(Minghui.org) Tengo ochenta años y comencé a practicar Falun Dafa antes del 20 de julio de 1999. Antes sufría muchos problemas de salud, pero después de comenzar mi práctica, Shifu purificó mi cuerpo y recuperé la salud; desde entonces no he tomado ningún medicamento.

El compasivo Shifu tiene millones de discípulos de Dafa, pero nunca nos ha pedido compensación económica. Debemos retribuir con creces la bondad recibida, así que lo único que puedo hacer es seguir los deseos de Shifu y salvar a más personas.

Salvando a la gente haciendo el bien

A finales de enero de 2025, tomé un autobús para hacer algunas diligencias. A medida que el autobús avanzaba, subieron más pasajeros. En una parada, una señora de unos 60 años, un poco robusta, subió y se sentó en el suelo. Rápidamente saqué un cojín de  espuma de mi maleta de mano y se lo di. Sonrió y se sentó agradecida, diciendo: «¡Qué bien! Este cojín está tan calentito».

Una señora que estaba sentada detrás de mí vio lo que hice y me dijo: «Qué bondadosa eres». Me di la vuelta y le comenté: «Sentarse en el suelo frío no debe ser bueno para la salud». La mujer comentó: «Hoy en día, muy pocas personas tienen la iniciativa de ser bondadosas», le dije: «Practico Falun Gong [también conocido como Falun Dafa]. Shifu nos dijo: “… hagan bien su tarea en cualquier ambiente de trabajo. Con los demás, deben ser buenas personas.” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Canadá). Debemos ser amables en todo lo que hacemos».

Asombrada, la mujer dijo: «Falun Gong es realmente bueno. ¿Te quitas la mascarilla para que nos conozcamos?». Hice lo que me pidió, y sonriendo comentó: «¡Qué señora mayor tan guapa! ¿Cuántos años tienes?». Le respondí entre risas: «¿Qué tan guapa puede ser una persona de más de 80 años? ¡Sabes mucho de halagos!». Ella no estuvo de acuerdo: “No pareces tan mayor. Tienes muy pocas arrugas en la cara y tu piel es clara, sin manchas de la edad. Además, tiene mucha energía”.

Le expliqué que, además de enseñar a ser una buena persona, Falun Dafa también puede curar las enfermedades de los practicantes, mejorar su salud y hacer que luzcan más jóvenes. Le aconsejé que no creyera las mentiras y calumnias fabricadas por el Partido Comunista Chino (PCCh), dado su papel en la persecución de más de 80 millones de chinos inocentes a través de sus campañas políticas, como fueron: el Gran Salto Adelante, la Revolución Cultural y la masacre de Tiananmen de 1989 contra estudiantes universitarios desarmados. Le dije: “En 1999, el PCCh inició su campaña para eliminar Falun Dafa. Tras cometer tantos actos malvados y crímenes atroces, los miembros del PCCh sufrirán la retribución celestial. Quienes se unen a la organización deben jurar sacrificar sus vidas por ella. Solo renunciando al PCCh y sus organizaciones afiliadas se puede evitar ser arrastrado con ellos y ser protegido por lo Divino. En este caso, la riqueza no puede salvar la vida. Si pierdes la vida, ¿de qué sirve una montaña de oro?”.

Conmovida, la mujer exclamó: “Tienes toda la razón” y accedió a renunciar a los Jóvenes Pioneros. Cuando le di un amuleto y le pedí que recordara las dos frases: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Ella de nuevo estuvo de acuerdo. Al llegar a mi destino, le deseé a ella y a su familia buena suerte y felicidad en el Año Nuevo Chino, antes de dirigirme a la mujer regordeta y pedirle que considerara renunciar al PCCh para garantizar su seguridad. Ella también estuvo de acuerdo, y nos despedimos.

Cada invierno, cuando tomo el autobús, llevo algunos cojines de espuma en mi carrito para darlos a las personas mayores con problemas de espalda y piernas. Aprovecho estas oportunidades para explicarles la verdad y los resultados han sido muy positivos.

Durante años, mi complejo residencial no ha contratado personal de mantenimiento, así que mi esposo (que no practica Falun Gong) y yo, barremos voluntariamente los pasillos de nuestro edificio. Recogemos colillas de cigarrillo, papeles y otros residuos. El invierno pasado, mi marido estaba quitando la nieve delante de nuestro edificio cuando el propietario del apartamento de la planta baja lo vio y, en broma, le dijo: «Si empiezan a cobrar por el mantenimiento del edificio, te lo pagaré yo». Mi marido sonrió y le respondió: «De cualquier forma, quitar la nieve es un buen ejercicio».

Hace unos días, alguien vendió los residuos reciclables y dejó papeles y otros restos en el suelo delante del edificio. Tomé una escoba y un recogedor para limpiar el lugar. El propietario del apartamento del tercer piso me vio y me dijo: «Voy a llamar al comité de vecinos». Cuando le pregunté por qué, me respondió: «Quiero proponer que te den puntos extra como recompensa». Le contesté: «Olvídelo. No quiero los puntos. Usted puede quedárselos». Los dos nos reímos. Mis vecinos saben que los practicantes de Falun Dafa son buenas personas.

Es difícil encontrar vecinos tan buenos

Esto ocurrió hace cinco años. Vivo en el cuarto piso y nuestra vecina, Xiao Wang, tiene su apartamento justo arriba. Xiao Wang se mudó a otra ciudad, a más de 50 kilómetros de distancia, hace 15 años. Su apartamento, en el último piso, tenía un balcón abierto, por lo que en invierno hacía mucho frío y en verano mucho calor. Nadie quería alquilarlo, así que estuvo vacío durante años. Luego decidió cerrar el balcón con ventanas y contrató a unos obreros especializados en puertas y ventanas de aluminio. Pero después de ver el balcón, le dijeron que era imposible instalar nada. El cemento que cubría la pared exterior se había agrietado y desprendido, dejando al descubierto los ladrillos. No se podían instalar los marcos de las ventanas hasta que la pared del balcón estuviera completamente aplanada con cemento.

Xiao Wang contactó con varios albañiles, pero ninguno quería hacer el trabajo, alegando que era muy difícil y que el pago era bajo. Desesperada, Xiao Wang nos pidió ayuda a mi marido y a mí, nos dio las llaves de su apartamento y nos rogó que encontráramos a alguien. Tras varios días buscando sin éxito, pensé que quizás Shifu había dispuesto esto para que pudiéramos ayudar a Xiao Wang.

Como no era un trabajo muy difícil, le propuse a mi marido ayudarla nosotros mismos. Él lee a menudo materiales de aclaración de la verdad y escucha programas culturales en el sitio web Minghui. Entiende el valor de cultivar la virtud y sabe que las buenas acciones se recompensan. Al principio dudó, pero le dije: “Si nuestra hija nos pidiera esto, ¿aceptarías?”. Rápidamente estuvo de acuerdo.

Empezamos a trabajar al día siguiente, comprando cemento, arena, mortero y otros materiales. Una vez que llegó todo, empezamos a subir los sacos de cemento y arena al quinto piso. Cada saco pesaba más de 45 kilos, así que los subíamos de un escalón en otro, descansando en cada rellano. Mi marido bromeó: “¡Somos como las golondrinas, llevando la boca llena de barro para construir su nido!”. No nos atrevíamos a reír mientras subíamos los sacos, por miedo a quedarnos sin fuerzas. Aunque llegamos al quinto piso sudando y jadeando, nuestro corazón rebosaba de alegría por haberlo logrado.

Una vez preparados, comenzamos la construcción, usando una malla vieja para tamizar la arena. Primero aplicamos una mezcla de arena gruesa y cemento, y luego pasamos a una mezcla de arena fina y cemento. El cemento debía aplicarse en capas delgadas, ya que si se ponía demasiado, se derramaba por la pared, así que aplicábamos una nueva capa cada mañana, tarde y noche. Cada vez que mi esposo se asomaba al balcón para aplicar el cemento, yo le ataba una cuerda gruesa a la cintura y tiraba fuerte de ella, recitando: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno. Shifu, por favor, protégenos”.

Terminamos el aplanado en tres días. Una vez que el cemento se secó, llamamos a Xiao Wang y le pedimos que avisara a los trabajadores para que vinieran a tomar medidas. Cuando el supervisor regresó, solo tuvo palabras de elogio para nuestro excelente trabajo. “Esta capa de aplanado es increíblemente sólida y duradera. Ni siquiera los albañiles profesionales habrían hecho un trabajo tan bueno. ¡Es difícil encontrar vecinos tan buenos!”.

Después de la renovación, seguimos la tradición local y escribimos “Buena suerte a las ventanas recién instaladas” en un papel rojo grande y lo pegamos en la ventana. Xiao Wang fue informada y bajó corriendo, tomó fotos del papel rojo en su ventana y las compartió con sus amigos y familiares. Nos expresó su gratitud, diciendo que tenía mucha suerte de tenernos como vecinos. Le dije: “Shifu nos enseñó a ser bondadosos. Solo hicimos lo que se esperaba de nosotros. Deberías agradecerle a él”. Intentó darnos 300 yuanes. Como no podíamos rechazar su amabilidad, aceptamos 100 yuanes. Si se tratara de dinero, no habríamos hecho ese trabajo ni siquiera por 1000 yuanes.

Desde entonces, Xiao Wang siempre nos traía regalos cuando volvía a su apartamento. Nosotros también le regalábamos cosas, manteniendo una buena relación como si fuéramos familia. Conseguir que Xiao Wang renunciara al PCCh para garantizar su seguridad era más importante que cualquier pared renovada, así que aproveché la oportunidad para explicarle la verdad. Xiao Wang accedió rápidamente a renunciar a la Liga Juvenil y a los Jóvenes Pioneros usando su nombre real. Le obsequié un calendario de escritorio y varios folletos con información sobre la verdad, los cuales pareció aceptar con agrado.

Después de instalar las ventanas, Xiao Wang pudo alquilar su apartamento por entre 7.000 y 8.000 yuanes al año. En invierno, nuestro apartamento se volvió más cálido. Como dice el refrán: «Quien da una rosa, recibe el aroma». Al final, ¡todos nos beneficiamos!

Mi hermana agradece a Shifu

Mi hermana, de 70 años, ha sufrido dos graves accidentes con autos. En ambos casos, se salvó gracias a la protección de Shifu. El primer accidente ocurrió hace siete años. Iba en su bicicleta eléctrica cuando un camión de más de 10 toneladas la golpeó por detrás. En ese tramo de carretera, los accidentes son frecuentes, y no es raro que haya heridos graves o muertes. Los trabajadores que cuidaban la zona verde junto a la carretera creyeron que estaba muerta.

El impacto dobló el pedal de la bicicleta de mi hermana y la derribó. El conductor, aterrado, bajó del camión, la ayudó a levantarse y le preguntó si estaba herida. Mi hermana solo tenía un pequeño dolor en el tobillo izquierdo, pero podía caminar sin problemas. Como no creyó necesario ir al hospital, volvió a casa en bicicleta. Se recuperó en unos días y me dijo: «Shifu me salvó. ¡Debo agradecerle!»

A principios de 2005, cuando empezamos a animar a la gente a renunciar al PCCh y a sus organizaciones juveniles, mi hermana renunció rápidamente al PCCh y a la Liga Juvenil. Ella cree en la bondad de Dafa, y lee con frecuencia materiales de aclaración de la verdad, tiene un calendario de Minghui en su escritorio, cuelga versos de aclaración de la verdad, lleva un amuleto protector y recita sinceramente todos los días: «Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno».

Su segundo accidente fue hace dos años. Mi hermana iba en su bicicleta eléctrica y, al girar a la derecha, un coche la golpeó por detrás. El impacto lanzó su bicicleta lejos y la destrozó. Aunque cayó con la bicicleta, no perdió el conocimiento y consiguió recuperar su bolso, con su identificación, tarjeta bancaria, móvil, amuleto y otros objetos importantes. Tres mujeres salieron del coche. La conductora, que era novata, estaba asustadísima, pero al ver que mi hermana estaba bien, todas respiraron aliviadas. La conductora dijo: «Tenemos seguro. Vamos al hospital». El médico del hospital dijo que mi hermana estaba bien, salvo un pequeño dolor en la parte baja de la espalda. Tras unos días de tratamiento con calor, se recuperó y me vino a visitar, diciendo: «Quiero quemar incienso para agradecer a Shifu por haberme salvado la vida».

Sinceramente deseo que la gente recuerde que «Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno», que traten a Dafa y a sus practicantes con bondad, y que reciban bendiciones a cambio.

Los artículos en los que los cultivadores comparten sus entendimientos generalmente reflejan la percepción de un individuo en un momento determinado en función de su estado de cultivación, y se ofrecen con el espíritu de permitir la elevación mutua.