(Minghui.org) Tengo sesenta y siete años. Antes de jubilarme, trabajé como ginecóloga obstetra en el Hospital Central.

En 2004, me diagnosticaron cáncer de esófago avanzado. Mi tratamiento en el Hospital Central agotó rápidamente los ahorros de la familia, obligándonos a pedir prestados más de 100.000 yuanes (14.000 dólares) de diversas fuentes.

En aquel entonces, tenía un hijo en la universidad y otro en la primaria. Mi esposo contenía valientemente las lágrimas cada día, compaginando su trabajo mientras cuidaba de mí y de los niños. El peso de sus tribulaciones era indescriptible.

Me hospitalizaron, pero no había ningún tratamiento efectivo disponible. Todos los oncólogos dijeron que no sobreviviría. El hospital emitió cuatro avisos críticos a mi esposo, pidiéndole que me llevara a casa para recibir cuidados paliativos. No podía comer nada, y la idea de ser una carga para mi esposo y nuestros hijos pequeños me dejaba completamente impotente. Al regresar a casa, supe que mi tiempo en esta tierra estaba a punto de terminar.

En mi momento de mayor desesperación, mi sobrino, médico y practicante de Falun Dafa, quien me había dicho previamente que Falun Dafa tenía efectos milagrosos en la curación de enfermedades y la promoción de la salud, me invitó para practicarlo. Antes de enfermarme, influenciada por el ateísmo, dependía exclusivamente de la medicina y me negaba a creer en la cultivación espiritual.

Gracias a nuestro compasivo Shifu, mi sobrino no perdió la esperanza en mí y me animó a recitar sinceramente: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno” y a darme una oportunidad.

En mi más profunda desesperación, me sentí obligada a intentarlo, a pesar de mi escepticismo. Dije: “Ya que voy a morir de todas formas, mejor lo intento”. En ese momento, pensé: “Si funciona en siete días, creeré en Dafa y comenzaré a cultivarme”.

Así que mi familia y yo recitamos con sinceridad: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Al tercer día, sentí ganas de defecar. La verdad es que hacía mucho que no comía nada; ¿qué podría evacuar?

Sin embargo, lo que salió no fue más que carne negra y putrefacta, tan dura que ni siquiera un alambre grueso podía aplastarla. Cada vez que evacuaba esta sustancia, me sobrevenía un hambre intensa, que me dejaba con ansias de comida. Esto continuó durante varios días, y cada vez evacuaba menos sustancia negra.

Así que, sinceramente, recité “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”, y Shifu me cuidó, purificó mi cuerpo y me salvó la vida.

Gracias a su infinita compasión, Shifu purificó mi cuerpo y me concedió la valiosa oportunidad de cultivarme en Dafa. ¡Estoy profundamente agradecida por la misericordiosa salvación de Shifu! ¡Shifu no solo me rescató a mí, sino también a toda mi familia! Esta innegable realidad destrozó mi creencia atea ante mis ojos.

Al verme, a mí, una persona condenada a muerte por el hospital, resucitar, toda mi familia se llenó de alegría. Por eso, toda nuestra familia reconoce la maravilla de Dafa y cree en la gran compasión de Shifu. En 2005, finalmente pude estudiar el Fa y hacer los ejercicios, convirtiéndome en practicante de Dafa.

Ya pasaron veinte años desde entonces, y sigo viva y bien, desafiando el conocimiento médico moderno y presentando un misterio que la medicina moderna aún no ha resuelto. Estoy profundamente agradecida de haber tenido la fortuna de conocer Dafa, en medio de la brutal persecución del PCCh. A lo largo de este camino, mi familia y yo hemos soportado la cruel calumnia del PCCh contra Dafa y su persecución a los practicantes, lo que solo ha fortalecido nuestra fe en Shifu y en Dafa.

Mi sobrino fue arrestado y encarcelado por esclarecer la verdad sobre Falun Dafa y distribuir los "Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista". Soportó brutales torturas en prisión y sufrió graves lesiones físicas. Poco después de su liberación, falleció, dejando a su esposa y varios hijos pequeños.

En 2016, fui arrestada y recluida en un centro clandestino de detención local durante casi ocho meses por esclarecer la verdad a los seres conscientes y hablarles sobre Falun Dafa. Gracias a la protección y la bendición de Shifu, y gracias a los esfuerzos coordinados de mis compañeros practicantes y familiares para resistir la persecución y lograr mi liberación, salí de la prisión.

Una vez más, estoy profundamente agradecida con Shifu por salvarme a mí y a mi familia. Tras presenciar el poder transformador de Falun Dafa, mis familiares expresaron su firme convicción al solicitar mi liberación a la policía y la Procuraduría, declarando que Shifu me salvó la vida y que Falun Dafa es verdaderamente bueno.

Mientras estuve detenida, mi salud se deterioró y reaparecieron mis síntomas anteriores. La situación económica de nuestra familia también se vio afectada. ¡Shifu me salvó una vez más! Los compañeros practicantes también brindaron su apoyo a nuestra familia, y pude recuperarme.

Hay varios médicos en nuestra extensa familia. Gracias a los milagros que me ocurrieron, todos llegaron a creer en Dafa y se beneficiaron de Él. Algunos también comenzaron a practicar Dafa.

Sin la compasiva salvación de Shifu, no estaría viva hoy. Por lo tanto, sin importar las tribulaciones que enfrente, estudiaré diligentemente el Fa, me cultivaré y haré bien las tres cosas. ¡Nunca defraudaré la compasiva salvación de Shifu!

¡No sé cómo expresar mi gratitud a nuestro compasivo y gran Shifu! Escribo mi experiencia de obtener el Fa para dar testimonio de Dafa y de la gran gracia salvadora de Shifu.