(Minghui.org)

Mi esposa practica Falun Gong, una tradicional práctica de cultivación de mente y cuerpo. A menudo me decía cómo la práctica puede mejorar la salud de uno, citando su propias experiencias y aquellas de otros practicantes. No pensé mucho acerca de eso, hasta que tuve un incidente.

Un día de invierno del 2014, tuve nauseas y vómitos con hemorragia nasal. Mi visión también se volvió borrosa. Un examen en el hospital principal indicó un tumor del tamaño de una nuez en el cerebro. “Está amenazando su vida y tenemos que programar una cirugía pronto”, dijo el doctor.

Los costos médicos oscilaban desde 90,000 a 120,000 yuanes -una enorme suma para nosotros. No tuve otra chance más que usar mis ahorros y pedir prestado una gran parte a mis familiares. Cuando tuve todo el dinero, sin importar cómo, el doctor me notificó que el tumor estaba cerca de un nervio. “Una cirugía como esta podría tomar su vida o causar parálisis”, dijo. Como le pareció demasiado riesgosa, la canceló –era mi única esperanza para la remisión.

En otras palabras, en opinión del doctor, el tumor era incurable.

Mi esposa, por otro lado, no se dio por vencida. “Solo Falun Gong puede salvarte”, me dijo. “Por favor sinceramente recita en tu mente “Falun Dafa es bueno” y “Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”.

A menudo me hablaba sobre Falun Gong y algunas veces la ayudaba a preparar los materiales de aclaración de la verdad sobre Falun Gong. Fue natural para mí seguir su sugerencia.

Un día en un sueño, vi muchos insectos repugnantes dentro de mi cerebro, debajo de la membrana. Con ella los recogí, los boté sobre el piso, y los aplasté con mis pies. Cuando le conté a mi esposa sobre esto, se puso muy feliz. “Esto podría ser una pista que la enfermedad en tu cerebro se curó”.

Había estado en el hospital durante mi enfermedad, pero fui dado de alta cuando decidieron que no podían hacer nada por mí. Inmediatamente comencé a aprender los ejercicios de Falun Gong de mi esposa. En tres días mi visión se recuperó y podía leer Zhuan Falun, el libro principal de Falun Gong. Las próximas dos semanas, tuve diarrea, pero no estaba preocupado –yo sabía que eso era parte de la limpieza del cuerpo de un practicante.

Cuatro semanas después del diagnóstico inicial, volví al hospital para un examen de rutina. Esta vez, el diagnóstico fue muy diferente, ”No sé como pasó”, dijo el doctor, con sorpresa y excitación: “pero el tumor incurable en su cerebro se fue, simplemente desapareció”.

Mi esposa y yo nos miramos y sonreímos. Después que mi esposa contó la historia completa, el doctor se convenció. Dijo que no solo apoya a Falun Gong, sino que le gustaría separarse del régimen que ha sido tan despiadado en la persecución de esta maravillosa práctica. Renunció inmediatamente a su membresía del PCCh.