(Minghui.org) Hay muchas historias sobre cómo, no solo yo sino también la gente cercana a mí, nos hemos beneficiado de Falun Dafa desde que comencé a practicar en 2004. Me gustaría compartir algunas de ellas.

Desaparece una protuberancia ósea

Fui diagnosticada con protuberancias óseas en mis rodillas antes de comenzar a practicar Dafa. Me provocaba bastante dolor siempre que caminaba mucho. No podía agacharme, correr ni saltar, y tenía que llevar pantalones gruesos incluso en verano.

Una amiga de mi madre me visitó y me dijo que recordara “Falun Dafa es bueno” cuanto tuviera problemas, justo cuando estaba a punto de irme de viaje con mis compañeros.

Después de comer algunos mariscos ese tarde, tuve dolor de estomago, vómitos y diarrea. No podía levantarme. Entonces recité “Falun Dafa es bueno” una y otra vez y caí dormida. Cuando me levanté por la mañana, el dolor se había ido. Continué recitando “Falun Dafa es bueno” en mi mente a lo largo del día, que me hizo sentir en paz y cómoda.

Me olvidé de las protuberancias óseas y caminé con mis compañeros. Los caminos eran tan escarpados que incluso algunos de mis compañeros jóvenes avanzaban con dificultad, mientras yo andaba sin problemas. Todos se quejaron que sus piernas estaban doloridas a la mañana siguiente mientras que yo no sentía dolor en absoluto en las rodillas.

Profundamente atraída por los principios de Dafa

Estaba realmente sorprendida después de recitar “Falun Dafa es bueno” no sentía más dolor. Estaba determinada a leer Zhuan Falun, el libro principal de Dafa. Intenté sentarme en la posición de meditación en cuanto llegué a casa. Aunque no sabía con precisión la posición de meditación, me sentía muy caliente.

Un compañero me prestó una copia de Zhuan Falun, y lo leí en un día. Estaba profundamente atraída por los principios de Dafa. Era el comienzo de mi cultivación. Entonces, pedí prestado todos los libros del fundador de Dafa y los leí uno tras otro. Estudié el Fa día y noche y entendí el significado de la vida. Sentía como si estuviera saltando cuando andaba, y sonreía a todo el mundo. Me sentía la persona más feliz del mundo.

Una vida familiar armoniosa

Antes de ser practicante de Falun Dafa, solía discutir con mi marido sobre las tareas domésticas, insistiendo en que debíamos compartir el trabajo. Desde que tengo un cuerpo saludable, las tareas no son un problema. Sigo los principios de “Verdad-Benevolencia-Tolerancia” y me he convertido en una buena esposa. Ahora cuido de él y siempre miro dentro cuando hay algún conflicto. Hay armonía en mi familia.

Mi marido goza de buena salud. Mi madre de 80 años parece tener veinte años menos.

Parientes beneficiados

Cuando mi cuñada fue hospitalizada por hepatitis C, le dije que recitara “Falun Dafa es bueno” y escuchara las lecciones de Shifu. En menos de un mes, la hepatitis desapareció. Otros pacientes preguntaron si estábamos estudiando Fo Fa. Les hablé acerca de Dafa, ayudándolos a renunciar al partido comunista chino (PCCh) y sugiriéndoles que leyeran Zhuan Falun.

Mi sobrina cayó enferma por una infección en el pecho después de dar a luz a su bebé. Era doloroso y no podía dormir. No podía tomar ningún tipo de medicación porque estaba amamantando. Después de recitar sinceramente “Falun Dafa es bueno” el dolor remitió a la mañana siguiente.

Porque fueron beneficiados por Dafa, quería contar a todo el mundo lo que sabía acerca de Dafa, para que ellos también se beneficiaran. Mi cambio de personalidad y la mejoría en mi salud impresionó a mis compañeros y tenían curiosidad acerca de lo que estaba practicando. Le hablé a todos sobre Dafa.

Después de jubilarme, tuve más tiempo para aclarar la verdad sobre Dafa a la gente. Andaba por las calles, me detenía en las paradas de autobús, en tiendas, y siempre contaba a la gente a acerca de Dafa donde quiera que iba. Les contaba sobre los beneficios en la salud, citando mi propia recuperación, y también decía a todo el mundo que Dafa podía ayudar al mejorar la moralidad de la sociedad.