(Minghui.org) He practicado Falun Dafa durante más de 20 años. La inmensa gracia, la compasiva salvación y la protección de Shifu me han permitido llegar hasta aquí. Estoy profundamente agradecida a Shifu. Desde que comencé a cultivar Dafa, he sido testigo de su poder milagroso y sobrenatural. Me gustaría compartir algunos ejemplos con ustedes.
Mi marido me presentó Dafa, así que tengo que hablar de un profesor universitario que tuvo mucha influencia en él. A principios de los 80, el profesor de mi marido tuvo un infarto grave y lo salvaron en el hospital después de sufrir un paro cardíaco. Por suerte, sobrevivió, pero tuvo que estar mucho tiempo en cama para recuperarse y no podía hacer trabajos pesados.
Era profesor adjunto y tuvo que jubilarse por motivos de salud a los 43 años. Esto supuso un duro golpe para él. Mi marido es un hombre de gran corazón y cuando se enteró de la situación, le ayudó realizando tareas manuales para aliviar la presión familiar. Más tarde, mi marido se fue a la ciudad de Harbin para estudiar un doctorado. Medio año después, cuando mi marido fue a visitarlo, se quedó asombrado, ¡el profesor estaba subiendo una bombona de gas por las escaleras! ¿Qué panacea había curado su enfermedad? La respuesta que recibió mi marido fue Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, un término muy desconocido para él. Era una especie de qigong, un campo completamente desconocido.
¿Cómo podía un científico creer en el qigong? Qian Xuesen, conocido como el «padre de la industria aeroespacial china», llegó a calificar el qigong como «ciencia humana» y dedicó mucho tiempo y energía a explorarlo e investigarlo. En aquella época, muchas personas se oponían al fenómeno del qigong e intentaban frenar su expansión. Qian Xuesen escribió al jefe del gobierno central, mostrando su apoyo a las habilidades sobrenaturales y al qigong. Debido a la posición especial de Qian, la opinión del entonces líder de China, Hu Yaobang, sobre el qigong se vio directamente afectada. Hu finalmente anunció su política hacia el qigong: «Sin publicidad, sin presentación y sin censura».
Esta política dio pie al desarrollo de las ciencias humanas y el qigong. Y lo que es más importante, esta actitud inclusiva también brindó a las personas la oportunidad de recuperar su salud mediante los ejercicios de qigong. En este contexto histórico especial, el profesor universitario de mi marido pensó que, dado que los hospitales no tenían una forma de tratar su enfermedad, ¿quizás el qigong podría hacerlo? Esta persona, que no creía en el qigong, comenzó a aprender más sobre este campo debido a su deseo de tener un cuerpo sano. Con la intención de probarlo, compró muchos libros de qigong y practicó varios tipos de qigong, pero no hubo cambios evidentes en su cuerpo.
En 1994, el Maestro Li Hongzhi, fundador de Falun Dafa, dio una conferencia en la ciudad de Shijiazhuang. Este profesor tuvo la suerte de participar personalmente en las conferencias de Shifu, lo que cambió el rumbo de su vida para siempre. Después de menos de medio año de practicar Falun Dafa su cuerpo experimentó grandes cambios. En septiembre y octubre solía llevar pantalones gruesos de algodón, y le costaba subir y bajar las escaleras, pero después de comenzar a practicar, su complexión mejoró y podía comprar verduras y cocinar por sí mismo, e incluso subir y bajar escaleras.
Mi marido fue testigo de cómo mejoró la salud de su profesor. El profesor, al que el hospital le había dicho que le quedaba poco tiempo de vida, se curó milagrosamente sin inyecciones ni medicamentos menos de medio año después de comenzar a practicar Falun Dafa. Así que mi marido también comenzó a practicar Falun Dafa.
Después de que mi marido comenzó a practicar, su cuerpo y su mente comenzaron a mejorar. En aquella época estaba estudiando su doctorado en Harbin, y los inviernos allí eran muy fríos. Cada año le daban resfriados muy fuertes y tardaba más de un mes en recuperarse. Después de cultivar Dafa, no volvió a resfriarse y su salud ha sido excelente. No ha necesitado medicarse, su mente se ha vuelto más clara y desde entonces siempre ha sabido qué hacer. Durante su trayectoria como supervisor de doctorados, llevó a su equipo a ganar muchos premios.
Mi marido se benefició mucho al practicar Falun Dafa y, gracias a su influencia, yo también empecé a practicar. En mi trabajo siempre me he exigido que mis palabras y mis acciones se ajusten a los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Mis compañeros me consideran una buena persona. No he tomado ni una sola pastilla en más de 20 años y mi familia también elogia a Falun Dafa.
En el invierno de 2022, cuando la pandemia era grave, me encerraron en un centro de detención por mi fe en Falun Dafa. La celda tenía poco más de 40 metros cuadrados (430 pies cuadrados) y en ella había casi 30 personas. No sabíamos qué estaba pasando fuera, pero veíamos que los guardias llevaban batas de aislamiento y gafas protectoras. El personal que repartía la comida también llevaba batas y gafas protectoras. Todos nos dimos cuenta de que en el exterior la pandemia estaba siendo grave.
Entonces, alguien de la celda contrajo COVID, pero el médico del centro de detención dijo que era un resfriado. Después de eso, todos tuvieron que hacerse pruebas de ácido nucleico constantemente. Excepto otra practicante y yo, todos se infectaron con el virus, quedaron postrados en la cama, tuvieron fiebre alta y dolores en todo el cuerpo. Yo no solo estaba sana y a salvo, sino que también cuidé a otras personas sin pensar en si me infectaría. Las personas de la celda fueron testigos del poder de Dafa y de cómo los practicantes de Falun Dafa se preocupan por los demás.
Las personas que estaban en la celda se sorprendieron de que Falun Dafa fuera tan extraordinario. Les dije que la mejor manera de evitar la plaga era recitar sinceramente las dos frases auspiciosas: «Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno».
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