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El mes pasado me encontré con una pareja de ancianos mientras caminaba cerca del río. El señor dijo que con solo mirarme pudo notar que era una persona bondadosa. Entonces aproveché la oportunidad para contarle que era un practicante de Falun Dafa, y luego le clarifiqué los hechos sobre Falun Dafa y la persecución a él y a su esposa. Les conté sobre los crímenes cometidos por el partido comunista chino (PCCh), y renunciaron felizmente al PCCh y a sus organizaciones afiliadas.

El 16 de agosto de 2013 ocurrió una gran inundación en Fushun, Liaoning. Me encontré nuevamente con el mismo señor luego de la inundación y me contó la siguiente historia.

Dijo que vivía cerca del río en el pueblo de Nankuoqian, una de las áreas con inundación más severa, y que el agua del río se lo llevó de su patio ese día. "Pasó tan rápido que no tuve tiempo de reaccionar", dijo. El agua se lo llevó río abajo por 300 metros y se unió con otra corriente de agua de la inundación. Ambas corrientes al unirse se convirtieron en una inundación más grande.

"En ese momento, un enorme remolino me empujó río arriba y lejos de los poderosos rápidos del río. Fui llevado hasta caer frente a un hotel 70 metros más allá de la corriente. El dueño del hotel me salvó. Mi esposa fue arrastrada por la inundación y quedó atrapada entre un cúmulo de grama y basura entre dos edificios. La rescataron al día siguiente".

El señor me repetía una y otra vez que la experiencia fue un milagro increíble. Yo sabía que ambos habían sido bendecidos porque eligieron renunciar al PCCh.

En julio del año pasado le dije a mi amiga Wang los hechos sobre Falun Dafa y la persecución. Ella renunció al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. Le di un amuleto y le dije que repetir "Falun Dafa es bueno" la mantendría a salvo. En febrero de este año vi a Wang mientras visitaba a mi suegra en su casa. Wang me mostró el amuleto de Falun Dafa que le di que usaba en el cuello y me dijo emocionada: "El amuleto que me diste me salvó la vida". Ella vivía en una aldea cerca del pueblo de Nankouqian. Dijo que el día de la inundación, una gran ola se le acercó, y ella gritó "Falun Dafa es bueno" varias veces. La ola cambió de dirección y el agua se calmó. Wang se mantuvo a salvo sabiendo que Falun Dafa la había salvado.