “¿Estás buscando gente para trabajar?”.

“Estoy aquí para traerles algo bueno –DVD de Shen Yun 2015”, contesté.

Antes que pudiera terminar de hablar, un hombre de mediana edad, habló: “Por favor, deme uno, he estado buscando ese DVD. Vi el del año pasado, y ¡era bello!”. Le di un DVD, que guardó en su bolsillo. Luego se ofreció a ayudarme a repartir los demás. No tenía suficientes DVD para todos, y los que se quedaron sin, estaban decepcionados. Me dijeron que la próxima vez, tenía que traer para todos.

Un cambio en el corazón

Un día me puse a conversar con un anciano en la estación de autobuses. Le pregunté si conocía el tema de Falun Dafa. Le expliqué que era una muy buena práctica de cultivación que enseña a la gente a vivir con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Dije: “Repetir ‘Falun Dafa es bueno’ y ‘Verdad-Benevolencia-Tolerancia’ es bueno, te puede traer buena fortuna y salud”.

Él dijo: “Falun Dafa no me da dinero, el partido comunista chino me paga una pensión de más de 7000 yuanes por mes”.

“Si tiene dinero, pero no salud, ¿cómo puedes disfrutar de tu dinero?” contesté. Me hizo un gesto con la mano y me dijo que me fuera.

Otros pasajeros se juntaron alrededor y estaban escuchando. Aproveché para hablar de cómo el incidente de la auto-inmolación de Tiananmen fue manipulado y arreglado, como también del gran número de chinos que renunciaron al partido comunista, incluyendo muchos oficiales de alto rango. Muchos pasajeros aceptaron los volantes de Falun Dafa y aceptaron renunciar al partido. El anciano que no me quiso escuchar cambió, tomó un volante y pidió que lo ayudara a renunciar al partido a él y su esposa.

Presión alta es curada

Me encontré con la profesora Zhang en un mercado local. No lucía bien, así que le pregunté cómo estaba. Me dijo que la estaban tratando por presión alta, pero los efectos del medicamento no duraban, y su presión volvía a subir. Le dije que muchas personas con problemas serios de salud se recuperaron simplemente repitiendo “Falun Dafa es bueno” y “Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Pude ver el escepticismo en ella.

Dos meses después, me encontré con ella y su esposo de nuevo. Tenía buena apariencia y me contó que repetía las palabras y estaba funcionando. Con sinceridad, repetía las palabras todos los días, y su presión alta se normalizó y estabilizó. Ahora tiene más energía, y puede viajar con su esposo. Su esposo estaba maravillado de cuán bien lucía ella. Les di materiales de Falun Dafa y DVD de Shen Yun, y les pedí que se lo pasaran a sus familiares y amigos, y dijeron que lo harían felizmente.

Mi negocio mejoró

Un día estaba en un mercado buscando frutas, y una mujer en un puesto parecía estar muy incómoda. Ni siquiera le prestaba atención a los clientes, así que le pregunté qué le pasaba. Dijo que tenía un dolor de cabeza insoportable, y también le dolían los ojos. Comencé a contarle sobre los beneficios de Dafa para aquellos que creían en ello. Le dije: “Repite Falun Dafa es bueno y Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Luego la ayudé a renunciar a la liga juvenil del PCCh de la que era miembro desde niña.

Al día siguiente fui al mercado de nuevo. Vi a esta mujer, y me llamó. “Repetí esas palabras que me dijiste anoche hasta que me dormí”, me dijo. “Hoy estoy bien. ¡Esas palabras son tan poderosas!”.

Desde ese día en adelante, ella y su esposo aceptan los materiales informativos que les doy de Falun Dafa. Ellos reparten la información en su puesto. También escriben cosas positivas sobre Falun Dafa en los billetes. Varios meses más tarde, me dijeron que su negocio estaba cada vez mejor, todo gracias a Dafa.

Agradecido por recibir la verdad

Un día compré unos pasteles en una panadería. En mi camino de regreso, noté que un joven salía de la panadería delante de mí. De repente tuve el deseo de hablarle de Falun Dafa.

Lo alcancé y le comenté lo rico que eran los pasteles de esa panadería, y él asintió. Luego saqué el tema de Falun Dafa. Dijo que estaba al tanto de ello porque trabajaba en una comisaría. Le dije que tenía que apoyar a Dafa, por su propio beneficio y el de su familia. Luego aceptó renunciar al PCCh.

Me agradeció y me preguntó: “¿Por qué me elegiste a mí?”. Le dije que noté que era una persona buena y recta. Luego le di unos folletos y DVD de Shen Yun. Dijo que leería los folletos y miraría el DVD en su casa. Parecía contento y me dijo: “Gracias por elegirme”.