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Usar medios grotescos y violentos para forzar a los practicantes de Falun Gong a abandonar su creencia pacífica, no es nada nuevo para las autoridades del régimen comunista chino. La persecución en la prisión para mujeres de Tianjin es una muestra de ello. Numerosas practicantes están siendo torturadas hasta el punto del colapso mental. A continuación algunos ejemplos.   

La Sra. Xu Xueli abrumada por el miedo después de la prisión

El 25 de septiembre de 2013, la Sra. Xu Xueli, practicante de Falun Gong de Tianjin, fue liberada después de ocho años de prisión. Su familia se asombró al verla; había sufrido un colapso mental.

En 2005 fue ilegalmente arrestada y sentenciada a 8 años de prisión. La detuvieron en la prisión para mujeres de Tianjin, donde varias veces fue torturada hasta el borde de la muerte. Su marido se divorció debido a la presión de las autoridades. Sus padres, ambos de 70 años, habían esperado a que la liberaran.

Una vez liberada, sus padres se sobrecogieron ante los cambios que presenciaron. No podía hablar racionalmente y le dio un berrinche sin provocación alguna. Se asustaba con facilidad, cuando escuchaba la palabra policía, se escondía en una esquina de la casa.

La Sra. Yang Jian hospitalizada como resultado de los abusos en prisión

La practicante Yang Jian, de 40 años, fue torturada hasta que tuvo un colapso mental a principios de este año en la misma prisión.

La policía la arrestó el 15 de septiembre de 2010. Fue sentenciada a cinco años de prisión y retenida en la prisión para mujeres de Tianjin.

La tarde del 10 de enero de 2013, un guardia llamó a su familia para decirle que la Sra. Yang había sido transferida al hospital debido a una crisis nerviosa.

Los oficiales de la prisión se negaron a permitir que su familia la vieran a la mañana siguiente, alegando que se había recuperado y que estaba fuera del hospital.

La tortura de los practicantes en la prisión para mujeres de Tianjin

Los guardias de la prisión de mujeres de Tianjin, ordenan a las internas que vigilen y torturen a las practicantes en un esfuerzo para hacerlas renunciar a Falun Gong. Las practicantes son insultadas y golpeadas, no se les permite asearse, y se les priva de comida, agua y sueño.

Según reportajes previos, los reclusos fuerzan a las practicantes a tomar pastillas para dormir, provocando muchas veces que se sientan mareadas y confundidas. Sufrían pérdida de la memoria, y se volvían indiferentes a las cosas que les rodeaba. Las autoridades también forzaban a los maridos de las practicantes a que se divorciaran.

Una reclusa criminal recientemente liberada de esta prisión, informó que la persecución a las practicantes ha empeorado, y que los métodos usados para torturarles se han vuelto más horrorosos. Una de las reglas de la prisión es que todas las practicantes deben ser “transformadas”.

Los presos que vigilan a las practicantes les torturan, y si se niegan a renunciar a Falun Gong, les amenazan con represalias contra sus familias con matones.

La Sra. Li Yanxia es una de las practicantes que ha sido brutalmente torturada en la prisión para mujeres de Tianjin. En ocasiones fue golpeada con taburetes.

El departamento judicial recompensó a la prisión para mujeres de Tianjin por su “desempeño sobresaliente” en la persecución a Falun Gong.