Por By Xichen, un practicante de Dafa de la provincia de Jilin

(Sabiduriapura.org) Soy un Dafa dizi de la provincia de Jilin. Tuve la fortuna de obtener Dafa en 1998. Estuve detenido en campos de trabajos forzados durante dos años por respaldar a Falun Dafa. Durante esos dos años, fui perseguido y transferido dos veces a diferentes campos de trabajos forzados debido a mi insistencia en la cultivación. Después de ser detenido por más de dos años, finalmente salí caminando del campo de labor con dignidad.

Recientemente, después de leer “Validando Falun Dafa con pensamientos y acciones rectas – Un llamado a escribir” de los editores de Minghui, mis compañeros practicantes me alentaron para que escribiera algo sobre mis pensamientos y acciones rectas al validar Dafa cuando estuve en los tres campos de trabajos forzados. Pero siempre pensé que sin importar qué tan bien uno lo haga cuando está en los campos de labor, de alguna manera está caminando el camino arreglado por las viejas fuerzas. Mi entendimiento era que no lo había hecho bien y por eso fui detenido y perseguido. Así que yo tenía dudas sobre agarrar la lapicera. Después me di cuenta que este pensamiento era egoísta. De hecho todos nuestros pensamientos y acciones rectas vienen de Dafa. Escribirlo es validar el Fa, no validarme a mí mismo.

Los presos cambian sus malos hábitos de abusarse de los practicantes

En octubre de 2000, estuve detenido en el campo de trabajos forzados Huanxiling de la ciudad de Jilin. Antes de eso, los presos, jefes y supervisores a menudo extorsionaban con dinero y bienes a los practicantes y los golpeaban brutalmente. Se había vuelto una rutina diaria que los practicantes les lavaran las ropas y frazadas a los presos. Los practicantes incluso tenían que servir a los presos diariamente.

Desde mi entendimiento, validar el Fa debe comenzar con cada pequeña cosa que ocurre en nuestra vida diaria. Cuando llegué por primera vez a la División No. 4 en el campo de labor, el jefe de los presos me ordenó que le lavara la ropa. Le pregunté por qué él no podía lavar su propia ropa. Él dijo, “Nunca conocí a un practicante de Falun Gong que no obedeciera. ¡Cómo te atreves a ignorar mis órdenes!” Yo razoné con él y no pudo pensar en una respuesta. Al final él dijo escandalosamente, “Éstas son las ropas de los supervisores del campo de trabajo”. Le dije, “No importa si son tuyas o de los supervisores. Para nosotros los practicantes es todo lo mismo. Si tú tienes dificultades, te puedo ayudar. Pero no puedo fomentar tus malos hábitos”. Este preso que solía golpear a los practicantes se dio cuenta de la solemnidad de Dafa. Más tarde cuando se encontró con su madre que lo fue a visitar al campo de trabajos, secretamente le dijo que empezara a aprender y practicar Falun Gong en casa.

También les recordé a los otros practicantes de Dafa que si nosotros permitimos que los presos tomen ventajas de nosotros, también puede parecer que en la superficie los estamos “ayudando”, pero en realidad estamos cooperando con la malvada persecución. Esto es no ser responsable por los presos. Después del intercambio de experiencias, todos comenzamos a emplear pensamientos rectos para resistir la maldad. Desde entonces, los presos cambiaron sus malos hábitos de tratar de tomar ventajas de los practicantes.

Guardia en el campo de labor abiertamente pide disculpas a los practicantes de Dafa

Un día un supervisor, al cual todos los presos le tenían miedo, llegó borracho y comenzó a abusar verbalmente de un practicante de Dafa enfrente de muchos otros practicantes. Lo paré inmediatamente y le dije, “Termine de maldecir a las personas”. Él estaba asombrado y entonces dijo, “¿Qué puedes hacer? ¡Te estoy insultando!” Más tarde, él se sintió sin embargo avergonzado y se retractó tímidamente.

Esa noche fui a hablar con él. Él exageró su reacción y no quería escucharme. Esperé que se calmara y amablemente razoné con él. Le dije que podía sentir que era un “lugar común” maldecir y golpear a los presos, pero eso era una profanación de la persona. También hablé mucho sobre cómo ser una buena persona y que los practicantes estaban todos detenidos ilegalmente debido a la persecución, y que nosotros vamos a apelar por Falun Gong para aclarar la verdad, etc. Él no dijo nada después que terminé y sólo me dejó regresar.

Después de un tiempo, él llamo a una reunión con 18 practicantes en la división. Durante la reunión se disculpó sinceramente con todos los practicantes y garantizó que nunca más haría esa clase de cosas nuevamente [maldecir a las personas].

Una “negociación” especial en el campo de trabajos

Después del Festival de Primavera de 2001, los practicantes de Dafa en la División No. 4 comenzaron a crear un ambiente para practicar los ejercicios y pedían ser liberados incondicionalmente. Debido a esto, sufrimos brutales torturas a manos de la policía. Comenzamos huelgas de hambre para resistir la persecución. La división tuvo miedo que esto se tornara en un “gran asunto”. Así que ellos llevaron a varios practicantes de Dafa muy persistentes para una reunión con los jefes del campo de labor.

Ese día, siete practicantes de Dafa de la División No. 4 negociaron con el así llamado “equipo de negociación”, el cual consistía en el jefe del campo de labor, el comisario, el jefe de la sección de educación, el jefe de la sección administrativa y los jefes de todas las divisiones. Pedimos ser liberados incondicionalmente.

Cuando llegamos al salón de reunión, el jefe del campo de labor y el comisario nos ordenaron que nos sentáramos y escuchásemos. Les dije a los jefes del campo de trabajos, “La reunión de hoy es para resolver problemas. Ya que es una ‘reunión de negociación’ todos nosotros debemos ser iguales”. Después de decir eso, todos los practicantes de Dafa nos sentamos y tuvimos una discusión sobre una base de igualdad y cara a cara con el líder del grupo del campo de labor.

Antes de la reunión, el jefe de la sección educación, Liu Xun, nos dijo con una amabilidad hipócrita, “Ustedes pueden pedir cualquier condición o términos, pero no interrumpan a otros cuando están hablando”. Durante la reunión, cuando Liu Xun comenzó a difamar a Shifu y a Dafa, me levanté y lo paré. Liu Xun se puso totalmente incómodo y dijo, “Pensé que más temprano habíamos hecho un arreglo, así que ¿por qué me interrumpe? ¿Cómo se atreve a ser tan mal educado?” Le dije, “Tengo que detenerlo de insultar. Eso no es ser maleducado”. Después de la negociación, todos los policías y presos fueron llevados de regreso.

Los bastones eléctricos se convierten en luces brillantes

En el campo de trabajos de Jilin, había más y más practicantes de Dafa, y sólo unos pocos caían en la presión de renunciar a Falun Gong. El 27 de marzo de 2001, fui transferido al campo de labor Tonghua junto con otros 9 practicantes.

Llegamos al campo de trabajos Tonghua a las 10 p.m. esa noche. Alrededor de las 11 p.m., cuando estábamos listos para acostarnos, el policía jefe del grupo, Sun Jianfu me pidió que fuera a su oficina para “charlar”. Estaba borracho, y mientras gritaba y maldecía sostenía en la mano un bastón eléctrico y me decía ferozmente, “Ahora que estás aquí deberás escucharme”. Lo miré calmadamente y le dije, “Tú eres un oficial del gobierno. Deberías cuidar tus actitudes y estilo de trabajo”. Él estaba asombrado y luego gritó, “Cómo te atreves a hablarme de esa manera”. Yo aún estaba muy calmado, pero me puse muy serio y dije amable pero firmemente, “Yo no quiero que creas que te estoy dando órdenes. Sólo te estoy recordando que tu comportamiento es un reflejo directo de la imagen del gobierno”. El quedó asustado y estremecido por la rectitud de mis palabras y acciones. Lentamente bajó su bastón eléctrico y dijo, “Éste no es un bastón eléctrico, sino una linterna (Un bastón eléctrico también tiene la función de linterna)”.

Desde entonces, nunca más se atrevió a perseguirme de nuevo.

Respeto a nuestro Shifu

Luego fui asignado a la División No. 2 en el campo de labor Tonghua. Comencé a usar todas las oportunidades para aclarar la verdad sobre Falun Dafa a los presos y guardias. Les dije de la grandeza de Dafa y de los hechos de la persecución.

Un joven guardia quien recién se había graduado de la academia de policía a menudo venía a hablar conmigo para “transformarme”. Una noche cuando los otros se habían ido a la cama, él vino nuevamente a hablarme. Al comienzo, dijo cosas que difamaban a Shifu y a Dafa. Inmediatamente lo frené y le pregunté, “¿Tú tienes padre? ¿No crees que debemos respetar a nuestros padres?” Él contesto, “¡Sí, debemos!” Entonces le dije, “Nuestro Shifu es como nuestro padre. Si tú me respetas, debes respetar a mi ‘padre’ o aún más a nuestro Shifu. Éste es un prerrequisito para nuestra conversación. De otra manera, nosotros no tenemos nada de que hablar”. Él lo pensó un momento y dijo, “Ok, te respeto a ti y respeto a tu Shifu aún más”. En ese momento, todos los presos escucharon sus palabras. Al día siguiente, muchos presos me dieron su aprobación y dijeron, “¡Tú realmente eres un buen discípulo de tu Shifu!”

Mi cumpleaños es a comienzos de octubre de 2001. Ese día, este joven guardia específicamente me trajo un tazón con tallarines frescos e incluso puso varios huevos cocidos en el tazón. Al día siguiente, para cooperar con mis compañeros practicantes al validar el Fa, cerré mis ojos, crucé mis piernas en doble loto, y comencé a hacer el ejercicio de meditación de Falun Gong. Cuando estaba teniendo el brazo en la posición de reforzar los poderes divinos, el joven guardia me empujó gentilmente y me dijo, “Por favor para. No me causes problemas. Éste es un campo de labor”. Yo contesté, “Un cultivador debe practicar donde él o ella esté”. Él entonces dijo, “Yo he sido muy bueno contigo. Nunca ha pasado anteriormente que un guardia le celebre el cumpleaños a un preso. Tú eres una excepción. No estás mostrando tu aprecio, en cambio me estás creando problemas”. Le dije sinceramente, “Yo no soy un preso. Yo soy un Dafa dizi. Realmente aprecio la bondad que me mostraste. Sin embargo, mi práctica de ejercicios no es para causarte problemas a ti, sino para validar Dafa”.

Después de escuchar mis palabras, le ordenó a los presos cercanos que movieran mis piernas. Inmediatamente les aclaré la verdad, diciéndoles que cometerían un hecho malo siguiendo la orden. Después de escuchar estas palabras, los presos se dieron vuelta y dejaron al guardia parado solo.

De medio bollo al vapor a un bollo entero

El 24 de diciembre de 2001, algunos de nosotros fuimos transferidos al campo de labor Chaoyanggou en la ciudad de Changchun, el ambiente más malvado de toda la provincia. El campo de trabajos es tan maligno que los guardias y las personas maliciosas no sólo torturan a los practicantes por diferentes medios, sino que los fuerzan a trabajar tiempo extra. Ellos también descuentan las raciones para vivir de los practicantes de Dafa y presos. En ese momento, cada mañana todo detenido sólo recibía la mitad de un bollo al vapor y una pequeña porción de gachas de avena. Los presos no se atrevían a decir nada, ni siquiera cuando sabían que sus raciones eran reducidas.

Un día el director del campo de labor y algunas personas relacionadas vinieron para una inspección. Cuando entraron a nuestra celda, inmediatamente mencioné que la mitad de un bollo al vapor y una pequeña porción de gachas de avena, que le era dada a cada detenido por la mañana, estaba lejos de ser suficiente para sostener a una persona. Después de escuchar mis palabras, el director no dijo nada pero le dijo al jefe de la sección de catering que aumente la cantidad de comida dada a cada detenido. A la mañana siguiente, la mitad del bollo al vapor se convirtió en uno completo. A menudo le decía al jefe de la división sobre los hechos malvados que los presos cometían, como extorsionar por dinero y bienes a los practicantes de Falun Gong. Posteriormente esas extorsiones en general desaparecieron de nuestra división.

Ningún guardia se atreve a mirarme a los ojos

En la División No. 3 del campo de labor Chaoyanggou, los guardias y las personas malvadas a menudo torturaban gravemente y castigaban físicamente a los practicantes de Falun Dafa más decididos. Viendo este asunto, escribí un ensayo titulado, “Los guardias deben mejorar su propia calidad y habilidades de dirección”. Debido a esto, Zhang Wei, un guardia de la división No. 3 me abofeteó una vez. Sin embargo, desde entonces, ningún guardia en la división No. 3 se atrevió a mirarme a los ojos.

Una vez, el jefe de la división No. 3 Chen Lihui comenzó a insultarme enfrente de más de 100 personas porque me rehusé a participar en el trabajo de esclavo. Inmediatamente lo frené diciéndole, “Cállate. ¿Por qué me insultas?” Viendo esta situación, el rápidamente se dio vuelta y se fue. Luego Chen me llamó a su oficina y me dijo, “Tu me dijiste que me callara enfrente de muchas personas. No te importó para nada que me avergonzaras. Le contesté, “Yo te frené porque no mostraste ningún respeto por los practicantes de Dafa”. Desde entonces, Chen restringió sus maldades en frente mío, y no tuve que participar en ningún trabajo esclavo.

El 11 de diciembre de 2002, salí caminando del campo de trabajos forzados Chaoyanggou en Changchun de una manera recta y digna. Y nuevamente me sumergí en el torrente de la rectificación del Fa.

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Mientras escribía este artículo, mi corazón estaba profundamente conmovido por el poder de Dafa. Cuando realmente nos conducimos a nosotros mismos como Dafa dizi que están determinados a salvaguardar el Fa de una forma recta y digna, los milagrosos poderes de Dafa se manifestarán en cualquier momento. La protección benevolente de Shifu me permitió atravesar los periodos de tiempo más difíciles de mi vida.

Ahora, aunque tenga una fuerte mentalidad humana y me resista a avanzar debido a varios apegos, recuerdo la compasión sin límites de Shifu y me doy cuenta que incontables seres vivos están esperándonos para que los salvemos. ...Y entonces rompo con la noción de mí y me esfuerzo hacia delante.

Debido a mi falta de diligencia en la cultivación, he perdido muchas oportunidades para validar Dafa, fallando en hacer bien lo que se supone que haga y he perdido oportunidades de cooperar con mis compañeros practicantes como un cuerpo. También he perdido muchas oportunidades de deshacerme de mi egoísmo, mis apegos al miedo y a mí mismo.

Afortunadamente, la rectificación del Fa no ha terminado aún, y nuestro benevolente Shifu todavía está esperando para que nosotros nos mejoremos como un cuerpo. Durante el periodo final de la rectificación del Fa, seremos definitivamente asimilados a Dafa y dejaremos ir nuestras mentalidades humanas así podremos salvar más seres conscientes.

Fecha de edición: 27/4/2005
Fecha de articulo original: 19/4/2005
Categoría: Experiencias de cultivación
Versión en chino disponible en: http://minghui.ca/mh/articles/2005/3/13/97267.html
Versión en inglés disponible en: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2005/4/19/59837.html