Tomen en serio “Hacer las tres cosas bien”

(Minghui.org) Shifu nos dijo hace mucho tiempo:

“Creo que voy a hablar sólo de estos tres asuntos. Uno es el asunto de estudiar el Fa, otro es el de enviar pensamientos rectos y el otro, el de esclarecer la verdad, que es sumamente importante. En realidad, ustedes ya lo han superado y han hecho todas estas cosas magníficas y ya han establecido este tipo de poderosa virtud. Pero deben hacer las cosas aún mejor y seguir haciéndolas hasta que la maldad se elimine completamente. Cuando logren ustedes que toda la gente del mundo y de China vea lo que es este drama perverso, ¿podrá el mal todavía producir efecto? Se derrumbará” (Enseñando el Fa en el Fahui de Florida, Estados Unidos, Colección de enseñanzas del Fa, Vol. II).

Las enseñanzas de Shifu se han publicado durante más de veinte años. El Fa establece claramente que los discípulos de Dafa deben hacer bien las tres cosas. Los discípulos de Dafa asumen la misión histórica de ayudar a Shifu a validar el Fa y salvar a los seres conscientes.

Durante más de 20 años de frenética persecución del mal, los discípulos de Dafa han perseverado bajo la protección de Shifu, confiando en su firme creencia en Dafa. A medida que el proceso de cultivación ha progresado y se ha prolongado, hemos notado que algunos practicantes ya no están tan comprometidos con las tres cosas como antes.

Dos fenómenos son graves: enviar pensamientos rectos sin mantener las palmas de las manos en alto y quedarse dormido; así como estudiar el Fa sin concentración, lo que lleva a una mente divagando. En mis interacciones con practicantes de otras zonas, he observado problemas similares. Esta situación puede existir entre los discípulos de Dafa de todas las regiones.

Varios grupos de estudio se reúnen diariamente en nuestra zona para estudiar el Fa. Sin embargo, hemos observado diversos estados entre los practicantes: algunos parecen somnolientos, les cuesta mantener las palmas de las manos erguidas al enviar pensamientos rectos, se tambalean o incluso se quedan dormidos. Al leer el Fa, sus párpados se cierran y a menudo pierden la noción del texto.

Por supuesto, los practicantes en este estado también se sienten perplejos y no quieren estar así. Algunos intentan enviar pensamientos rectos, pero en dos minutos se quedan aturdidos. Otros se basan en sonidos como señales: sus palmas se elevan al instante, pero vuelven a bajar rápidamente.

Algunos practicantes dijeron que no eran conscientes de su postura con las palmas hacia abajo. Otros, al enviar pensamientos rectos, agachaban la cabeza, encorvaban la espalda e inclinaban las palmas. Carecían de la dignidad de un discípulo de Dafa que envía pensamientos rectos y se sentaban allí de forma meramente formal. Como resultado, esta postura no logró su objetivo de eliminar el mal con pensamientos rectos, y además les causó una pérdida de tiempo considerable. Cultivamos nuestro espíritu y conciencia principales. Si nuestras mentes no están claras, podemos leer el Fa con la boca, pero nuestros pensamientos están reprimidos. Tras dejar el libro, puede que no recordemos lo que acabamos de leer. Entonces, ¿quién está estudiando realmente el Fa? ¿Quién puede alcanzar la iluminación? Es la interferencia de la persecución maligna la que nos impide obtener el Fa.

La mayoría de los practicantes en este estado son practicantes veteranos que llevan muchos años estudiando el Fa. Algunos están ocupados aclarando la verdad, otros tienen muchos asuntos familiares que atender, y otros tienen poco tiempo de descanso y están cansados.

Independientemente de las razones objetivas, primero debemos corregir nuestra actitud hacia el estudio del Fa y el envío de pensamientos rectos. No debemos actuar mecánicamente sin prestar atención a la calidad. Debemos comprender verdaderamente la seriedad del estudio del Fa y el envío de pensamientos rectos, y reflexionar profundamente en nosotros mismos para ver si apegos como la comodidad y la pereza nos impiden ser diligentes.

También notamos que durante nuestros ejercicios grupales, algunas personas no seguían las instrucciones de Shifu, moviéndose demasiado rápido y realizando más movimientos de los requeridos. Además, algunos tenían sus movimientos invertidos entre hombres y mujeres, e incluso algunos se quedaban dormidos mientras meditaban.

Antes de 1999, los practicantes se reunían para ejercitar juntos, y si alguien hacía los ejercicios incorrectamente, recibía una corrección. Tras el inicio de la persecución, la gente practicaba sola en casa. Sin guía, se volvían inseguros sobre la precisión de sus movimientos. Con el tiempo, esta práctica solitaria a menudo distorsionaba sus canales de energía, dificultando mucho la corrección. Esta podría haber sido la raíz del problema.

Me preocupa ver a los practicantes siendo interferidos. Insto a todos a corregirse rápidamente, a negar la persecución y la interferencia impuestas por las viejas fuerzas y a profundizar nuestra comprensión del propósito de la cultivación.

Si no nos cultivamos diligentemente, ¿cómo podremos cumplir nuestros votos de ayudar a Shifu a rectificar el Fa? ¿Cómo podremos enfrentar a los seres conscientes que han depositado en nosotros una esperanza ilimitada? Ya hemos recorrido el camino más arduo. Corrijámonos con rapidez y convirtámonos en verdaderos discípulos del Fa. Mantengamos nuestros corazones firmes, neguemos la persecución y eliminemos las interferencias. Solo haciendo bien estas tres cosas podremos ayudar verdaderamente a Shifu a validar el Fa.

“Los artículos en los que los cultivadores comparten sus entendimientos generalmente reflejan la percepción de un individuo en un momento determinado en función de su estado de cultivación, y se ofrecen con el espíritu de permitir la elevación mutua”.