(Minghui.org) “¿Por qué siempre tienes que causar problemas? ¡¿Cómo mantendré mi trabajo como funcionario público?!”, preguntó mi hijo.

“Mi hermano ya tiene suficiente con preocuparse por todas sus obligaciones y tú tienes que agregar algo más”, se quejaba mi hija.

“Si tú crees que Falun Gong es bueno, ¿por qué simplemente no lo practicas en casa y dejas de invitar a practicantes aquí?”, suplicaba mi nuera.

Para el golpe final, mi esposo agregó: “No nos dejas vivir en paz, ¡ya no tienes permitido salir de aquí!”.

Esta fue la reacción de mi familia cuando les conté que planeaba presentar una demanda contra Jiang Zemin, el ex dictador chino que lanzó la violenta represión a Falun Gong.

Su oposición disparó mi miedo. Por unos días, no me atreví a salir para el estudio grupal del Fa.

Una semana más tarde, finalmente me convencí de asistir al estudio grupal, otros practicantes estaban todos preparando sus cartas de demandas penales, y algunos ya la habían enviado. Sentí que había defraudado a Shifu al encerrarme y sucumbir a mi miedo.

Shifu dijo en “Exponiendo el Fa en el Fahui de Canadá”:

“Es similar a lo que he descrito en un ejemplo. Dije que en el momento crítico, algunas personas abandonarán su futuro, trabajo y carreras. Si ese es el caso, ¿pasarán tales personas esta prueba? ¿Para qué viven los seres humanos? ¿No viven ellos para la posibilidad de tener un buen futuro entre la gente común y tener carreras satisfactorias para hacer realidad sus propios sueños? Quieren alcanzar algunos resultados. Cuando estas cosas son puestas frente a ellos, ¿pueden salir de ellas cuando éstas son desafiadas? Si consiguen apartarse de ellas, ¿no han pasado ellos la prueba de vida y muerte? ¿No viven los seres humanos para esas cosas? Si ellos pueden deshacerse de éstas, ¿no son ellos capaces de dejar el apego de vida y muerte?”.

Con el apoyo de mis compañeros practicantes, finalmente escribí una carta para demandar a Jiang Zemin según mis experiencias personales. Pero no pude adjuntar la fotocopia de mi identificación, porque mi esposo la había escondido.

Esa noche soñé que corría junto a otro practicante en un camino amplio y abierto. Un hombre se acercó y me dijo: “Tienes errores, ¡tienes errores!”.

Le pregunté cuáles eran esos errores. Pero antes de que me respondiera, me desperté.

Cuando compartí mi sueño en nuestro estudio grupal del Fa, un practicante de me dijo: “No adjuntaste la copia de tu identificación en tu demanda. Ese es el error”.

Ayudé a mi esposo a entender por qué debemos presentar cargos contra Jiang Zemin y me devolvió mi identificación. El día que envié la demanda con la copia de mi identificación, el miedo dentro de mi desapareció. Me sentía llena de gratitud hacia Shifu. Me sentía bendecida y mi corazón estaba liviano.