(Minghui.org) Por casualidad, una familiar me dijo: «Falun Dafa es realmente bueno. Sus enseñanzas no se pueden encontrar en otros libros». Pensé que, ya que ella había dicho que esta práctica era buena, yo debería intentar practicarla.

Después de escuchar las conferencias de Shifu durante unos días, mientras más las escuchaba, más me gustaban y más sentido tenían para mí las enseñanzas. Pensé: «Falun Dafa es genial. Empecé a aprender muy tarde». Desde entonces, Falun Dafa se ha arraigado firmemente en mi corazón.

Soy estricta en cumplir siempre los principios de Falun Dafa en todo lo que hago. Ya sea en el trabajo o en el vecindario, cualquiera que interactúe conmigo dirá que soy una buena persona.

Trabajo en un hotel dirigido por el Gobierno del condado. En una ocasión, el 1 de mayo, se reservaron todas las habitaciones del hotel. Hacía muchos años que esto no sucedía. La gerente estaba contenta y dio instrucciones personalmente a todos los empleados del hotel para que se esforzaran al máximo en atender bien a los huéspedes.

Desafortunadamente, los empleados, que estaban descontentos con algunas de las sanciones injustificadas que la gerente les había impuesto previamente (pero nunca se habían atrevido a expresar sus quejas), decidieron que era una oportunidad para vengarse de la gerente. Los empleados de servicio de mi planta se confabularon y se tomaron el día siguiente libre. Nadie acudió al trabajo, porque querían causar problemas a la gerente. Sabían que yo no haría algo así, así que nadie me lo dijo. Al día siguiente fui a trabajar como de costumbre.

Solía trabajar en la recepción y me encargaba de asignar las habitaciones y cobrar. Luego de que el Partido Comunista Chino (PCCh) inició la persecución a Falun Dafa, fui a Beijing a apelar a favor de la práctica y me detuvieron ilegalmente. Cuando regresé, la gerente me bajó el cargo a la limpieza. Los practicantes de Dafa debemos ser buenas personas dondequiera que vayamos, así que no me quejé de nada de lo que me pidió que hiciera. Simplemente hice bien mi trabajo.

La planta en la que trabajo tiene más de 100 camas y somos cuatro encargados de la limpieza. Al día siguiente, cuando fui a trabajar, me puse el uniforme como de costumbre y empecé a limpiar las habitaciones que me habían asignado. Cuando terminé, fui a la sala de personal, pero no había nadie allí. Normalmente nos reunimos allí después de terminar nuestro trabajo, así que fue extraño. Sin embargo, no hice nada al respecto, porque si el personal de servicio no está donde debe estar, se consideraría que ha incumplido sus obligaciones y la gerente los castigará si se entera.

Para no retrasar el registro de los huéspedes, empecé a limpiar las demás habitaciones, en silencio, una por una, de un lado al otro del pasillo. Al final de mi turno, había logrado terminar de limpiar todas las habitaciones de mi planta. Durante ese tiempo, no vi al administrador de las habitaciones.

El personal de servicio se divide en dos turnos, y el siguiente turno debe estar allí para tomar el relevo antes de que el turno anterior pueda marcharse. El lugar de trabajo debe estar cubierto. Sin embargo, cuando llegó la hora de marcharme, la gerente de habitaciones era la única que estaba allí para tomar el relevo. En el pasado, si alguien no se presentaba a su turno, la gerente de habitaciones se encargaba de su turno para ahorrar gastos. Por lo tanto, no le di mucha importancia y me marché.

Al día siguiente, cuando llegué al trabajo, alguien me dijo en secreto: "Ayer, ninguno de los demás empleados del servicio se presentó a trabajar. Todos se tomaron un día libre, alegando que había sucedido algo en casa, lo que dejó a la gerente del hotel en un estado de nervios. Todas las habitaciones estaban completas, pero el personal de limpieza no estaba allí, por lo que no había nadie para limpiarlas. ¿Qué pasaría si todos los huéspedes se registraran al mismo tiempo? ¿Qué iba a hacer ella?

"Ella estaba tan preocupada que no paraba de dar vueltas, pero no se atrevía a decirle a nadie por miedo a que el director general se enfadara. También le daba vergüenza pedirte ayuda. No sabía cómo decírtelo cuando subió, así que no se atrevió a acercarse a ti. Después de que te fuiste, cuando abrió todas las habitaciones con su llave, descubrió que las habías limpiado todas. Estaba feliz. Dijo que las personas con una creencia son diferentes a las demás. Le hiciste un gran favor".

Seis meses después, la gerente de habitaciones finalmente le contó a la gerente principal lo que había ocurrido, y esta convocó una reunión con todo el personal. En la reunión, la gerente principal dijo: "El 1 de mayo de este año, nuestro hotel recibió un número récord de huéspedes. Pero ese día, solo (mi nombre), practicante de Falun Dafa, vino a trabajar. ¿Qué hay de malo en practicar Falun Dafa? Ella lo practica y yo la apoyo. Se fue a Beijing y yo estaba dispuesta a ir a buscarla. Esto es porque ella es capaz de lograr lo que ustedes no pueden". Cuando escuché eso, me emocioné y me alegré porque lo que ella aprobaba no era a mí, sino a Falun Dafa. Poco después, me volvió a trasladar a la recepción principal.

Los agentes de la Oficina 610 de nuestro condado llamaron muchas veces a mi jefa principal para decirle que me enviara a un centro de lavado de cerebro, pero ella los ignoró. Una vez, un empleado de la Oficina 610 vino personalmente al hotel a reunirse con la jefa principal y le dijo: "Le dijimos que enviara a (mi nombre) al centro de lavado de cerebro. ¿Por qué no lo ha hecho?". Mi jefa principal respondió: "Solo sé que ella hace lo que le digo, por lo que es una buena empleada. No me importa lo demás". El empleado de la Oficina 610 no tuvo más remedio que marcharse.

Fui detenida ilegalmente en un centro de detención, enviada a un centro de lavado de cerebro y encarcelada muchas veces debido a esta persecución. Estas experiencias han causado un gran daño a mi familia y han ensombrecido mi vida.

El 20 de julio de cierto año, el departamento de policía del condado pensó que era un día sensible, así que vinieron a mi oficina para preguntarme si seguía practicando y si todavía iba a ir a Beijing. Respondí: "Es mi derecho constitucional practicar o no, y soy libre de ir a Beijing cuando quiera. Nadie tiene derecho a interferir". La policía me llevó al centro de detención sin ninguna explicación y me retuvo durante 15 días.

Cuando regresé a casa, mi esposo lloró y me dijo: "¿Por qué eres tan tonta? ¿No bastaba con decirles que no practicabas?". Le respondí: "Desde que practico Falun Dafa, me he esforzado mucho por cuidarte a ti y a nuestro hijo. También trato bien a tus padres y hermanos. No tengo malos hábitos ni hago nada malo. Dime, ¿en qué me he equivocado?". Mi esposo me respondió: "La policía dijo que ahora se puede beber, llamar a prostitutas o jugar, pero no se puede practicar Falun Dafa. No es una cuestión de lo que está bien o mal, ¡es que no se le puede ganar al PCCh!".

Un día, un amigo de mi esposo vino a mi oficina para resolver algunos asuntos. Cuando me vio, me dijo: "No sabes cuántas lágrimas él derramó por ti cuando no estabas en casa. La próxima vez, hagas lo que hagas, ¡tienes que pensar más en tu esposo!". Le respondí: "No hice nada malo. Solo persisto en hacer lo que creo que es correcto". Cuando escuchó eso, se lamentó: "Esto es lo que le falta a la gente en China".

Situaciones con mis vecinos

Mi apartamento está en el quinto piso. El agua la suministra un proveedor específico a una hora determinada cada día. Si no hay nadie en casa cuando se abre el grifo y se nos olvida cerrarlo, el agua inunda nuestro apartamento y se filtra en el piso de abajo, causando pérdidas a nuestros vecinos.

Una vez se nos olvidó cerrar el grifo y no había nadie en casa cuando se habilitó el suministro de agua. Cuando regresé, el agua me llegaba a los tobillos. Rápidamente fui a buscar algo para recoger el agua. Justo cuando estaba ocupada recogiendo el agua, la vecina de abajo llegó con sus mantas mojadas a mi puerta. El agua se había filtrado a través de nuestro piso hasta sus armarios y mojó sus mantas. Cuando fui a mirar, la fuga era bastante grave y algunas zonas ya estaban manchadas. Rápidamente me disculpé y le dije: "Nuestro descuido causó esto. No se preocupen, les ayudaré a lavarlas". La vecina dijo: "Pero son mantas nuevas". Le respondí: "En ese caso, les compraré mantas similares". La vecina dejó sus mantas mojadas y se fue a su casa.

Al día siguiente, salí a comprar mantas similares. También lavé las mojadas, las sequé, las doblé y se las llevé. La vecina no esperaba que le compensara con mantas nuevas y que además lavara y le devolviera las viejas, así que quedó muy satisfecha. Se sintió un poco avergonzada y dijo: "Puedes quedarte con las viejas". Le respondí: "Lo sentimos mucho, y nosotros tampoco las necesitamos, así que será mejor que las conserves para tu uso".

Una mañana, la bañera del piso de arriba empezó a gotear agua en nuestra bañera. Mi esposo dijo: "Subiré a ver qué sucedió". Cuando regresó, dijo: "Les pedí que vean cuál es el problema. Pueden repararlo". Luego se fue a trabajar.

Mi esposo regresó a casa al mediodía y vio que la bañera de arriba goteaba cada vez más rápido. Dijo: "¡El vecino de arriba no lo ha reparado! Voy a ver. Si no pueden repararla, no les dejaré usar su bañera". Como el agua de nuestro edificio proviene de una ubicación fija, todos usamos nuestras bañeras para almacenar agua para descargar el inodoro. Le dije a mi esposo: "No vayas. Tendrán que desmontar su bañera para averiguar cuál es el problema. Si lo hacen, les costará varios cientos de yuanes. Ahora no quieres dejarles usar su bañera. ¿Qué habría pasado si nuestros vecinos de abajo no nos hubieran dejado usar nuestra bañera cuando se nos escapó el agua en su apartamento? ¿Qué tan desesperados habríamos estado? Podemos recoger el agua en nuestra bañera".

Haciendo caso a lo que le dije, mi esposo no subió a buscar al vecino. Milagrosamente, al cabo de un rato, la fuga de agua disminuyó y, poco después, se detuvo. Nunca más ha habido fugas.

Nuestro vecino de arriba salió a hacer unos recados y llamó a un triciclo eléctrico para que lo llevara. El conductor de este triciclo resultó ser un practicante. Cuando el vecino se subió al triciclo, el practicante le aclaró la verdad. Nuestro vecino le dijo: "No sé si Falun Dafa es bueno o malo. Solo sé que mi vecina (mi nombre) es una buena persona. Limpia nuestras escaleras".

Así es como he progresado poco a poco en mi camino de cultivación durante tantos años, empezando por hacer bien las cosas pequeñas, exigiéndome a mí misma en cumplir con los estándares de Dafa en todo lo que hago y utilizando mis acciones para ayudar a la gente a conocer la verdad sobre Falun Dafa. Así es como valido la maravilla de Falun Dafa y utilizo mis actos bondadosos para salvar a las personas que me rodean.