Esta tarde un practicante en los Estados Unidos me dijo que mi computadora fue infectada con virus y que el e-mail que les envié a otros practicantes podría estar infectado también. Mi primera reacción fue el de pedirle ayuda a la directora de IT (Información Tecnológica) para limpiar el virus. Ella me dijo que comprara el “sofware” más popular contra virus. Lo compré de inmediato, pero se desactualizó este avanzado programa antivirus sin poder limpiar los dos virus de mi computadora. Luego me puse en contacto con un practicante que es muy bueno en computadoras. Me indicó pacientemente paso por paso lo que debía hacer. Pero todavía, no funcionó después de que traté todo lo que me sugirió que hiciera varias veces.

Para entonces, pasaron cuatro horas. Luego llamé a un compañero de trabajo y al dueño del almacén que me vendió la computadora. La revisamos una y otra vez. Pasaron rápido otras cuatro horas. Finalmente, se sintieron exhaustos con toda clase de vías para eliminar los virus. Basados en sus experiencias, llegaron a la conclusión de que el virus en mi computadora no podía ser eliminado y que el disco duro tendría que ser reconfigurado. No quería reconfigurar mi disco duro debido a que estaba lleno de materiales de la Gran Ley. No sería correcto si borrara todos los archivos de la Gran Ley para reconfigurar el disco duro.

Durante este período de más de ocho horas, me mantuve preguntándome a mi mismo, ¿por qué mi computadora se infectó con el virus? ¿Qué apegos o equivocaciones causaron y permitieron la intrusión del virus? Esta computadora es exclusivamente usada para el trabajo de la Gran Ley, ¿no es obvio que es una interferencia del mal? ¿A qué se debe que cuando en el pasado confronté algún pequeño problema con mi computadora, usualmente solía enviar pensamientos de rectitud, pero hoy estuve limitado a tratar estos tal llamados “virus temibles” con los medios que usa la gente común? Finalmente, puse a un lado este apego de estar desesperado por resolver el problema del virus y fui a visitar una página web de la Gran Ley.

El primer artículo en salir a mi vista fue “La Gran Ley aclara la confusión” (Publicado en Clearwisdom.net), en el cual el autor hablaba acerca de cómo él mantuvo en buen funcionamiento su computadora con pensamientos de rectitud. De pronto desperté: ¿Cómo hacer consciencia de tal interferencia? Comencé a re examinar la computadora para limpiar el virus y a la vez, mantenerme enviando pensamientos de rectitud. La computadora también es una vida en otra dimensión, yo podría rectificar la parte de esta vida que no estuvo correcta. No le permitiría al mal utilizar esta vida.

Cuando envié los pensamientos de rectitud, sentí fuertemente que esto fue una prueba para mi virtuosa creencia e iluminación. Firmemente mantuve la fe que podría rectificar la interferencia y que este virus se alejaría por completo de mi computadora. Justo antes de que acabara de examinar la computadora, el dueño del almacén me llamó para decirme que estaba listo a venir para reconfigurar mi computadora. De inmediato me di cuenta que deseara o no que él venga, esa era otra prueba para mí. Me calmé y le dije que le llamaría más tarde. Me mantuve enviando pensamientos de rectitud con un corazón puro. El resultado de esta búsqueda por parte de la computadora fue: “no se encuentran virus en los archivos.” Todos los virus que existían entre la gente común fueron destruidos después de que envié los pensamientos de rectitud. Cuando una vez más confirmé que no había virus en mi computadora, mis ojos se llenaron de lágrimas. Le llamé al dueño del almacén para dejarle saber que yo había resuelto el problema del virus y luego me senté a escribir este artículo.

La cultivación es un asunto serio. Un practicante de la Gran Ley debe mantener pensamientos de rectitud, creencias de virtud e iluminación virtuosa a todo tiempo; entonces ningún tiempo será desperdiciado. El resultado de esta prueba manifestó el poder de la Gran Ley y también fue una insinuación benevolente de nuestro Maestro para ayudar a iluminarme. Una vez más me di cuenta de mi imperfección a través de esas nueve horas. Continuaré en mis esfuerzos y trataré de tomar bien cada paso dentro del proceso de la rectificación de la Ley.


Fecha Original del Artículo: 12/9/2001
Versión en Chino disponible: http://minghui.cc/mh/articles/2001/12/9/21123.html

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