[Minghui Net] Recientemente, los practicantes de mi zona han estado recordándose unos a otros la importancia de mirar adentro, pero el verdadero reto sigue siendo mirar dentro en medio de una situación difícil.

No hace mucho tiempo, arrestaron al practicante A. Un compañero practicante nos dijo que la raíz del problema era que A tenía cuestiones relacionadas con relaciones sexuales inapropiadas. Otro practicante, B, tenía problemas similares, y esto hizo que lo siguieran hasta un local de estudio del Fa y lo detuvieran. Antes de que arrestaran a ambos, algunos practicantes de la localidad habían intentado ayudarlos, pero no sirvió de nada.

En 2007, la policía arrestó al practicante C y le dijo que definitivamente, permanecería varios años en la cárcel. Su familia, también practicantes, se dieron cuenta gracias al estudio del Fa, de que él no debía reconocer los arreglos de las viejas fuerzas. Otros practicantes de la zona, unieron fuerzas en su nombre para salvarlo.

Durante los esfuerzos para rescatarlo, un practicante recordó a todo el mundo que no debíamos seguir hablando sobre los apegos del practicante C o reconocer la idea de que los practicantes que hacen más trabajo de aclaración de la verdad tienen más probabilidades de ser sometidos a persecución. Nos recordamos que debíamos salvar a C con pensamientos rectos y que nunca deberíamos reconocer la persecución.

En ese momento estábamos muy unidos y realmente la situación cambió completamente. Lo que parecía ser una crisis grave, se disolvió gracias a nuestro poder de los pensamientos rectos como un grupo. Además, eliminamos la noción de que los practicantes que hacen más trabajo importante de aclaración de la verdad eran más susceptibles de ser objeto de persecución y que la única forma de salir de la cárcel era con un soborno.

Volveré al tema principal que es el apego a la lujuria y a las relaciones sexuales inapropiadas que están proliferando en nuestra zona. Tuve algunas discusiones con compañeros practicantes y me di cuenta de que nos habíamos estado comportando como quieren las viejas fuerzas en el sentido de que centramos nuestra atención en el apego a la lujuria de los practicantes. Nos sentíamos frustrados y decepcionados y nos alejábamos de ellos. Comenzamos a aislarlos y a dejarlos fuera de nuestro círculo.

Pero ese era justo el momento en el que estos practicantes, manipulados por las viejas fuerzas, nos necesitaban más. Nunca debimos apartarlos. Shifu espera de nosotros que nos elevemos como  grupo. Shifu no quiere que dejemos a ningún dizi atrás, y no abrirá las puertas traseras para esos dizis que no pueden cumplir con el estándar. Si nos damos cuenta de que hay compañeros con apego a la lujuria, ¿No estamos obligados a ayudarlos? ¿No está Shifu enviándonoslos para que podamos identificar nuestros propios apegos?

Mientras estaba escribiendo este artículo, oí un rumor de que dos practicantes se encontraban compartiendo entre ellos una relación inapropiada. Me quedé sorprendido al oír esto. Ya iba siendo hora de arreglar este problema todos juntos antes de que se esparciera por toda nuestra comunidad de cultivadores. Si un compañero practicante sufre yeli de enfermedad, sabemos que está siendo interferido por las viejas fuerzas para evitar que el practicante salve seres conscientes, y podemos eliminarlo con pensamientos rectos. Pero cuando las viejas fuerzas cambian su estrategia reforzando el apego a la lujuria de un practicante, no somos capaces de reconocer que esto también es una interferencia de las viejas fuerzas. Como no logramos reconocer a las viejas fuerzas como las culpables, centramos nuestra atención en las faltas de los practicantes.

Las viejas fuerzas se aprovecharan de nuestra brecha reforzando el apego a la lujuria del practicante, e incluso, haciéndolo saber a otros practicantes. ¡Pero esa no es la verdadera esencia del practicante! Son las viejas fuerzas mostrando lo que quieren que veamos. Como resultado, aparece una brecha entre el practicante que está cometiendo el pecado de la lujuria y otros practicantes. Entonces, el practicante empieza a aislarse. Una vez que han triunfado, las viejas fuerzas tendrán más excusas para reforzar el apego a la lujuria en más practicantes. Uno tras otro, los practicantes caerán presa de las viejas fuerzas. ¿No es el objetivo de las viejas fuerzas destruir nuestro “un solo cuerpo” haciendo que nos señalemos con el dedo unos a otros y nos aislemos entre nosotros?

Las viejas fuerzas recurren a las tácticas más bajas porque no se paran ante nada para destruir el futuro de los seres conscientes. Deberíamos entender que indefectiblemente, van a ocurrir errores durante nuestra cultivación. Un practicante serio, con toda seguridad, rectificará su forma de hablar o comportarse durante su proceso de cultivación. Si no es un practicante genuino, el Fa determinará su futuro. No debemos pensar nunca que aquellos practicantes que han errado están perdidos para siempre. Nunca debemos permitir que las viejas fuerzas provoquen conflictos entre nosotros o que nos dividan. Debemos cultivarnos de forma diligente con el fin de volver a nuestro verdadero hogar con Shifu.

Me gustaría hacer una humilde sugerencia: ¡Mantengan de forma confidencial las identidades de los practicantes! Podemos compartir experiencias de cultivación sin refererirnos al practicante que ha hecho la contribución. Si elogiamos una y otra vez a algún practicante en particular, otros practicantes comenzaran a idolatrarlos, lo que pondrá en peligro su práctica de cultivación.

Si consideran inapropiada alguna de estas modestas opiniones, por favor, siéntanse libres para realizar cualquier puntualización.


Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/html/articles/2011/1/11/122424.html