(Minghui.org) Todos mis amigos saben que practico Falun Dafa y que soy cuidadosa con lo que digo y con mantener la confidencialidad. Ellos me consideran su confidente cercana, pero a veces no manejo estas situaciones de manera adecuada cuando se trata de practicantes.
Por ejemplo, una practicante se quejó conmigo de otra practicante. Pensé: no las veo tan seguido, ¿por qué me cuenta todo esto? ¿Será un recordatorio de que aún tengo la tendencia a hablar de otros a sus espaldas?
Miré hacia adentro y vi mis fallas. Cuando comenzó a quejarse de la otra practicante, mi primer pensamiento fue unirme a la crítica, pensando: “¿Cómo puede comportarse así esa practicante?”. Pero inmediatamente me di cuenta de que era incorrecto pensar de esa manera.
Intenté detenerla para que no continuara quejándose de otros practicantes, y sentí cierto resentimiento hacia ella. Pensé: “Realmente es como dicen los demás: habla mal y comenta a espaldas de la gente”.
Casi de inmediato, comprendí que estaba equivocada al pensar de esa forma. Me dije: “No quiero esta mentalidad negativa de menospreciar a otros. Ella está aquí para ayudarme a cultivarme, y debo estar agradecida”. También agradecí a Shifu por arreglar esta oportunidad para mejorarme. Como practicante, no debo albergar pensamientos malos, y todos mis pensamientos deben ser en beneficio de los demás.
Rectifiqué mis pensamientos equivocados y dije: “Como ustedes dos han sido compañeras y amigas durante muchos años, si ella ha hecho algo mal deberías decírselo”.
Ella inmediatamente rechazó la idea: “No, no puedo hacer eso. Si lo hago, ¡ella explotará!”.
“Bueno, puedes razonar con ella de manera racional”, sugerí.
“No, no puedo hacerlo”, insistió.
Estaba a punto de continuar la conversación, pero de pronto me di cuenta de que no debía involucrarme demasiado en sus rencillas ya que no puedo ver las deudas de yeli entre ellas. Si digo demasiado, lo que pudo haber sido algo bueno podría convertirse en algo malo. Ellas deben resolver esos problemas por sí mismas, y yo solo debo ofrecer un consejo amable. Así que terminé la conversación.
Cultivar el xinxing
Ha habido situaciones en las que no hacía bien al cultivar mi xinxing. Una practicante trajo a su esposo a mi casa para el estudio del Fa. Nuestros esposos habían sido compañeros de clase y recientemente comenzaron a estudiar el Fa. Los invité a quedarse a cenar, lo que resultó ser una prueba de xinxing para mí.
Ambos hombres quisieron beber alcohol. La otra practicante y yo no les dijimos que no, pensando que apenas estaban empezando a leer los libros de Dafa, así que no importaba mucho si bebían un poco.
Sin embargo, mi esposo bebió demasiado. No me gustó lo que hacía, pero no dije nada delante de los demás. Sin embargo, en mi corazón sentí desprecio hacia él.
Mi esposo seguía diciéndome: “¿Ya terminaste de comer?”.
Le respondí: “¿Qué no ves que ya terminamos de comer?”. Mi esposo se enojó y empezó a gritarme, y mientras más gritaba, más furioso se ponía.
Perdió completamente la calma, y me di cuenta de que me había bajado a su mismo nivel y no logré mantener mi xinxing. También hice que él generara más yeli.
Al día siguiente hablé de lo ocurrido con la otra practicante y le dije que todo había sido culpa mía. “Sí, estuviste equivocada”, respondió ella. “Debiste haber dicho simplemente que sí, en lugar de provocarlo”.
Me doy cuenta de que el ego que formamos en la sociedad humana puede ser muy obstinado y a veces aprovecha nuestras fallas para interferirnos. Durante muchos años he intentado soltar mi apego a menospreciar a los demás, pero no lo he hecho bien en este aspecto.
Estoy decidida a cultivarme de manera sólida y recta en el tiempo que nos queda, para que Shifu no tenga que preocuparse tanto por mí. Estoy muy agradecida por los amables recordatorios de otros practicantes.
Antes de comenzar a practicar Falun Dafa, yo era impaciente y me aferraba a mis propias maneras de hacer las cosas. Después de comenzar a practicar, traté conscientemente de eliminar mis viejos hábitos. Cuando mi esposo perdía la calma, soportaba y no le respondía. A veces me mantenía callada en la superficie, pero por dentro aún me sentía un poco incómoda.
He practicado Falun Dafa durante casi 30 años. Shifu soportó un inmenso sufrimiento por nosotros y extendió el tiempo para nuestra cultivación. Debo dejar de cultivarme de manera perezosa y recordar siempre que soy una practicante de Dafa en toda situación, ya sea con la familia, amigos o parientes. Haré todo lo posible por dejar mi ego, apartarme de mis nociones humanas y cultivarme de verdad de manera sólida.
¡Gracias, Shifu! ¡Gracias, compañeros practicantes!
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Categoría: Mejorándose uno mismo