(Minghui.org) Un grupo de personas de Fujian, una provincia al sur de China, han decidido dar un paso al frente y demandar al ex dictador chino Jiang Zemin, quien lanzó la persecución a Falun Gong hace 16 años. Estas personas han sido testigos de cómo sus familiares se beneficiaron con la práctica, y luego los vieron sufrir torturas y otras formas de brutal persecución. Quieren justicia para sus familiares. A continuación compartimos algunos casos.

Falun Dafa da una segunda vida a mi hermana menor

Mi hermana menor estuvo enferma desde pequeña. Desde 1997 fue hospitalizada al menos tres veces cada año por obstrucción de conductos biliares y crecimiento anormal de tejido mamario. Mi tarea era llevarla al hospital cada vez que se enfermaba. Estaba deprimida por su condición y su esposo seguía ocupado haciendo dinero para pagar los gastos del hospital.

Un día, camino al hospital, mi hermana dijo emocionada: “Quiero ir al parque hoy”. En ese momento me preocupé. Pensaba que había perdido las esperanzas y quería disfrutar lo que le quedaba de vida haciendo algo más. La llevé al parque y la ayudé a bajar lentamente de la bicicleta. Caminó despacio hacia un grupo de gente y comenzó a seguir los movimientos. Después se sentó con ellos en meditación. Luego me contó, estaban practicando Falun Gong.

A partir de ese día, la acompañé al parque para hacer los ejercicios de Falun Gong todos los días. Su salud empezó a mejorar. En poco tiempo todas sus dolencias desaparecieron. Ya no necesitó pastillas ni visitar el hospital. Se la veía mucho más joven y enérgica. Toda nuestra familia fue testigo del milagro de Falun Dafa en mi hermana y estábamos agradecidos al Maestro Sr. Li Hongzhi, el fundador de Falun Dafa.

Cuando comenzó la persecución, mi hermana fue ilegalmente arrestada y enviada a un campo de trabajo forzado por negarse a abandonar su creencia. Las autoridades constantemente vinieron a acosar a nuestra familia. No nos atrevíamos a decirle a nuestro padre que su hija estaba encarcelada cuando mencionaba que hacía mucho tiempo que no la veía.

Falun Dafa salvó la vida de mi hermana menor y nunca pidió nada a cambio. Para contarle a todos los hechos, para resarcir a Falun Dafa y al Maestro Li, y para hacer justicia por mi hermana, decidí que debía demandar a Jiang Zemin, el principal perpetrador de la persecución contra esta pacífica práctica que ha ayudado a tanta gente.

Vivir sin un padre

Cuando tenía ocho años, mi padre comenzó a practicar Falun Gong. Me dio un ejemplo de rectitud y siempre me enseñaba cómo distinguir el bien del mal. Tuve una vida feliz hasta los 11 años, cuando empezó la persecución a Falun Gong.

En ese momento, la policía se comportaba peor que barras bravas. Irrumpían en nuestra casa a plena luz del día, la saqueaban, y tomaban nuestros bienes personales. Recuerdo que lloraba, escondido. Iban al trabajo de mi padre y hacían lo mismo. La policía secuestró a mi padre cuando tenía 12 años y lo puso en detención por su creencia. Luego lo enviaron a un campo de trabajo forzado por un año. A menudo me despertaba en medio de la noche llorando y gritando su nombre.

Cuando tenía 16 años, lo llevaron de nuevo a un campo de trabajo forzado y lo torturaron durante tres años. Regresó cuando yo tenía 20 años. Perdí gran parte de mi escolaridad y tuve una vida miserable como resultado de la persecución que enfrentó mi familia.

Pasé toda mi vida de adolescente con miedo y bajo la sombra de la persecución. Ahora soy adulto, y sé que mi padre no hizo nada malo al practicar Falun Gong. Sólo es un buen hombre que sigue los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.

Esta persecución a dañado a muchos de los hijos de los practicantes de Falun Gong, como yo. Quiero resarcir la injusticia cometida hacia mi padre y demandar al culpable que inició la persecución.

Protegiendo a mi tío

Unos días antes del Año Nuevo chino del año pasado, varios oficiales de civil irrumpieron en mi casa, preguntando por mi tío, practicante de Falun Gong.

Mi padre, que estaba solo en casa, los acusó de acosarnos. Mi padre habló a propósito en voz alta y atrajo la atención de los vecinos.

Todos los vecinos querían a mi tío porque era una persona recta y amable. Todos comenzaron a decirle a la policía qué buen hombre era mi tío y que debían sentir vergüenza por intentar arrestar a un hombre honesto que respeta la ley.

Mi padre enseguida sacó a la policía de la casa, pero se quedaron fuera esperando para atrapar a mi tío. No se fueron hasta la madrugada.

Mi tío ha sido un hombre muy bueno desde que era pequeño. Después de comenzar a practicar Falun Gong, fui testigo de muchos milagros que le ocurrieron. Sabía que era muy respetado entre sus vecinos por seguir los principios de Falun Dafa. A menudo me contaba cómo Falun Dafa lo transformó en un hombre saludable, honesto, pacífico y sabio.

Jiang Zemin abusó del sistema para difamar a Falun Dafa y acusar falsamente a los practicantes de crímenes que no habían cometido para poner a la opinión pública en contra de la práctica. Sus mentiras envenenaron a tanta gente de China y de todo el mundo. Como familiar de un practicante, no me callaré. He presentado mi querella penal contra el culpable que dirigió la persecución a los practicantes de Falun Gong. Solicité a las autoridades chinas que arresten a Jiang y lo castiguen por los crímenes que cometió.

Antecedentes

En 1999, Jiang Zemin, como jefe del partido comunista chino, ignoró a otros miembros permanentes del comité del politburó y lanzó la violenta represión a Falun Gong.

La persecución ha llevado a la muerte a muchos practicantes de Falun Gong en los últimos 16 años. Muchos más han sido torturados por su creencia e incluso asesinados por sus órganos. Jiang Zemin es directamente responsable por el comienzo y continuidad de la brutal persecución.

Bajo su dirección personal, el partido comunista chino estableció un órgano ilegal de seguridad, la “oficina 610”, el 10 de junio de 1999. La organización ignora las fuerzas policiales y el sistema judicial al llevar adelante las directivas sobre Falun Gong: arruinar su reputación, cortar sus recursos financieros, y destruirlos físicamente.

Después de 2002, Jiang ya no estaba al frente del PCCh, pero ha ejercido gran poder desde las sombras, a través de la red de oficiales que él mismo había nombrado.

La ley china permite a los ciudadanos ser demandantes en causas penales, y muchos practicantes están ahora ejerciendo ese derecho presentando demandas penales contra el ex dictador.