[Minghui Net] Desde julio de 1999, millones de practicantes de Falun Gong se convirtieron en blancos de una masiva persecución por parte del Partido Comunista Chino. Mientras el PCCh moviliza toda su maquinaria de propaganda para difamar a Falun Gong, no se detiene ante nada cuando se trata de torturar a los practicantes para hacerlos renunciar a sus creencias. Cientos de métodos de tortura han sido usados contra los practicantes. Dentro de los cientos de miles de casos de tortura recolectados de China, un grupo en particular sobresale, el que se lleva a cabo en instituciones mentales, donde se supone que las vidas deberían ser salvadas, y donde los médicos y las enfermeras, que se supone deberían salvaguardar vidas, se convirtieron en cómplices de los crímenes.

El Grupo de Trabajo de Derechos Humanos de Falun Gong ha recopilado 1.089 casos, detallando torturas psiquiátricas en más de 200 hospitales que participaron en torturas médicas. Estos casos no son de ninguna manera exclusivos, pero retratan la vasta y extensiva naturaleza de la persecución.

La psiquiatría judicial en contra de disidentes políticos o religiosos, está prohibida enfáticamente por los acuerdos internacionales basados en estándares de ética médica y legal. La exposición de la psiquiatría abusiva y con fines políticos en la ex Unión Soviética, fue alguna vez una de las mayores preocupaciones sobre derechos humanos. Eventualmente forzó la renuncia de toda la Sociedad de Psiquiatras y Neuropatólogos de la Unión Soviética a la Asociación Psiquiátrica Mundial.

Sin embargo, desde julio de 1999 los practicantes de Falun Gong están enviando reportes sustanciales y detallados sobre la encarcelación y el violento abuso a miles de los pacíficos practicantes de Falun Gong, en hospitales psiquiátricos por parte del Partido Comunista Chino. Estos reportes exponen la sistemática explotación del régimen chino de la psiquiatría para la represión despótica. El abuso excede por mucho en los ámbitos de la aplicación y la severidad, incluso al de la ex Unión Soviética. Después de 11 años de persecución a Falun Gong, esta práctica de tortura médica se extendió a aquellos a los que el régimen juzga como factores desestabilizadores del partido comunista, tales como los que apelan por sus peticiones al gobierno central, o los defensores de los derechos humanos.

Durante la sesión Nº 13 de la Conferencia del Consejo de los Derechos Humanos de la ONU, llevada a cabo en Ginebra, la Asociación de San Diego de las Naciones Unidas, junto con la Fundación Conciencia y el Grupo de Trabajo de los Derechos Humanos de Falun Gong, presentaron la compilación de los casos al Consejo de los Derechos Humanos de la ONU y pidieron al relator sobre tortura que preste atención a estas graves violaciones de derechos humanos.

Introducción

Ante ustedes está un documento que nadie debería haber visto, porque lo que relata son crueldades y eventos siniestros que nunca deberían haber sucedido. Desafortunadamente, están sucediendo en China continental en gran escala y regularmente.

El 20 de julio de 1999, el régimen chino lanzó una persecución inhumana contra cien millones de practicantes de Falun Gong, y anunció que "ninguna medida es demasiado excesiva en contra de Falun Gong".

Los métodos de tortura utilizados están limitados solo por sus imaginaciones decadentes, y la cantidad de dolor infringido está limitada sólo por la muerte de las víctimas.

Fallando en destruir la voluntad de los practicantes de Falun Gong con torturas físicas, las autoridades chinas incrementaron el uso de químicos que inutilizan los nervios, con el fin de destruir directamente la capacidad de los practicantes de mantener sus pensamientos y su conciencia. Esta horripilante tortura psiquiátrica que destruye la mente, ocasionó que cientos se vuelvan dementes. El uso de otros químicos dañinos también paralizó y asesinó a muchos practicantes de Falun Gong. Debido al bloqueo de información por parte del gobierno chino, se teme que las atrocidades sean incluso más extensas.

El reportaje citó también a más de doscientos hospitales que tomaron parte en la administración de químicos dañinos. Adicionalmente, los profesionales médicos también aconsejaron y asistieron la tortura médica en los centros de detención y los campos de trabajo forzado. En el reporte de su visita a China, el profesor Nowak advirtió que el 8% de la tortura denunciada en China había sucedido en hospitales psiquiátricos. Todo esto resalta el uso extendido de la tortura psiquiátrica en China. Además, los relatores especiales, Nowak y Jahangir pidieron también repetidamente a China que explique la denuncia sobre la extirpación de órganos a practicantes de Falun Gong. Todo esto plantea una pregunta muy seria sobre el papel de los profesionales médicos en las violaciones de los derechos humanos.

Le pedimos al mundo que, primero que nada, se prohíba a los médicos que tomaron parte de tales crímenes. Segundo, en nuestro reporte hicimos una lista de más de 200 hospitales que participaron en tales prácticas que destruyen la mente. Esta información es solo una fracción de lo que tenemos ahora, pero es suficiente para mostrar cuan extendida está la tortura psiquiátrica en China. Le pediremos a las revistas de prestigio que no permitan publicaciones de estos hospitales. Debemos detener a estos individuos, incluidos los médicos que participan en tales torturas y los presidentes de los hospitales, que son personalmente responsables de lo que hicieron.

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