Martes, 7 de junio de 2005

Once días atrás, el diplomático chino Chen Yonglin salió del consulado chino en Sydney y pidió asilo político. Actualmente está oculto en algún lugar de Australia, pero en una entrevista con el Sydney Morning Herald, él contó que el gobierno australiano lo condenó, rehusando su pedido y contactando a las autoridades chinas. Supongo que en Australia el comercio es realmente más importante que cualquier compromiso con los derechos humanos.

El Sr. Chen tiene un razonable miedo a ser perseguido –si no es por “hacer la vista gorda” con los disidentes y [los practicantes de] Falun Gong mientras trabajaba en el consulado, es por sus actividades posteriores. El sábado dirigió una protesta contra la Masacre de la Plaza Tiananmen en Sydney y criticó los abusos de los derechos humanos del gobierno chino; también los acusó de secuestrar disidentes en Australia.

Mientras que el embajador de China en Canberra dice que no tiene nada que temer si regresa, eso es difícil de creer conociendo la brutalidad con que el gobierno chino trata a quienes se le oponen. El Sr. Chen ya ha sido sometido a “reeducación” una vez por hablar contra su gobierno en la Plaza Tiananmen hace 16 años. No es probable que sean indulgentes con alguien al que consideran un reincidente.

Si Australia es demasiado cobarde para garantizarle asilo a alguien que escapa de un régimen represivo, entonces nosotros deberíamos hacerlo. El gobierno de Nueva Zelanda debería ofrecerle refugio al Sr. Chen. Como nación supuestamente comprometida con la libertad, los derechos humanos y con ayudar a quienes lo necesitan, no podemos hacer menos.

Sí, sería sacar nuevamente de apuros a Australia, pero al igual que con el incidente de Tampa, es lo correcto. Y esa debería ser la única razón que necesitamos.

Fecha de edición: 12/6/2005
Fecha original del artículo: 7/6/2005
Categoría: Medios de Difusión
Versión en inglés disponible en http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2005/6/8/61648.html