(Minghui.org) La cultura tradicional china es vasta y profunda. Sin embargo, algunas personas consideran que estos valores están obsoletos. Alguien me preguntó una vez: "¿Cómo nos ayudan estos valores antiguos en la era de la ciencia moderna y la IA?".
Esta es una pregunta importante porque nos invita a explorar la conexión entre la sabiduría antigua y la sociedad moderna.
Sabiduría antigua vs. ciencia moderna
Un ejemplo notable es el sistema binario, donde los números, las letras y otra información se representan como secuencias de 0 y 1. De hecho, todos los datos informáticos modernos se basan en codificación binaria. Al desarrollar el sistema binario en el siglo XVII, el matemático y filósofo alemán Gottfried Leibniz enfatizó su reflejo de la simplicidad y la unidad de lo divino.
En sus obras publicadas, Leibniz reconoció la importancia del I Ching, un antiguo texto chino atribuido al sabio Fu Xi. Él escribió: «Explicación de la aritmética binaria, que utiliza únicamente los caracteres 1 y 0, con algunas observaciones sobre su utilidad y sobre la luz que arroja sobre la antigua figura china de Fu Xi».
Leibniz sentía especial curiosidad por los hexagramas del I Ching. Cada hexagrama consta de seis líneas horizontales superpuestas, ya sean continuas (yang) o discontinuas (yin). Estos patrones simbolizan las cualidades del yin y el yang, ofreciendo una perspectiva de la naturaleza humana y del mundo.
De hecho, la cultura tradicional china también sostiene que el cuerpo humano, la sociedad y el cuerpo cósmico están estrechamente interconectados. Si bien esto puede parecer inconcebible debido a las enormes distancias involucradas, un misterio similar surge en la ciencia moderna, en particular en el fenómeno del entrelazamiento cuántico.
En la mecánica clásica, los objetos se ven influenciados únicamente por su entorno inmediato, un concepto conocido como principio de localidad. Sin embargo, en la mecánica cuántica, un par de partículas entrelazadas (es decir, una con espín horario y la otra con espín anti horario) parecen ser capaces de comunicarse entre sí mediante señales más rápidas que la luz. Albert Einstein se refirió a este fenómeno como una "acción fantasmal a distancia".
Además, los científicos han visualizado la función de onda de dos fotones entrelazados mediante holografía digital. En un artículo de 2023 de Nature Photonics, titulado "Imágenes interferométricas de amplitud y fase de estados bifotónicos espaciales", investigadores de la Universidad de Ottawa y la Universidad La Sapienza de Roma, reconstruyeron con éxito el símbolo de yin y yang en el diagrama de Tai Chi.
La armonía entre los seres humanos y nuestro entorno se manifiesta de muchas maneras. Los caracteres tradicionales chinos de la música y la medicina no solo comparten la misma pronunciación (yue), sino que también se parecen mucho en sus trazos. Esto concuerda con la descripción del Canon Interno del Emperador Amarillo, un conocido libro antiguo sobre medicina china: «La música cura el corazón y la medicina cura el cuerpo».
Además, las cinco notas principales (gong, shang, jue, zhi, yu) de la escala pentatónica tradicional china corresponden a los cinco elementos: tierra, metal, madera, fuego y agua, respectivamente. Ambas se relacionan también con los cinco órganos internos principales (bazo, pulmón, hígado, corazón y riñón). El «Mantra del Corazón Puro y la Benevolencia Universal», una melodía de la antigua China, podía regular la respiración, equilibrar la mente y mejorar la salud en general.
Esta sabiduría ancestral también se refleja en la sociedad moderna. El renombrado Berklee College of Music, por ejemplo, cuenta con un Instituto de Música y Salud cuyo objetivo es mejorar la salud y el bienestar a través de la música.
Diferencia entre la ideología moderna y los valores tradicionales
Influenciadas por la tecnología moderna, muchas personas tienden a confiar únicamente en la ciencia con la que están familiarizadas y a descartar puntos de vista que difieren de esta. En consecuencia, ellos podrían centrarse más en la vida material, haciendo caso omiso de los valores tradicionales, en el proceso.
Un ejemplo es la ansiedad, que se ha convertido en una norma en la sociedad moderna. Con frecuencia las personas quieren más, independientemente de sus capacidades, y se quejan cuando sus expectativas no se cumplen. Pero según la cultura tradicional china, la fortuna proviene de la virtud, y la posición (como el rango oficial) es coherente con dicha virtud. Por lo tanto, se deben abordar las tareas con diligencia y serenidad, en lugar de perseguir ilusiones poco prácticas.
El I Ching, uno de los antiguos clásicos chinos mencionados anteriormente, afirma: «Las grandes responsabilidades se basan en una gran virtud». Esto significa que la virtud trae bendiciones y fortuna, así como el agua lleva a un barco. Cuando el agua es baja, difícilmente podría transportar algo.
Zeng Guofan, un destacado funcionario de la dinastía Qing, ejemplificó la integración de los valores tradicionales y el crecimiento personal. Respetaba profundamente las enseñanzas clásicas y se esforzó constantemente por perfeccionar su carácter. Basándose en el I Ching, comprendió la importancia de equilibrar el yin y el yang: reconociendo que uno debe esforzarse no solo por el logro (yang), sino también por la humildad y el autocontrol (yin). Tras importantes victorias, atribuía el éxito a otros y, en ocasiones, reducía el número de tropas para tranquilizar al emperador.
En su vida personal, Zeng enfatizaba la honestidad, el respeto, la tranquilidad, la cautela y la perseverancia. Escribía en un diario todos los días, reflexionando sobre su comportamiento. En particular, prestaba atención a la disciplina en soledad; incluso cuando estaba solo, siempre mantenía la dignidad en lugar de complacerse. Estas cualidades no solo le granjearon el respeto de los demás, sino que también atrajeron a muchas personas talentosas a su alrededor. La historia de Zeng nos enseña que cuando uno aprecia la virtud y el crecimiento personal, el éxito llega de forma natural.
Sin embargo, pocas personas en la sociedad moderna siguen esta filosofía. Especialmente en China continental, muchas personas aspiran a alcanzar la riqueza y la fama de la noche a la mañana, incluso si eso significa herir a otros. Para colmo, la industria del arte y el entretenimiento a menudo se centra en el placer sensorial y la lujuria, acompañados de una degeneración moral.
En la antigüedad, las cosas eran diferentes. Cuenta la leyenda que Fu Xi creó el se, una cítara pulsada, para "calmar el corazón y nutrir el alma". Se creía que esta pureza y la armonía del yin y el yang elevaban a la persona, acercándola a lo divino.
(Continuará)
Copyright © 1999-2025 Minghui.org. Todos los derechos reservados.